En una carta escrita ayer, el Cardenal Burke explicó que “ya no estoy intubado con un ventilador médico” y ha sido transferido “de la unidad de cuidados intensivos a un cuarto del hospital donde los médicos, enfermeros y numerosas personas proporcionan cuidado médico vigilante, excelente y seguro”, informa la agencia de noticias ACI.
“A esos profesionales dedicados, también agradezco de corazón, así como a los sacerdotes que se han ocupado de mí sacramentalmente”, agregó.
El Cardenal Raymond Leo Burke confirmó en la noche del martes 10 de agosto que dio positivo por COVID-19. Cuatro días después, la cuenta oficial del Cardenal Burke señaló que estaba conectado a un respirador, situación que pudo superar, y pidió rezar un Rosario por su recuperación.
“A quienes han ofrecido innumerables rosarios y oraciones, encendido velas y ofrecido la Santa Misa, quiero extenderles mi sincera gratitud y pido a Dios y a su Madre que los bendiga a todos. También agradezco a mis hermanos obispos y sacerdotes que han ofrecido la Misa por mí y han rezado por mí en el altar”, escribió el Purpurado estadounidense.
El Cardenal Burke, Prefecto Emérito de la Signatura Apostólica en el Vaticano, afirmó que “esta generosa efusión de gracia me une a ustedes de manera especial, mientras me uno especialmente a las víctimas que sufren los efectos del coronavirus. Con todo mi corazón les expreso mi deseo de que pudiese responder a todas las llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos”.
El Purpurado dijo que eso no será posible para poder “preservar mi energía para poder recobrar mi salud y fortaleza” y explicó que durante su periodo de convalecencia solo ofrecerá “actualizaciones ocasionales cuando haya algo significativo que compartir con ustedes”.
El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe seguirá siendo para ello el canal oficial de comunicación y es a donde se pueden dirigir los fieles interesados en hacer llegar algún mensaje en su sitio web.
El Cardenal indicó además que en estos días ha recordado su lema episcopal “Secundum Cor Tuum” (Según tu corazón) ya que “todas las cosas ordenadas en y a través la Divina Voluntad tienen su origen en el Sagrado Corazón de nuestro Salvador, cuya fundamental motivación es su amor eterno por Su Padre y por sus hijos”.
El Purpurado comentó también el “sufrimiento, unido a Jesucristo sufriente, es una verdadera edificación su divino plan para nuestra salvación cuando es aceptado voluntariamente y con todo el corazón”. “Unido con Jesucristo, sacerdote y víctima, ofrezco todo lo que sufro por la Iglesia y por el mundo”, resaltó.