El Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), Cardenal Marc Ouellet, afirmó durante la Misa celebrada en la Basílica de la Virgen de Lourdes en Bogotá (Colombia), que ante el contexto actual de persecuciones contra los cristianos, el Papa Francisco nos pide dar un testimonio más fuerte de la misericordia de Cristo.
El Purpurado hizo esta invocación durante la Misa celebrada como parte del “Jubileo Extraordinario de la Misericordia en el Continente Americano” que se realiza en la capital colombiana del 27 al 30 de agosto.
Previo a la Eucaristía, se realizó una procesión que partió del hotel donde se realiza el encuentro, hacia la Puerta Santa que está en la basílica mariana. Acto seguido, se realizó una liturgia penitencial que culminó con la administración del sacramento de la reconciliación a sacerdotes y fieles reunidos.
En su homilía, el Presidente de la CAL reflexionó sobre el pasaje evangélico donde Cristo resucita al único hijo de una viuda. Jesús, recordó el Cardenal, ordenó al joven que se levante y se lo entregó a su madre, “causando gran impresión” entre los presentes.
“Este gesto espectacular de misericordia preparaba la guía para lo que debía suceder más tarde en la cruz donde la muerte fue derrotada por el amor misericordioso de Dios”, explicó.
“La cruz de Cristo –añadió– es el acontecimiento central de la historia de la humanidad, es la obra maestra de misericordia de la Santísima Trinidad”, la cual abre el cielo a los pecadores por el poder redentor de Jesús.
Sin embargo, advirtió que “paradójicamente la historia parece desmentir la verdad de la redención de Cristo, ya que los acontecimientos de los siglos muestran mucha resistencia a la gracia de la fe cristiana. Entre más cercano y misericordioso se revela el Señor, más rebelde se revela el hombre que se encierra en la incredulidad, el ateísmo, la indiferencia e incluso la persecución”.
“En el contexto actual de persecuciones cada vez más grandes contra los cristianos, nosotros nos unimos en la oración con el Sucesor de Pedro que nos invoca a dar un testimonio más fuerte y eficaz de la misericordia”, añadió.
El Cardenal Ouellet indicó que “en tiempos apocalípticos como los nuestros, siguiendo la indicación explícita del Papa Francisco, es preciso levantar los ojos hacia el Señor”; y afirmó que “a la luz del Concilio Vaticano II, la Iglesia vuelve cada vez más al centro del Evangelio, que consiste en la veneración de la Divina Misericordia”.
“Cristo, Luz del mundo, es nuestra esperanza en medio de una coyuntura internacional compleja y violenta donde la Iglesia Católica siente la responsabilidad de anunciar la gracia de la salvación y así construir la paz en el mundo”. “El reto es grande y no lo podemos sostener sin pedir insistentemente la gracia de Dios sobre nosotros y nuestras comunidades”, afirmó.
El día domingo 28 de agosto, el Presidente de la CAL tendrá una nueva intervención cuando dé la conferencia “La Iglesia: Sacramento de misericordia en América”.
La celebración es convocada y organizada conjuntamente por la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en contacto y colaboración con los episcopados de Estados Unidos y Canadá.