Este sábado falleció Sor Cándida Belloti en la ciudad italiana de Lucca, a los 110 años de edad. Era religiosa de la orden de San Camilo de Lelis y la monja más anciana del mundo. Han sido 83 años de profesión religiosa que no superaron los 86 en clausura de la española Sor Teresita, fallecida en 2013 a los 105 años.
Sor Cándida llegó a celebrar con el Papa Francisco su 107º cumpleaños, y declaró entonces la felicidad de su vocación: "En mis ochenta años como religiosa nunca me he arrepentido de haber elegido esta vocación. Solamente quien prueba la felicidad de acercarse al Señor puede entender qué abundante es su amor por nosotros y cuánta serenidad nos deja en el corazón”.
Precisamente Sor Cándida “dejó esta tierra con la serenidad que siempre la ha distinguido en sus 110 años de vida”, dijeron en un comunicado sus compañeras de comunidad.
La vida de Sor Cándida transcurrió sirviendo a los enfermos en los hospitales de diversas ciudades de Italia, como hizo también el fundador de su Orden, San Camilo de Lelis (15501614). Este santo fue muy conocido por “desgastarse” por los enfermos, poniendo las bases para la figura del enfermero y del capellán de hoy día y es el patrón de los enfermos, enfermeros y de los centros de sanidad.
La tercera de diez hijos, Sor Cándida sintió la llamada de Dios a la edad de 16 años e ingresó a un convento cuando tenía 22. En 2014, con motivo del 400º aniversario de la muerte de San Camilo de Lells, Sor Cándida participó en la misa del Papa en la Casa Santa Marta y recibió una bendición especial de Francisco.
Ese año, en declaraciones a ACI Prensa, Sor Cándida aseguró que “la verdadera felicidad es apreciar el momento tal y como Dios nos lo da. Lo que realmente hace falta en la vida es dar gracias a Dios por lo que nos da. Porque es lo único que hará feliz al hombre. El hombre debe aceptar cada momento que viene y decir ‘gracias’”.