En una conferencia de prensa, Cuca destacó una experiencia que lo marcó hace dos años en China mientras dirigía al Shandong Luneng Taishan.
Un día uno de los jugadores chinos miró con curiosidad su camiseta de Santa María. “Él me preguntó quién era aquella mujer bonita. Yo le respondí que es la Madre de Jesús”, relató Alexi. Dice que como católico siente una misión: "llevo mi fe y no superstición”, afirmó.
En este aspecto hay que tener en cuenta que Brasil es el país con más católicos del mundo, con un 88% de devotos.
"Cuca" proviene de una familia católica. De niño era muy devoto y siempre iba a la Iglesia.
Su madre declaró al diario brasileño UOL que cuando bautizó a su hijo "lo entregó a la Virgen. Ella lo está cuidando”.
Durante su carrera como jugador y entrenador ha mantenido su fe católica. Antes de cada partido se arrodilla para orar delante de la imagen de la Virgen, que está en un altar de los vestuarios y cuando sale a la cancha hace la señal de la cruz.
El entrenador dijo luego que en una ocasión ganaron un partido gracias a un gol que “ese jugador, que era defensa, anotó en el minuto 48 del segundo tiempo”.
“Yo llevaba puesta la camiseta y cuando él me abrazó la señaló y dijo: ‘My mother’ (mi madre). Eso me estremeció”, recordó.
El técnico recordó además que en 2013, cuando entrenaba al Atlético Mineiro y ganaron la Copa Libertadores, también llevaba puesta la camiseta con la imagen de la Virgen “no para que me dé suerte sino porque ella me fortalece”.
En 2014 sucedió algo similar durante el Mundial de Clubes en Marruecos, aunque explicó que no solo pedía la ayuda de la Virgen para ganar ese campeonato sino en general, para la vida: “creo tanto en la Virgen María que no tengo vergüenza de usar la camiseta en la calle, en el juego o en el trabajo”, manifestó.
Actualmente es entrenador del Palmeira de Sao Paulo y afirmó que como católico tiene la obligación de “llevar la imagen de la Virgen a la juventud”.