Tras el nombramiento del que era senador por Alabama, Jeff Sessions como fiscal general del país se ha quedado un puesto vacante al que aspira este convencido líder provida. De llegar al cargo, este padre de familia sería una voz más en la defensa del no nacido en la Cámara estadounidense.
Sin embargo, no siempre fue un defensor de la vida y del no nacido. Él mismo lo ha reconocido en varias ocasiones pues llegó a abortar con la que entonces era su novia.
Para ello hay que remontarse a 1991, cuando tenía 21 años. Su testimonio lo relató en una concentración provida dejando a muchos boquiabiertos. Y lo hizo tras escuchar a una mujer que había sido obligada a abortar por su novio.
Supuestamente Ed Henry iba a hablar sobre las medidas para acabar con los abortos selectivos pero decidió lanzarse a contar su historia personal. “En el 91 yo estaba en una situación similar cuando tenía una novia que estaba embarazada y tomé una decisión de la que me arrepentiré siempre, fuimos y matamos a mi hijo, a mi primer hijo”, contaba Ed Henry sobre su experiencia sobre el aborto.
Pero tampoco fue consciente de lo que en realidad hizo hasta ocho años después. Ya en el 2000 estaba casado con la que ahora es su mujer, Wendi Brown. Ella estaba embarazada en ese momento de 12 semanas y acudieron a la revisión que incluía una ecografía.
Ver la ecografía de su hija le hizo darse cuenta con claridad el mal que provocó cuando abortó
Durante su intervención confesó que en esa revisión “vi la ecografía de mi bebé, mi hijo, y se me vino encima como una losa porque había asesinado a mi primer hijo. Y me llevaré eso conmigo a la tumba”.
Y como una confesión que luego ha marcado su carrera y sus iniciativas políticas dijo que “no debería ser tan fácil poder matar a nuestros hijos”. “Todas las experiencias son acumulativas de lo que eres pero esta es una cicatriz muy significativa que tengo en mi alma”, agregó.
Su mujer conocía este suceso de su pasado y el político republicano asegura que “nunca he ocultado esto, simplemente no lo había expresado públicamente” aunque, agregaba, “si he compartido mi testimonio varias veces en la iglesia”.
Ed Henry asegura que se siente perdonado por Dios ante lo que hizo hace ya un cuarto de siglo. Y ante las críticas que ha recibido por sus políticas provida teniendo un aborto en su pasado él considera que no es un hipócrita. “Un hipócrita es alguien que dice: ‘no hagas esto’ y luego va y lo hace".
El político de Alabama asegura que casos como el que vivió él mismo son cada vez más comunes entre las personas que han crecido ya con una ley del aborto y que luego cambiaron de opinión tras haber experimentado lo que es.
Sus críticos le acusan de querer impedir las prácticas que él utilizó cuando tenía 21 años pero Henry aclara que el aborto nunca puede ser un derecho. “Yo no tenía derecho a hacer lo que hice”, asegura mientras añade que aunque “la ley diga que está bien, no hay derecho”.
Esta experiencia ha marcado su carrera política y al haber visto lo que supone un aborto le hacer “estar a favor de la vida”. “Voy a luchar para salvar bebés todos los días aunque tenga que vivir con esta carga el resto de mi vida”, asegura.
Su trabajo se lo ha tomado tan en serio que se ha convertido en el gran referente provida de su Estado desde donde está promoviendo normativas y declaraciones encaminadas a que el aborto pase a ser algo del pasado.
Pese a estar disputándose un puesto en el Senado no duda en arremeter contra los miembros de su partido que no quieren retirar los fondos a Planned Parenthood, la multinacional abortista. “¿De qué sirve estar en el poder si no podemos por lo menos retirar la financiación a una organización que mata a cientos de miles de niños no nacidos cada año? No hay manera que pueda votar en buena conciencia un presupuesto federal si esto significa financiar la muerte sin sentido de tantas vidas inocentes”, afirma Ed Henry.
Además cada año intenta que la Cámara de Alabama apruebe distintas legislaciones provida, algunas más importantes que otras pero cuyo fin es ir caminando hacia una cultura de la vida. Recientemnte promovió la prohibición todas las clínicas abortistas que estén a menos 600 metros de un colegio.
En 2014 consiguió que se aprobase una legislación que hubiera podido salvar la vida del hijo que abortó pues en Alabama gracias a su propuesta es obligatorio que exista un periodo de 48 horas desde que se recibe información para abortar hasta poder llevarlo a cabo después de haber sido informado sobre lo que va a hacer, sobre los riesgos que tiene y sobre la adopción y otro tipo de procedimientos alternativos a acabar con su hijo.