Zubair Simonson nació en EEUU en una familia musulmana y creció como un fiel devoto de la religión islámica, pero en su camino hacia la Iglesia Católica primero pasó por la Iglesia Evangélica. Fue Chesterton el que le fue indicando la senda que finalmente tomó.
Nacido en Massachusetts (EEUU) y criado en Carolina del Norte, Simonson ha vivido en Nueva York, se formó en Marketing y vivió una fuerte crisis existencial que le llevó a replantearse por completo su vida. También su religión.
Chesterton, como guía de su conversión
“Hoy soy católico. Antes de 2012 era miembro de una iglesia presbiteriana. Antes de eso, durante una breve temporada fui simplemente teísta. Y fui criado como un musulmán devoto. En mi propio y poco ortodoxo viaje religioso del islam a la Iglesia Católica tuve un compañero en particular, que aunque falleció en 1936, me influyó tanto o más que cualquier persona viva para seguir adelante y dar el siguiente paso: GK Chesterton”, explica este joven estadounidense.
Simonson afirma que renunció “al islam en febrero de 2006. Después de una crisis existencial, fui bautizado como cristiano en 2007”. Fue en ese momento complicado en su vida antes de ser cristiano cuando supo por primera vez sobre Chesterton.
Del islam al cristianismo
Ese año –describe- “entre dejar el islam y ser cristiano me había dejado espiritualmente sin timón. Me había suscrito a la opinión de que todas las religiones eran igualmente inútiles”.
En ese momento trabajaba en una empresa de Marketing cuyo jefe le hizo ver claramente que el mal existe de verdad. “Hay algunos de nosotros que mienten, a uno mismo y a los demás, de manera tan rutinaria que se pierde todo sentido de la verdad, y la descripción para tal estado es el mal. Mi vida se había convertido en un desastre en otros aspectos”, confiesa.
Esto le dejo con una sensación angustiosa de que necesitaba un “nuevo comienzo”. Por primera vez en su vida este musulmán se mostraba “dispuesto a prestar atención al mensaje del Evangelio, a considerar cómo sería la vida naciendo de nuevo”.
CS Lewis y el hallazgo de Chesterton
Este deseo por conocer mejor el cristianismo le llevó a las lecturas de CS Lewis, y descubrió que este escritor había quedado impactado por otro libro, Un hombre eterno, una explicación de la historia humana con Jesucristo como el gran punto de inflexión. Aquella obra había sido escrita por GK Chesterton.
Así fue como decidió lanzarse a leer a este autor que cambiaría su vida para siempre. “Me ayudó a darme cuenta de que la encarnación y la resurrección de Nuestro Señor eran plausibles”, afirma Zubair Simonson.
Sin embargo, no se hizo católico sino que en aquel momento se unió a la iglesia presbiteriana. Fueron algunos de esos nuevos ‘compañeros’ cristianos los que le dijeron que los católicos creían en ciertas doctrinas como la transubstanciación, la confesión, el purgatorio o la Virgen María como Inmaculada.
Pero como era persona de mente inquieta y devorador de libros, Zubair siguió leyendo a Chesterton y toda su obra, desde los libros más apologéticos a sus novelas policiacas. En su opinión, “este hombre tenía algo, y además algo de profunda claridad y humor, para hablar de aparentemente cualquier tema: teología, política, literatura, economía, arte y arquitectura”.
Una lectura que le iba acercando al catolicismo
Pero con el tiempo un hecho se le hacía cada vez más incontestable a este joven en búsqueda: “Chesterton se había convertido a la Iglesia Católica, se había unido formalmente en 1922, a la edad de 48 años. La Iglesia es a donde lo llevó su pensamiento más profundo”, asegura.
En 2011, Zubair estaba ya convencido de que su “propio viaje cristiano anhelaba algún tipo de cambio”. Y empezó nuevamente esta búsqueda a través de los libros.
En sus lecturas acababa encontrándose con pensamientos de Chesterton sobre asuntos católicos y siempre los hallaba acertados. “Sus escritos me obligaron a tener en cuenta el papel histórico de la Iglesia Católica como guardiana de la verdad. Esta Iglesia en particular había resistido innumerables asaltos filosóficos en el transcurso de dos mil años”, añade.
Además, prosigue explicando que “cuando el resto del mundo dijo a la Iglesia que debía ceder, que una idea ‘nueva’ la había vuelto obsoleta, ella se mantuvo firme y sobrevivió. Eso en sí mismo es un milagro. Esta Iglesia sigue siendo hoy una voz firme, tal vez incluso la última, contra los muchos ataques heréticos de nuestra era moderna, como atestiguamos entre otras muchas cosas con el aborto”.
El gran escritor y periodista inglés ayudaron a este joven a comprender el “impacto histórico positivo de la Iglesia Católica”.
El convencimiento de que iba a ser católico
Su decisión de hacerse católico estaba meditada más allá de los libros, pero sí que reconoce que Chesterton fue casi por si sólo el que satisfizo su pregunta sobre si tenía sentido unirse intelectualmente a la Iglesia. Encontró un “sí” rotundo.
“En el verano de 2011 levanté mis manos al aire y dije: ‘¡Me uniré a la Iglesia Católica!’”. Y así ocurrió en la Vigilia Pascual de 2012.
El papel de Chesterton en su vida de fe y en este camino es indudable. Pero además, Zubair también recalca que la influencia de sus obras también fue decisivas en otras decisiones personales.
Así, explica que la biografía de Chesterton sobre San Francisco de Asís “fue mi introducción al amado santo” y por lo que hoy es miembro de la orden franciscana seglar.