Confusa sobre su futuro tras abandonar un empleo en 2003, Yan Xu se encontró a sí misma en un lugar improbable. "En aquella época solía llevar conmigo un cuaderno de notas y un bolígrafo, y pasaba todo el día haciendo bocetos urbanos. Me gusta dibujar los edificios clásicos de la ciudad, y fue así como encontré la céntrica catedral de San José".
La catedral de Wuhan, construida en 1876, fue bombardeada en 1944 y restaurada en 1948. En 1966 fue arrasada por la Revolución Cultural china, y reabrió sus puertas en 1980.
La iglesia le pareció "espléndida, hermosa". "Me quedé mirándola y luego regresé para seguir dibujándola", dijo: "Al tercer día, un sacerdote católico se me acercó y me habló de la fe católica. Durante años no me había interesado por la religión, y quería saber más sobre la fe. Aunque no era católica, empecé a ir a misa todos los domingos y rezaba al Señor para que me mostrase el camino".
Aún tardó siete años en bautizarse, ingresando en la Iglesia en esa catedral de San José durante la Vigilia Pascual de 2011.
Yan tiene la sensación de que en China "cada vez más personas están buscando un camino, una vida real... una vida auténtica que tenga sentido y esté llena con la misericordia y la gloria de Dios. Así que, alabado sea el Señor".
"China está lejos de Roma, pero los católicos en China siempre rezan para que en el futuro el Papa visite algún día nuestro país", afirma.
Ser católico en China significa formar parte de una minoría. De los diez millones de personas que viven en Wuhan, sólo 30.000 son católicas: "La República Popular de China es un país socialista. La mayor parte de la gente no tiene simpatías religiosas".
Sin embargo, la fe se vive de una forma muy intensa: "Me encanta mi Iglesia, hay muchos jóvenes católicos maravillosos. Vamos a misa a menudo, rezamos el rosario juntos... la fe católica me hace mejor persona".
Algunas obras de Yan Xu.
Entre las principales dificultades para vivir la fe en China está que las fiestas católicas sean días laborables: "Especialmente en Nochebuena y Navidad, Viernes Santo, Vigilia Pascual y la Asunción de la Virgen María. Si quieres asistir a las celebraciones, normalmente tienes que pedir un día libre".
Yan va siempre a misa los domingos, hace las lecturas y es miembro del coro de la catedral. La misa puede celebrarse públicamente, pero "sólo está permitido en el interior del templo, no podemos salir al patio".
Aunque Roma está muy lejos, ella tiene una forma perfecta para sentirse más cercana a Roma: EWTN. "Todos los días sigo la misa en EWTN. Podemos leer noticias sobre el Papa y la Santa Sede en internet".
Además de mantenerse informados sobre la vida de la Iglesia en todo el mundo, los católicos de Wuhan intentan también formar parte de ella. Algunos jóvenes están planeando viajar a Cracovia para la Jornada Mundial de la Juventud de este año, y la catedral de San José abrió su Puerta Santa el 8 de diciembre.
"La celebración fue muy importante", dice Yan, aunque ella no pudo asistir porque tuvo que trabajar: "La Puerta Santa es un símbolo muy importante, porque Jesús dijo ´Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por Mí´. La gente tiene que atravesar la Puerta de Cristo para salvarse". Yan ve en la apertura de la Puerta Santa otro significado simbólico, porque "nos conecta con la Santa Iglesia Católica: una, santa, católica y apostólica".
Hay tensiones entre la Iglesia católica y el gobierno chino, que ha establecido una Asociación Patriótica Católica paralela que en ocasiones nombra obispos sin la aprobación del Vaticano. Algunos sacerdotes católicos, incluyendo obispos, han sido encarcelados por su lealtad a la Santa Sede.
Estos problemas tienen también incidencia en Wuhan. Yan dice que siempre tiene que enfrentarse "a los prejuicios de otras personas".
En 2007 volvió a la escuela y se graduó en Historia del Arte. Vio en ello "otra forma de ayudarme a mantenerme en contacto con la fe católica".
Cuadro de Yan Xu que representa al Niño Jesús como Rey del Universo.
Yan acaba de crear un retrato especial de Santo Tomás de Aquino, con el que ganó el concurso internacional Veritas et Amor que organiza el Circolo San Tommaso D´Aquino, asociación cultural italiana consagrada al influyente teólogo, filósofo y santo del siglo XIII.
Su retrato presenta a Santo Tomás de Aquino con el estilo de un manuscrito iluminado: "Santo Tomás de Aquino me hace pensar sobre cómo construir el fin de mi vida, y averiguar los planes de Dios para mí. Los planes de Dios son casi siempre insondables... sólo tienes que rezar".
Yan dice que encuentra consuelo en el arte: "Pintar o dibujar cosas de Dios es para mí una forma especial de oración".
Traducción de Carmelo López-Arias.