Ricardo Vivas es un sacerdote venezolano de 39 años natural de la ciudad de Valencia. Desde que se ordenó en 2008 ha ejercido como párroco en dos barrios obreros de mucha pobreza acuciada aún más por la crisis del país, pero que se ha abrazado aún más en la fe para salir de esta situación.
Actualmente está en España en el Colegio Internacional Bidasoa estudiando Derecho Canónico gracias a una beca de CARF (Centro Académico Romano Fundación), que ayuda a sacerdotes y seminaristas de países pobres y en dificultad.
Deseoso de volver a su país y servir a los venezolanos
El padre Vivas está deseando volver a su país pese a la extrema gravedad en el que está sumido y poder servir a aquellos pobres de los que ha estado acompañado desde que se ordenó. En una entrevista con Religión en Libertad.
Una de las mayores consecuencias de la situación provocada por el régimen chavista de Maduro es el hambre que hay en el país, lo que ha llevado a millones de venezolanos a dejar el país y hundidos en la miseria sin apenas poder comer a otros muchos millones.
Más personas van ahora a misa
“Ante esta situación la Iglesia Católica ha respondido con Cáritas y demás iniciativas para tratar el hambre y la escasez, pero los recursos son limitados y no alcanzan para ayudar a todos. Paradójicamente, esta situación ha hecho que muchos católicos se comprometan aún más con la acción social de la Iglesia con espíritu de generosidad y entrega”, explica este religioso venezolano.
La represión, el sufrimiento y la escasez lejos de alejar de Dios a los venezolanos está incluso acercándolos. Ricardo afirma que “la población se ha refugiado más en la fe, y nuestras iglesias han percibido un aumento de la presencia de fieles en las celebraciones litúrgicas. Las personas no están perdiendo la fe, más bien la están recuperando ante la situación que se vive”.
La incómoda verdad que ofrece la Iglesia en Venezuela
Aunque asegura que la Iglesia no es “oficialmente” perseguida sí reconoce que el papel que está desarrollando “mostrando la realidad que se vive en el país sin temor y con la verdad por delante” sí ha provocado situaciones de gran tensión con el régimen.
Él mismo asegura haber sufrido en ocasiones este acoso por parte del chavismo por ser sacerdote. Obstáculos administrativos para poder desarrollar las labores cotidianas de la parroquia o pintadas en el templo si en alguna homilía ha rechazado alguna acción del gobierno son experiencias que él mismo ha sufrido como párroco en Venezuela.
"Profundo dolor y tristeza"
Por ello, en estos momentos desde España afirma que ver “con profundo dolor y tristeza” la situación de Venezuela. “Han sido unos años duros donde las libertades personales y sociales se han ido recortando paulatinamente. Esto se agrava con la crisis económica, con una inseguridad desbordada, con escasez de alimentos y medicinas que afecta a los más vulnerables”.
“Es un caldo de cultivo –asegura Ricardo Vivas- para que Venezuela se convierta en un país ingobernable con una profunda crisis institucional”. Según confiesa, “los venezolanos hemos perdido la confianza en los políticos”.
Una vocación fraguada poco a poco
Ricardo cuenta que nació en una familia católica que acudía a misa pero que no iba más allá. Así fue creciendo, educado en “valores familiares”, pero “como no éramos muy practicantes sino sólo de ir a misa no meditábamos mucho sobre el sacerdocio y las demás cosas”.
Sin embargo, poco a poco fue surgiendo en él esta llamada vocacional. “La certeza no la encontré en un solo momento, ha sido un caminar en la fe, pero recuerdo con mucho cariño el participar en la Legión de María y cuando pedían por las vocaciones sentir un nerviosismo extraño y una voz que me hablaba, pero nada sobrenatural, era más en la conciencia y en el corazón. Después de unos años de indecisiones, de estar en la universidad, hice el proceso vocacional en el año 1999 y entré en el seminario en septiembre de ese mismo año, tenía 20 años”.
En estos momentos está en España formándose para servir mejor en Venezuela. Está en Navarra gracias a la beca de CARF. Ricardo afirma que “España es un gran país con muchos contrastes, con gran riqueza cultural. Es un lugar especial para el turismo y también por su gente tan cambiante dependiendo de la zona donde se viva. Es un país pujante y moderno pero con la tendencia como toda Europa que se aleja de sus raíces cristianas”, afirma. Pero a pesar de estar contento en España está deseando volver a su país pese a la situación actual de Venezuela.