Olivier Giroud está viviendo uno de los mejores momentos de su carrera futbolística. Este delantero fue este verano el atacante titular de la selección francesa que se proclamó campeona del Mundo en Rusia. Con su trabajo y esfuerzo se convirtió en un fijo en el once del seleccionador Didier Deschamps.
A punto de cumplir 32 años se encuentra en plena madurez futbolística y personal. Es Jugador del Chelsea, uno de los clubes más potentes de Inglaterra y este domingo de nuevo con su selección consiguió un gran gol que dio la victoria a Francia frente a Holanda en la Copa de las Naciones.
Un creyente sin complejos
Olivier Giroud es un ferviente creyente que además hace gala de su fe cristiana en un mundo en el que los valores religiosos están normalmente ausentes, y en el que se vende el culto al dinero, la fama y el poder.
El diario Le Parisien le entrevistó esta pasada semana durante la concentración con la selección francesa. Como no podía ser de otro modo las preguntas giraron en torno a la gran gesta que conquistaron en verano. En todo momento se vio en él un espíritu humilde y a un hombre con los pies en el suelo.
En su antebrazo luce en latín la cita: "El Señor es mi pastor nada me falta"
Habló sobre la concesión de la medalla de la Legión de Honor que han recibido todos los jugadores que han ganado el Mundial. Giroud afirma que al pensar en esta distinción “estoy pensando principalmente en los combatientes de guerra. Se lo merecen más que nosotros. Ellos luchan por su país, y algunos dejan sus vidas allí. Nosotros somos unos buenos embajadores. Esto significa que en alguna parte hicimos, en nuestro camino, mucho por Francia”.
El Mundial, dedicado a Cristo Jesús
La siguiente pregunta fue la que dejó descolocado seguramente tanto al entrevistador como a muchos de los lectores del diario parisino. ¿A quién le dedicó el delantero el Mundial? La respuesta fue muy clara: “Cristo Jesús. El me creó, me ha ayudado como hombre y como jugador profesional, dándome confianza, perseverancia y fe para no darme nunca por vencido”.
Además, Giroud aseguraba que “durante el torneo, tuvimos una estrella encima de nosotros, un ángel guardián”.
La siguiente pregunta era inevitable: ¿Rezó antes de la final contra Croacia? Su respuesta tampoco fue dubitativa: “Como antes de cada partido. Pero esta vez le pedí al Señor un poco más. Porque era el último paso y lo necesitaba más. Me escuchó”.
La oración de la Divina Misericordia
Pero en realidad Giroud no sólo reza antes de los partidos sino que también se dirige a Dios durante los encuentros que juega. “A veces rezo durante los partidos, sí”, afirmaba Giroud en otra entrevista. Confesaba que en algunas ocasiones las cosas no van como le gustaría o se siente sobrepasado por algunas situaciones. “Entonces, busco la ayuda de Jesús, me hace sentir bien volver a enfocarme. Me centro en lo esencial y hablar con Él me permite coger fuerza. Sólo dura unos segundos, pero me ayuda a deshacerme de mi frustración”.
Los dos hijos mayores del delantero viendo uno de los partidos de su padre durante el Mundial
Pero además, ha revelado que oración es la que utiliza durante los partidos: “Jesús, en ti confío”. Esta es curiosamente la oración de la Divina Misericordia, una de las devociones más extendidas en el orbe católico.
“Esto es una fortaleza para mí, y después cada vez que logro un gol, le doy gracias a Dios”, incidía.
Frente a los horóscopos, la vida cristiana
Su religiosidad ha ido evolucionando con los años así como su facilidad y valentía para hablar de Dios en entrevistas y comparecencias públicas. De hecho, cada vez es más común oírle hablar de temas de espiritualidad, incluso siendo él mismo el que inicia la conversación.
En una entrevista reciente, el entrevistador le decía que había estudiado su horóscopo y le habló del número 9. Sin embargo, él dio un giro a la pregunta: “El número de mi vida es el 7, incluso si no lo utilizo en la camiseta. El siete es una figura que toca lo místico, la fe, a Cristo. Los 7 sacramentos, los 7 pecados capitales, los 7 dolores y alegrías de María… Yo no soy supersticioso. La prueba es que juego con el 12”.
Giroud muestra su fe también de otra manera, a través de tatuajes. En su antebrazo derecho lleva una cita en latín: “Dominus regit me et nihil mihi deerit” (El Señor es mi pastor nada me falta). Además, en la espalda lleva tatuada una cruz.
Giroud, con la inscripción "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Jesús", durante la celebración de un título con el Arsenal
La infidelidad, el perdón y la fe
Además, confirma que la Biblia es su libro de referencia. Reconoce estar “muy agradecido por la educación que he recibido de mis padres” y que le llevaron a ser bautizado. Considera también que el haber crecido en un ambiente familiar fuerte ha sido esencial en su carrera.
Sin embargo, hay un acontecimiento en su vida que supuso un punto de inflexión con respecto a la fe. Desde entonces es cuando habla con muchísima más naturalidad de ella, pues supuso una ayuda real para una situación de extrema gravedad.
En 2014, Olivier Giroud fue infiel a su mujer y un tabloide británico publicó la información acompañada de alguna foto. El futbolista francés pidió disculpas públicamente a través de sus redes sociales a su mujer Jennifer y a su familia, así como a todos sus fans.
Jennifer, con la que se casó en 2011, y que era su novia desde hacía muchos años perdonó a Olivier. Ambos se agarraron más a la fe y este acontecimiento de sufrimiento se convirtió en un punto de inflexión en el matrimonio, que se reforzó muchísimo más. Actualmente, la pareja tiene tres hijos y la fe es un elemento esencial en la familia Giroud.