El Comandante Alfa ha recogido su experiencia de 38 años en un libro, Cuore di rondine [Corazón de golondrina], que está presentando por toda Italia con gran éxito. No se informa de su nombre ni se ve su rostro, que se presenta en público cubierto por un pasamontañas, pero es uno de los fundadores del GIS (Gruppo Intervento Speciale), el grupo de operaciones especiales de los Carabinieri.
Fue creado en 1977 como consecuencia del auge del terrorismo y de la situaciones con rehenes. Fue una iniciativa del entonces ministro del Interior y posterior primer ministro y presidente de la República Francesco Cossiga (1928-2010), quien dimitió precisamente a raíz del asesinato de Aldo Moro en 1978 por parte de las Brigadas Rojas.
El Comandante Alfa tenía 26 años y era militar del cuerpo de paracaidistas cuando fue seleccionado como uno de los cinco iniciadores de la unidad, y ha participado en varias de sus principales operaciones, como la primera importante, el 29 de diciembre de 1980, resolviendo un motín en la cárcel de Trani en el que habían sido secuestrados 18 funcionarios de prisiones. O la liberación en 1990 de la niña de 8 años Patrizia Tacchella, hija del presidente de Carrera Jeans, "el rey de los vaqueros", secuestrada por una insólita banda de empresarios en apuros económicos. O la intervención en Nasiriya (Irak) en 2003, en un ataque contra fuerzas italianas.
Poco se sabe del Cisne (así le llamaban porque era considerado "el Marco van Basten del GIS"), aunque su ligero acento desvela sus orígenes sicilianos, según cuenta Mirko Testa en Aleteia, donde el Comandante Alfa se presenta como un hombre de fe.
"Soy católico y creo que soy muy creyente. Tengo mucha fe en Dios y cada paso que doy va encaminado a Él", explica.
Su jornada comienza "confiando a Dios las expectativas, miedos y esperanzas del día haciendo la señal de la Cruz". Y también pidiéndole una humildad necesaria en un grupo de élite donde sólo están los mejores: "Hay que dejar de lado toda vanagloria", afirma. Y bromea con ello: "Existe un solo Dios... y ciertamente no tiene cara de carabinero del GIS".
"A veces, por mi trabajo, me resulta difícil ir a misa con frecuencia, pero para mi familia es una cita irrenunciable y cuando estoy en casa voy a la iglesia con mis hijos", cuenta el Comandante Alfa.
Para cuya fe hay una explicación: "Siempre le agradeceré a mi madre haberme dado una educación cristiana y haber sido para mí un ejemplo de honestidad".
Pero él tiene "dos madres", porque también está la del cielo: "María es nuestra madre, la madre de todos, mira a sus hijos con benevolencia y nos protege".
La Madonna di Montenero, venerada en uno de los santuarios de mayor devoción en la Toscana.
Siente un amor especial por la Virgen de las Gracias que se venera en el Santuario de Montenero, que desde un alto domina el puerto de Livorno, en la Toscana.
Allí, en 1394, un pastor pobre y tullido encontró milagrosamente una imagen que llevó para su custodia a un eremita. En aquel monte convivían éstos con los bandidos, pero muy pronto empezó a despertarse una gran devoción a esa Virgen en toda la comarca, que ha durado hasta hoy.
Allí acude siempre que puede el Comandante Alfa: "Rezo por mis hijos, por tener salud, por la familia. Además, como miembro de los GIS, es inevitable pedir a Dios que proteja mi vida y la de mis compañeros, que son una segunda familia, y por el buen resultado de las operaciones: que no haya muertos ni heridos y recibamos mucha fuerza moral y espiritual para poder afrontar situaciones complicadas".
Publicado en Cari Filii.