El Centro Académico Romano Fundación, conocido popularmente como CARF, lleva más de tres décadas ayudando en la formación de seminaristas y sacerdotes de todo el mundo. En este tiempo han sido miles los que han recibido una excelente formación en la Universidad de Navarra o en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz gracias a las becas que conceden.
Luis Alberto Rosales es director general del CARF y es muy consciente tanto de las numerosas necesidades que hay en diócesis de muchos países como de la importancia de que estos futuros sacerdotes y líderes de la Iglesia tengan la mejor formación posible.
Por ello, gracias a la ayuda de miles de benefactores, desde CARF trabajan para poder ayudar a la Iglesia desde este campo concreto de la formación de los futuros pastores.
En una entrevista con ReL, Luis Alberto Rosales profundiza en la labor realizada por esta fundación:
-¿Cómo surgió el CARF?
- El CARF surgió como fundación privada hace 32 años, para hacer viable la petición que hizo el Papa San Juan Pablo II al Prelado del Opus Dei, el Beato Álvaro del Portillo.
-¿Cuál era la misión que encomendó el Papa?
-Fundar una Universidad en Roma, y así facilitar que pudieran estudiar y residir sacerdotes y seminaristas de todo el planeta, pero especialmente del Tercer Mundo.
El Beato Álvaro del Portillo añadió como fin, fomentar las vocaciones sacerdotales y de religiosos en todo el mundo. A todo esto ya existían en el seno de la Universidad de Navarra, las facultades eclesiásticas desarrollando una labor similar.
- Dice usted que el Papa se lo pidió al Opus Dei. ¿Para beneficiarse del CARF hay que ser del Opus Dei?
- Para beneficiarse de las becas del CARF, no hace falta ser del Opus Dei. La inmensa mayoría de los beneficiados, el 85% aproximadamente, no lo son.
Las personas a las que van destinadas las ayudas son sacerdotes, seminaristas, religiosos, de todo el planeta. Por poner números redondos, cada año académico se forman unos doscientos seminaristas y unos ochocientos sacerdotes y religiosos entre Roma y Pamplona.
Luis Alberto Rosales, con seminaristas del Colegio Internacional Bidasoa de Pamplona ayudados por CARF
-Por decirlo en términos de beneficio, entonces ¿qué gana el Opus Dei?
-El Opus Dei gana servir a la Iglesia Universal, siguiendo una indicación de un Papa que, posteriormente, llegaría a los altares.
-¿Al CARF le puede donar cualquier persona? ¿Cómo se hace?
-Al CARF puede donar cualquier persona que crea que vale la pena contar con más sacerdotes y sobre todo que estén bien formados; de hecho, tenemos miles de donantes, españoles en su inmensa mayoría.
Para donar, se puede entrar en la web de CARF o enviando a nuestro domicilio la ficha publicada en todos los Boletines.
-Sé que no le va a gustar la pregunta pero se la haré igualmente. ¿Puede asegurar que si no existiera el CARF habría menos sacerdotes?
-El CARF tiene entre sus fines fomentar las vocaciones sacerdotales en todo el mundo. Es una de las muchas instituciones en la Iglesia Católica que hacen lo mismo. Cuantos más sacerdotes haya bien formados mucho mejor.
Lo que si puedo afirmar es que una gran cantidad de vocaciones no se pierden por el camino por falta de medios. Como usted bien sabe, además de la vocación, se necesita instalaciones, formadores, conocimiento, tecnología etc. para que un joven pueda desarrollar todas sus potencialidades hasta llegar a la ordenación sacerdotal, y eso es lo que pone a disposición CARF gracias a sus benefactores.
-Una persona que quiera ser sacerdote de un país del centro de África, ¿cómo se pone en contacto con ustedes?
-Siempre por medio de su Ordinario, que es su Obispo. Lo mismo pasa con los religiosos, por medio de su Superior, pero mas que con nosotros con las universidades ya que el primer paso es ser admitidos como cualquier alumno que quiera cursar una carrera. A partir de allí las universidades nos cursan una petición nominativa según las necesidades de cada candidato.
Benefactores del CARF pueden conocer a los seminaristas a los que ayudan, poniéndoles rostro y conociendo también sus propias historias
-¿Ustedes qué valoran a la hora de becar a una persona?
-Nos fiamos mucho del criterio del Obispo. Es evidente que tiene que ser alguien con una capacidad intelectual notable (tiene que aprender un idioma previamente, y estudiar en Universidades de gran nivel académico). Y un equilibrio psicológico claro, pue sale de su entorno habitual: familia, diócesis, amigos, país.
- Se verán ustedes en compromisos porque no será igual dependiendo de quién se lo pida...
- Las becas siempre la piden los Ordinarios, ya sean Obispos o Superiores Religiosos. El mayor compromiso es cuando no podemos atender las peticiones porque no hay plazas disponibles. Aunque parezca raro, no faltan vocaciones, faltan recursos para asistirles.
-¿Una vez que se ordenan de sacerdotes tienen algún compromiso con la Obra?
-Los seminaristas que se ordenan sacerdotes, y el resto de los alumnos, sacerdotes, religiosos, laicos, no tienen ningún compromiso con la Obra. Lo que sí es cierto es que la inmensa mayoría tienen cariño y agradecimiento.
-Otra pregunta que puede parecer incómoda, pero se la hago porque me la he hecho a mí mismo ¿Qué gana el Opus Dei?
-Como le he dicho ante, el Opus Dei gana servir a la Iglesia, posibilitando que se formen a un nivel superior personas de todo el planeta, especialmente del Tercer Mundo. Y fomentar vocaciones en los cinco continentes.
- ¿De cuantos países se han ordenado sacerdotes que hayan sido becados?
Desde 1989 en que comenzó el CARF, se ha becado a sacerdotes, seminaristas, religiosos, de 132 países.
CARF ayuda a numerosos seminaristas, como los del Colegio Internacional Bidasoa, de Pamplona
-¿El que el Opus Dei no exista en los pases de los cuales les piden becas influye a la hora de concederlas?
-No influye como lo evidencia que el Opus Dei desarrolla su labor estable en unos 80 países, y el CARF ha ayudado a personas de 132 países.
En los centros académicos donde se forman estos sacerdotes, algunos dirigidos por el Opus Dei como la Universidad de Navarra o la de la Santa Cruz en Roma pueden asistir religiosos, monjas o laicos que les interesa la formación que se da. Por supuesto, pueden asistir sacerdotes o religiosos, siempre enviados por sus superiores. En el caso de los Laicos, no dependen de nadie.
-¿Cómo mantienen el trato con los obispos de las diócesis a las que pertenecen?
-Los candidatos enviados por sus Obispos o Superiores Religiosos, no dejan de estar en contacto con ellos. Lo normal es los medios telemáticos modernos. También los Obispos, cuando viajan a Roma por cualquier motivo, ven a su gente en Roma, o parando previamente en Pamplona. Puedo afirmar que, salvo casos excepcionales, todos regresan a servir en sus diócesis.
-¿Ustedes mantienen contacto con sus benefactores, con las personas que aportan dinero?
-Como lo he dicho son miles de benefactores, pero sí mantenemos contacto con todos ellos. En ocasiones el contacto es personal, en la mayoría de los casos es a través de los medios telemáticos, o también por correo postal.
Además todos aquellos que donan a partir de los 1.000 euros al año además conocen a qué candidato se le asigna el dinero y la historia de su vida, evolución, notas de estudio, etc. En una palabra, queremos que la gente sepa en que esta invirtiendo y pueda rezar por estos candidatos, como ellos lo hacen por todos sus benefactores.
-¿El CARF organiza actividades para sus benefactores o para personas que quieren beneficiarse de algún tipo de formación doctrinal o religiosa?
-Organizamos viajes anuales a Roma y Pamplona para que conozcan personalmente los candidatos que se benefician y los lugares donde estudian y residen. También organizamos peregrinaciones a Tierra Santa, para que conozcan los Lugares Santos, y apoyar a los cristianos que viven allí en unas circunstancias tan difíciles.