Fray Pablo María de la Cruz "dejó preparado su funeral", según han manifestado su familia y la comunidad carmelita en una nota conjunta que ofrece detalles de los actos previstos.

El joven de 21 años, en el siglo Pablo Alonso Hidalgo, falleció este sábado por la mañana a consecuencia del cáncer con el que venía luchando desde hacía seis años. El aceleramiento de la enfermedad le llevó a pedir y obtener la profesión perpetua como carmelita in articulo mortis gracias a una dispensa que hacía doscientos años que no se otorgaba en Salamanca.

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"Paz en el Señor resucitado", comienza el comunicado sobre sus exequias, que recuerda que fray Pablo "insistió que la vida es Vida si se celebra", y por eso "deseaba que su funeral, y el encuentro con Dios Padre, fuera una fiesta en el banquete de las Bodas del Cordero". 

Y destacan la feliz coincidencia, "con gran alegría para la Orden del Carmen", de su dies natalis con la novena y la Solemnidad de la Virgen del Carmen, que se celebra cada 16 de julio.

Momentos previstos

Los actos previstos en oración y sufragio por su alma son los siguientes:

-Velatorio, el domingo, a partir de las 23.45 horas en la iglesia salmantina de los carmelitas de El Carmen de Abajo. Por expreso deseo de fray Pablo María, habrá una Exposición del Santísimo Sacramento.

Fray Pablo, en su primera comunión como carmelita, el 25 de junio. Profesaba una gran devoción al Santísimo Sacramento. Foto: Diócesis de Salamanca.

-Funeral, el lunes 17 de julio a las 10.00 de la mañana en el mismo templo.

-Sepultura cristiana, el lunes a la finalización del funeral en el Cementerio Virgen de la Salud, en los nichos de los Padres Carmelitas.

Las peticiones de fray Pablo

Fray Pablo dejó, algunas instrucciones para estos actos que dejan ver también su sentido del humor:

-En el funeral, "nada de luto, nada de negro, que hace mucho calor”.

-A la entrada del funeral "habrá un escáner para controlar la cara de cada uno" y "solo se dejará entrar a los que estén alegres, quiero que estéis alegres”.

-Quien pueda, "que lleve su flor favorita al velatorio". "Nuestro Señor Jesucristo convirtió el leño de la cruz en Árbol de vida eterna", y por ello fray Pablo exclamaba: "La cruz es mi alegría, no mi pena”.

-Quien pueda, que lleve al cementerio "macetas con flores, para convertir su sepultura en un Carmelo, el Jardín de Dios".

"Que María, Flor del Carmelo, a quien fray Pablo María le gustaba invocar como Virgen de la Primavera, nos enseñe a mirar a su Hijo Jesús", concluye la nota.