La popular modelo italiana Antonia Dell'Atte (Brindisi, Italia, 1960) ha pasado parte de la cuarentena del coronavirus en Italia, y el resto en su piso de Barcelona, encerrada con dos amigas. Pero ahora que puede acude a rezar a la basílica de la Purísima.
Explica en una entrevista en la edición española de Vanity Fair que "para mí rezar es importantísimo. Quiero estar bien conmigo, tener la conciencia limpia. Ayer estuve sola en la parroquia de la Purísima Concepción rezándole al arcángel”.
Se refiere a San Miguel Arcángel, de quien es devota. Explica que no le han gustado nada las medidas de limitación extrema del culto en Italia de Giuseppe Conte, que criticaron también con fuerza los obispos italianos a finales de abril. Pero el 7 de mayo la Iglesia y el Gobierno llegaron a un acuerdo y el 18 de mayo volvió el culto público a Italia.
“Estoy enfadada con el presidente Giuseppe Conte. El culto es una libertad y no puedes quitarla", declara en Vanity Fair la modelo, siempre locuaz y expresiva.
Una camiseta contra el coronavirus
Desde su confinamiento intenta usar su mayor activo -su popularidad- para conseguir donaciones que ayuden a la gente en la pandemia. “Mi hijo Clemente tuvo la idea de hacer una camiseta solidaria. Lo único que hago es poner mi cara y pedir donaciones por una buena causa y la gente está respondiendo bien. La camiseta se ha vendido y la recaudación aún no sé si dársela a Cáritas o usarla para comprar material sanitario contra el COVID-19. Espero poder firmársela a la gente que la compre cuando todo esto se acabe”.
Desde su Instagram, manda mensajes y vídeos cada día a sus 10.000 seguidores. Con ironía y humor, anima a "tener paciencia, la virtud de los más fuertes", o invita a que se den donaciones a su campaña.
Una fe reforzada tras su enfermedad de 2012
Antonia Dell’Atte ganó su popularidad inicial como exmujer del famoso Conde Lequio y muy conocida por haber sido modelo de Armani. Expresiva, sincera y cercana, el público de la prensa del corazón le tiene cariño.
En 2012 se enfrentó a “hipertiroidismo galopante” que desembocó en una inflamación muy grave de la córnea. “Recé como jamás lo había hecho, y soy de rezar cada día y de llevar un rosario en mi bolsillo”, explicaba en 2012 en la revista ¡Hola!
Superada la enfermedad, “mi fe quedó reforzada hasta el extremo de recibir el Sacramento de la Confirmación".
“Siempre he sido una persona creyente, pero en los últimos años he hecho un gran camino espiritual", explicaba en 2012. "Cuando estuve enferma pensaba que iba a morirme sin haber perdonado a todas las personas que me hicieron daño, sin haber podido devolver todo lo que la vida me ha dado… y hasta sin haberme casado por la Iglesia”.
Antonia viene de un origen sencillo. “Cuando era pequeña me levantaba a las cuatro de la mañana para trabajar en la viña de mis padres. Me encantaba vendimiar y se me daba bien, hasta que un día pensé que era demasiado guapa y que había que conocer otros mundos… Entonces me descubrió Armani. De la viña a las mejores pasarelas".