Entre ellas, Jean-Pier Delaume-Myard, periodista y realizador de 53 años, autor del libro Homosexuel contre le mariage pour tous [Homosexual contra el matrimonio para todos] que no ha dudado en actuar como uno de los portavoces de esa reaccion popular.
En una entrevista de Javier Lozano en Actuall, Delaume se expresa con rotundidad contra la pretensión del lobby gay de representar a todas las personas con atracción por el mismo sexo e imponerles su ideología:
-No es ilógico ser homosexual, defender la familia y ser cristiano practicante. Como homosexual, desde el comienzo de mi compromiso, no lucho contra una comunidad, yo odio el comunitarismo. Obedeciendo a mi alma y mi conciencia, lucho para que cada niño tenga un padre y una madre.
»Si fuera heterosexual, también habría estado al lado de La Manif Pour Tous. Al lado de la razón. Mi compromiso no tiene nada que ver con mi orientación sexual. Me he comprometido porque si se tiene un mínimo de compasión, y utilizo este término a propósito, por el ser humano, honestamente no se puede aceptar privar a un niño de sus puntos de referencia sociales.
-Acepté escribir un libro en Francia (Homosexuel contre le mariage pour tous), recientemente traducido al italiano, porque sé que hay muchos homosexuales que piensan como yo y no se atreven a decirlo por miedo a las represalias. De alguna manera, soy el portavoz de esta mayoría de homosexuales que no puede expresarse. Y espero que mi libro se traduzca un día en España.
-Desde los dieciocho años defiendo la familia; entonces formaba parte de una asociación cristiana. Pero cuando la ex ministra de Justicia Christiane Taubira anunció que las parejas del mismo sexo casadas podrían adoptar un niño en las mismas condiciones que las parejas heterosexuales, me preocupé. En Francia, los medios se desbocaron: “La totalidad de los homosexuales quiere casarse y tener niños”.
»Tuve la desagradable impresión de que me robaban mi opinión, la de un ciudadano de pleno derecho que casualmente es homosexual. Salí a la calle para decir que los homosexuales son ciudadanos responsables. Rechazo que nuestra orientación sexual se convierta en una ley impuesta a todos; rechazo ser el aval de una ley que, antes o después, simplemente va a matar a la familia.
-Me he opuesto al matrimonio homosexual en Francia porque éste prevé la adopción. Todo niño tiene ante todo necesidad de un padre y de una madre para realizarse. Hay una gran diferencia entre tener dos “papás” o dos “mamás” y tener dos padres heterosexuales. La verdadera igualdad tiene su única fuente en la pareja parental. Sólo en ella es incontestable. Pretender borrar este hecho es negar la realidad. Todos debemos la vida a la igualdad hombre-mujer.
-La enorme inestabilidad que se da entre las parejas del mismo sexo, confirmada por numerosos estudios realizados en los países donde ese matrimonio ha sido legalizado, demuestran que las consecuencias para el niño son especialmente el fracaso escolar, los problemas para la futura integración profesional, la morbilidad psíquica y la estabilidad afectiva. Pero también que esos niños tienen unas condiciones socioeconómicas peores que las de los niños nacidos de parejas unidas.
-Desde luego, una pareja del mismo sexo puede aportar a un niño tanta felicidad como una pareja heterosexual. Cierto, y sin embargo… ¿Cuáles serán los puntos de referencia de este niño? Su filiación respecto a la madre o el padre: están también los abuelos, la importancia de cuyo papel en la educación se olvida con demasiada frecuencia. El deseo de hijos, y yo lo sé, es una realidad sincera y dolorosa; pero no justifica que los homosexuales pidamos a la sociedad que transforme esta realidad chapuceramente.
»Con frecuencia, los niños adoptados se preguntan interminablemente sobre las razones por las que sus padres biológicos los abandonaron. Añadir a esto la dificultad de comprender una filiación homoparental es hacerles aún más dura esa tarea, condenarlos a una doble pena.
»Pero en realidad las parejas del mismo sexo no pueden adoptar; la mayoría de los países tienen normas que no lo permiten. ¿Qué hacer entonces? La maternidad subrogada para las parejas de hombres, y la PMA (procreación médicamente asistida) para las parejas de mujeres. Tanto la una como la otra son inaceptables.
-La mujer no es una mercancía y un niño no es una medicina para parejas del mismo sexo con falta de cariño. La maternidad subrogada es una violencia radical ya que es privar a un niño de su derecho inalienable a sus orígenes, del derecho de conocer a su padre y a su madre. Todos hemos nacido de un padre y de una madre. ¿Qué derecho hay para privar a un niño de esto?
La Manif pour Tous sorprendió al gobierno francés y al lobby gay por la variedad, perseverancia y número de los manifestantes contra el "matrimonio" homosexual.
-Los niños nacidos mediante maternidad subrogada se preguntan terriblemente los motivos de su abandono. Y los hermanos y hermanas de estos niños sufren con mucha frecuencia sentimientos de inseguridad y el síndrome del superviviente.
»¿Saben cómo actúan ciertos organismos que venden madres de alquiler para no tener problemas jurídicos con un niño nacido mediante maternidad subrogada y que en la edad adulta quisiera denunciarles? Hacen que el niño tenga tres “madres”, con muchas comillas. La primera es la que dona el óvulo. La segunda, la que va a estar embarazada. La tercera, la que va a adoptarlo. Así confunden las pistas. ¡Esto es inhumano, por no decir –perdónenme la expresión- repugnante!
-En primer lugar, yo no soy gay, sino homosexual. E insisto mucho en esta diferencia. En agosto de 2013, algunos católicos –como yo-, homosexuales –como yo-, opuestos al matrimonio entre personas del mismo sexo –como yo-, tuvieron una repentina vocación de mártires de la causa homosexual, llegando incluso a plantearse la pregunta de si no recibirían el “agradecimiento” de ser por fin justamente reconocidos por la Iglesia.
»“¡Qué los últimos sean los primeros en el mismo corazón de la Iglesia!” escribieron en un texto tituladoLos católicos franceses homosexuales contra la carga moral en la Iglesia y la sociedad que se publicó en la página de Radio Vaticano.
»¿Desde cuándo un católico actúa esperando una recompensa? John Fitzgerald Kennedy decía: “No os preguntéis lo que vuestro país puede hacer por vosotros. Preguntaos lo que podéis hacer por vuestro país”. Católicos homosexuales, no preguntéis a la Iglesia lo que puede hacer por vosotros; preguntaos qué podéis hacer por la humanidad.
-Como católico practicante, nunca he tenido que ponerme una armadura para ir el domingo a la iglesia. Cada vez que he confesado mi sexualidad a un sacerdote, éste no sólo me ha escuchado, sino que me ha acogido con bondad, permitiéndome incluso hacer la lectura de los textos sagrados.
-Como homosexual, que no gay, nunca me he planteado esta pregunta. Vivo como cristiano, simplemente. Mi orientación sexual sólo me concierne a mí; no me levanto cada mañana diciéndome cómo voy a vestirme siendo homosexual, cómo voy a escribir, o qué voy a hacer. ¡Por el contrario, sí lo hago como católico! En realidad, cuando me preguntan por mi profesión, respondo encantado que mi trabajo es ser cristiano. ¡Y es un empleo muy exigente, créanme porque ocupa 24 horas al día, 365 días al año, y este año 366! Tengo muchas actividades en las que intento actuar como cristiano; en mi trabajo, y en consecuencia en mi vida cotidiana, porque para mí el uno y la otra son una unidad.
-El lobby gay no representa a la totalidad de los homosexuales. En Europa, tiene influencia en todas partes. Los medios prefieren dar visibilidad a un homosexual del lobby LGBT antes que a uno que no forme parte de un lobby. Si un homosexual no está de acuerdo con el lobby gay, forzosamente se le manipula y encasilla. El lobby gay ejerce una dictadura insoportable.
-Un ejemplo de esta dictadura es que muchos homosexuales no tienen ninguna gana de casarse. En realidad, las últimas cifras aparecidas en Francia lo demuestran. En su balance de la demografía francesa en 2015, el Instituto Francés de Estadística muestra una importante disminución de los matrimonios del mismo sexo. Mientras en 2014 se celebraron 10.522 uniones homosexuales, en 2015 no hubo más que 8.000. Una caída del 24%.
»Entonces, ¿para quién se hacen las leyes que instituyen esos matrimonios? ¿Para los homosexuales, o para el lobby gay? Insisto: el lobby gay no representa a los homosexuales. Ni en Francia, ni en España. Déjenme añadir que, reclamando derechos que los homosexuales no piden, el lobby gay nos encierra en una categoría de personas especiales en el seno de la humanidad. Lo que de hecho crea una desigualdad.
-¡Homosexual y homófobo, el colmo! Y sin embargo de esto es de lo que me acusa la comunidad gay. Mi compromiso ha tenido consecuencias. He perdido amigos y cada vez que me pronuncio públicamente recibo mensajes abiertamente hostiles en mi página de Facebook: “Vamos a prenderte fuego”, “sucio traidor”, etc.
»Si acepté ser uno de los portavoces de La Manif Pour Tous, no fue como homosexual, esto es secundario en mi compromiso, sino como ciudadano de pleno derecho. Porque no es nuestra sexualidad la que orienta nuestro pensamiento; y los que sí lo piensan, lo digo claramente, son verdaderos homófobos.
-¿Saben que la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA), que se financia exclusivamente con fondos de la Unión Europea, los gobiernos americano y holandés, un trust financiero, la fundación Soros y un donante anónimo, recibió en 2012 1,408 millones de euros? ¿Y que entre 2012 y 2013 se han canalizado a este lobby dos millones de euros? ¿Para qué sirve este dinero? Cuando un homosexual plantea esta pregunta, el lobby gay se siente amenazado.
»En toda Europa hay homosexuales dispuestos a levantarse y decir que el lobby gay no representa en nada a la totalidad de los homosexuales. Pero desgraciadamente, muchos de ellos tienen miedo de la violencia del LGBT.
-El lobby gay está decidido a destruir, y poco importan los medios, las instituciones del matrimonio y la familia; con la ayuda de algunos lobbys feministas, como Femen, que no es el único. Los gobiernos, ya sea en Francia o en España, a fuerza de querer hacer concesiones y leyes para el lobby gay, crean un apartheid no sólo frente a los demás, sino todavía más entre los homosexuales mismos. Y hablo bien de apartheid, es decir, una política ultra-minoritaria y comunitarista contra la mayoría de los ciudadanos.
-Si uno no piensa según el pensamiento único e inicuo, gay, se le considerará homófobo. En realidad, el lobby gay juega a la victimización. No se puede decir nada sin arriesgarse a ser tachado de homófobo. A la inversa, el lobby gay en Francia está fuertemente implantado en los medios y en el mundo político. Cuestionar la ley que instituyó el matrimonio entre personas del mismo sexo no es políticamente correcto. Por eso, pocos hombres o mujeres pedirán la derogación de esta ley con la ocasión de las elecciones presidenciales de 2017, por miedo a ser calificados como homófobos. Al menos la Manif Pour Tous seguirá pidiendo la derogación de la ley que crea el “matrimonio para todos”.
»Consideren la reacción del lobby gay cuando el dúo de diseñadores Dolce & Gabbana dijo durante una entrevista en la revista italiana Panorama que estaban contra la adopción de niños por parejas homosexuales. El cantante Elton John llegó incluso a llamar al boicot de la marca italiana.
Dolce & Gabanna dijeron que un niño debe tener un padre y una madre y se les vino el mundo encima: el lobby gay inició una campaña denigratoria para obligarles a rectificar.
-La cuestión de la ideología de género está íntimamente ligada a la Procreación Médicamente Asistida y su corolario, la gestación subrogada. Para hacer creer que un hombre con un hombre, o una mujer con una mujer, pueden tener un niño, nos imponen la ideología de género.
»Más que una palabra, el concepto de género es el instrumento de una revolución antropológica y cultural en nuestras sociedades postmodernas en busca de identidad e igualdad. Sociedades en las que la razón y la libertad no se apoyan en la realidad de las personas y de las cosas, sino sobre deseos y fantasías. Sociedades en las que el individuo representado por lobbies ultra-minoritarios, pero terriblemente eficaces, exige al poder democrático el reconocimiento de sus reivindicaciones que él considera nuevos derechos imponiendo nuevas normas. Por último, en su forma subversiva, el concepto de género es el elemento que muestra una sociedad que ya no sabe quién es y que rechaza que la realidad limite sus deseos.
-El lobby gay no deja de ejercer múltiples presiones sobre las instituciones, sean éstas las que sean, para progresivamente, y a cualquier coste, la sociedad se parezca a la de sus sueños. ¿Cuál es entonces el interés en crear nuevos problemas y choques, propagando e imponiendo por la fuerza esta “teoría de género”?
-Esta visión de la sociedad lleva en sus orígenes un sentido ideológico que no tiene en cuenta la realidad de la persona desde los puntos de vista biológico y social. Así, la igualdad de derechos no sería considerada ya desde la perspectiva del hombre y la mujer, demasiado identitario, sino en tanto que heterosexual u homosexual. Sin embargo, no es justo decir que una persona es heterosexual u homosexual. Lo cierto es que una relación sexual puede ser heterosexual u homosexual. La orientación sexual de un individuo no le impide ser hombre o mujer. Esta visión reductora no considera toda la riqueza de las personas, más allá de los comportamientos o los roles.
»Por desgracia, en un futuro próximo, podemos esperar cualquier cosa. ¡Los ideólogos son muy poderosos para imponernos su diktat!
-En La Manif pour Tous Francia tenemos motivos para alegrarnos. El combate continúa y se lucha por toda Europa. Unos tras otros, los países exhiben nuestros bellos colores, rosas y azules. Pienso especialmente en Alemania, Islandia, Polonia, Bélgica, Finlandia, Croacia, y desde luego en España. Fuera de Europa, otros países blanden con valentía nuestro estandarte.
»Recientemente, hemos lanzado una ofensiva en Europa en favor del matrimonio hombre-mujer y la filiación padre-madre-hijo. Desde un espíritu de clarificación, pero también de unidad, la iniciativa ciudadana Mum, Dad & Kids (Mamá, Papá y Niños) propone la adopción por parte de la Unión Europea de una definición del matrimonio y de la familia en la legislación comunitaria. Esta doble definición, que corresponde a la base común de todas las legislaciones de los Estados miembros de la UE, busca clarificar los textos europeos, algunos de los cuales se refieren a la familia de manera ambigua e incluso contradictoria entre sus propios textos y las legislaciones de algunos países miembros.
-Asociaciones de toda Europa acaban de lanzar una iniciativa ciudadana que se presentó oficialmente el 18 de abril, en París. Se trata de una fuerte ofensiva sobre las legislaciones nacionales en Europa: el matrimonio hombre-mujer y la familia fundada sobre la pareja casada y/o la descendencia deben ser reconocidos oficialmente por Europa, siendo las eventuales ampliaciones competencia exclusiva de los parlamentos nacionales.
»¡No cederemos nada jamás, lo quieran algunos o no. La Manif Pour tous en Francia forma parte de la Gran Novela Nacional, por mucho tiempo y mucho más allá de 2017!