En la entrevista, que tuvo lugar el 12 de marzo del año pasado con la periodista de la BBC Caroline Wyatt, Richard Page dijo: "Mi responsabilidad como magistrado es hacer lo que creo mejor para el niño; por consiguiente, consideré que lo mejor era que un hombre y una mujer fueran los padres de adopción".
Page, que ha sido magistrado durante 15 años y ha formado parte del Comité para la Familia del Tribunal Central de Kent, hacía menos de un mes que ejercía como Juez de Paz. Pero el Lord Canciller y Secretario de Estado de Justicia, Michael Gove, ha usado este caso como declaración política.
En cierto modo es irónico que la entrevista por la que Page ha sido destituido fuera parte de un debate televisivo sobre la exclusión de los cristianos de la vida pública. El programa de la BBC se realizó tras la investigación llevada a cabo por la Comisión de Igualdad y de Derechos Humanos sobre los desafíos a los que se enfrenta la religión en el Reino Unido.
Page fue cuestionado por sus superiores por primera vez a finales de 2014 cuando, tras escuchar un caso de adopción, no estuvo de acuerdo con sus compañeros magistrados que defendían que permitir la adopción o acogimiento por parte de una pareja del mismo sexo era "en el interés superior del niño". Page llegó a su decisión tras ponderar las pruebas presentadas en el Tribunal; por lo tanto, en conciencia, no podía fallar en favor de la pareja del mismo sexo. Fue denunciado, reprendido y forzado a participar en cursos de "re-educación", lo cual hizo.
Richard Page cree que la maniobra política hecha por el gobierno para facilitar la adopción y acogimiento por parte de parejas del mismo sexo no está fundada en ninguna investigación educativa o psicológica fiable y sólida sobre el efecto que esto puede causar en los niños.
Las declaraciones de Page a los medios de comunicación llegaron a sus superiores, lo que llevó al Comité Disciplinario de la Oficina de Investigación sobre Conducta Judicial a investigar el caso. El resultado: aconsejaron la destitución de Page al Secretario de Estado de Justicia y Lord Canciller.
Comentando su destitución, Page, de 69 años, que ha trabajado en el ámbito de la salud mental durante veinte años, dice: "Como magistrado con una amplia experiencia, he juzgado cientos de casos; y en cada uno de ellos he llegado a la sentencia según las pruebas, sólo las pruebas, que se nos presentaron, a mí y a mis colegas. Éste es el juramento que hice cuando me convertí en Juez de Paz".
"Cuando presides un Tribunal de Familia tienes una responsabilidad enorme: asegurar el bienestar general de los niños que van a ser adoptados por las familias. Ponderas los informes y las referencias que tienes en las manos y escuchas a los testigos. En el caso de parejas del mismo sexo que quieren adoptar o acoger a niños, es muy reciente que este tipo de parejas puedan adoptar y acoger, por lo que no ha habido tiempo para llevar a cabo un estudio profundo sobre los efectos que este tipo de adopción y acogimiento tienen en el bienestar y desarrollo emocional y educativo de los niños.
"Como magistrado, tengo que actuar con las pruebas que tengo ante mí y, sinceramente, no creo que haya suficientes pruebas que me convenzan de que dar un niño en adopción o acogida a una pareja del mismo sexo pueda ser beneficioso para el niño, como lo es en cambio estar con un padre y una madre, tal como han establecido Dios y la naturaleza.
"Me sorprende que el Lord Canciller se someta a la nueva ortodoxia política, lo que equivale a llevar a cabo una experimentación social sobre la vida de los niños más vulnerables de nuestra sociedad.
"Es estremecedor que se me castigue y se me silencie por expresar un punto de vista distinto. Desafiaré esta decisión porque me parece mezquina e intolerante. Es vital que los Tribunales de Familia tengan en mente el superior interés del niño. No puedo creer que el establishment esté intentando silenciar a alguien como yo, que le ha servido incondicionalmente durante toda mi vida laboral".
Page está recibiendo el apoyo del Christian Legal Centre y de su Consejero Permanente, el abogado defensor de los derechos humanos Paul Diamond.
La directora ejecutiva del Christian Legal Centre, Andrea Minichiello Williams, ha comentado sobre este caso: "El Lord Canciller ha destituido a Richard porque, supuestamente, ´tiene prejuicios´ y por hablar con los medios de comunicación sobre lo que le ha ocurrido".
"Este caso desenmascara el rostro de la nueva ortodoxia política: es cruel. Intenta silenciar las opiniones distintas y si fracasa, destruye y castiga a la persona que mantiene estas opiniones.
"Destituir a alguien como Richard de su cargo es la locura moderna. Ha dedicado su vida a la administración pública, es un experto en salud mental y está motivado por su fe cristiana y por una profunda compasión hacia las personas".
(Publicado en Christian Concern; traducción de Helena Faccia Serrano, diócesis de Alcalá de Henares)
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