“Cuando el Papa Francisco anunció el Gran Jubileo de la Misericordia y abrió la Puerta Santa de la Misericordia, sentí en lo más íntimo que una puerta de mi corazón se estaba abriendo, y que una dolorosísima herida era tocada”. Es Vernon Noronha, de 26 años, un joven cantautor indio, quien lo explica al recordar que su padre abandonó su familia por un tema de alcoholismo.
“Nuestro Santo Padre –continúa- habla siempre de amor y de perdón. El único modo que yo conozco para expresar mis sentimientos y emociones es la música. Como cantautor, he volcado todo mi corazón en la canción. En el vídeo se puede ver a mi padre Jack, un alcohólico, que de alguna manera –entre el flashback de juegos con su familia en la playa y los altercados entre borrachos y policías- se convierte en un fracasado, incapaz de hacerse responsable del cuidado de su esposa y de su pequeño hijo”.
El video clip se titula “Closer to home (Más cerca de casa)” y la canción para su padre lleva como título “Come back Jack (Regresa, Jack)”: es una canción similar a una balada, sobria y de un tono muy íntimo. “Comencé a escribir esta canción cuando me di cuenta de que a mi padre lo había perdido”. Vernon no ve más a su padre desde abril de 2013.
“Espero que esta canción llegue hasta él. Mi padre era una persona generosa y gentil, pero tímida. Estas características me las comunicó a mí. Él añadía color a nuestra vida. Con su abandono, terminaron para nosotros el color y la vitalidad. Le dediqué esta canción a mi padre porque lo extraño tanto, y lo recuerdo cada vez que escucho o canto esta canción”.
“La desaparición suya de mi vida es una herida profunda que requiere de años para sanar: es algo muy doloroso, porque es una falta que brinda un sentido de lo no finito. La canción ‘Come back Jack’ expresa en poesía todo este dolor. Dice: ‘Si quieres volver a casa/Puedes estar aquí…”.
“El Papa Francisco –continúa– ha jugado un rol fundamental en este video… Comencé a componer las poesías en este Jubileo, y estas músicas son un tributo al poder transformador que tiene este Papa: él conoce las emociones profundas que hieren el corazón de tantas personas. Me siento muy cercano a cualquier persona que viva situaciones similares. Mi mensaje para ellos es que han de tener confianza y fe en Dios, porque hay un designio que Él está realizando”.
Vernon tiene otra herida más: su madre, Violet Noronha murió en 2005, por una obstrucción renal.
“Mi madre –dice– era una mujer enérgica, colmada de trabajo, maravillosa y dulce. Sostener a dos hijos con un marido alcohólico no era fácil. Y aún así, incluso en los períodos más duros, ella nunca dejó que nos faltara algo. Nadie se iba a la cama sin haber comido la cena. Fue la primera en reconocer mi talento y me decía a menudo que le agradaba el tono de mi voz. Si soy educado, se lo debo a mi madre”.
“Luego de la obstrucción en ambos riñones –cuenta- ella estuvo en diálisis durante cuatro años. Pero su fe la mantenía alegre y siempre me daba aliento. Su fe en Dios era fuerte como una roca. Rezaba siempre por un milagro, y, en efecto, un milagro sucedió: en ese período de cuatro años mi padre dejó de beber y cuidó de mi madre. Ella exhaló su último suspiro el 7 de octubre de 2005”.