Antonia Dell’Atte, exmujer del famoso Conde Lequio y muy conocida por haber sido modelo de Armani, habitual del famoseo, las revistas del corazón y los platós de televisión, ha sorprendido con sus últimas declaraciones concedidas a la revista ¡HOLA!

Dell’Atte ha mostrado su lado más íntimo y espiritual en las páginas de papel cuché contando cómo le ha marcado su grave enfermedad detectada en 2012.


La famosa modelo tuvo que enfrentarse a un “hipertiroidismo galopante” que desembocó en una inflamación muy grave de la córnea. “Recé como jamás lo había hecho, y soy de rezar cada día y de llevar un rosario en mi bolsillo”, dijo en ¡HOLA!


Superada la enfermedad, “mi fe quedó reforzada hasta el extremo de recibir el Sacramento de la Confirmación… Ahora sólo me queda casarme”.


“Siempre he sido una persona creyente, pero en los últimos años he hecho un gran camino espiritual. Cuando estuve enferma pensaba que iba a morirme sin haber perdonado a todas las personas que me hicieron daño, sin haber podido devolver todo lo que la vida me ha dado… y hasta sin haberme casado por la Iglesia”.
 

Dell’Atte señala que después de 25 años soltera vuelve a estar "enamorada" y dispuesta a cumplir su mayor deseo: “casarse por la Iglesia”.

"Es la primera vez que hablo de esto y no es un juego para mí. Llevaré un traje no muy blanco y no quiero regalos. Va a ser increíble", cuenta.

Antonia ha reconocido que tiene una nueva ilusión y que va a dar un paso más porque está “mejor que nunca, en paz, sana, ilusionada, muy agradecida y con grandes planes de vida”.
 

Firmada la paz ya hace años con Alessandro Lequio; su exmarido, y con su hijo Clemente, ya independizado, a la antigua modelo de Armani le ilusiona iniciar una nueva etapa tras realizar un camino espiritual que le ha posibilitado perdonar a los que le hicieron daño y retomar su fe católica recibida en la familia. 


“Cuando era pequeña me levantaba a las cuatro de la mañana para trabajar en la viña de mis padres. Me encantaba vendimiar y se me daba bien, hasta que un día pensé que era demasiado guapa y que había que conocer otros mundos… Entonces me descubrió Armani. De la viña a las mejores pasarelas. Más de treinta años después de aquellas vivencias, ha sido increíble volver a cortar uva en un paraíso como éste”.