El 24º Congreso Católicos y Vida Pública, que se celebra en la Universidad San Pablo CEU de Madrid ha tenido como conferenciante de la mañana del sábado al analista de la Heritage Foundation Richard Reinsch, quien ha hablado del peligro del wokismo, una ideología centrada en "políticas identitarias" que busca disolver la tradición y cultura occidental, empleando para ello el miedo, amedrentando y amenazando con despidos, gritos o el aislamiento social y laboral. Ignacio Ibáñez Ferrándiz presentó a Reinsch, que por primera vez visita España, como "uno de los intelectuales más sobresalientes de una nueva generación de pensadores conservadores en Estados Unidos, que hacen un esfuerzo por modernizar ese pensamiento en los debates actuales. La Heritage Foundation es quizá el think tank conservador más influyente en EEUU". Reinsch difunde sus ideas a través de la revista del Liberty Fund, su podcast Liberty Law Talk y como columnista en el Daily Signal, una publicación de la fundación. Reinsch señaló que en Estados Unidos, como en Europa, el movimiento woke presenta a los varones blancos, y también a la cultura cristiana, como culpables automáticos y herederos de todo tipo de horrores y maldades, de los que se compondría todo Occidente, educando en "el odio a nuestra herencia histórica". Este pensmaiento se alía con la ideología transgñénero y queer que niega la realidad natural de los cuerpos y propone su modificación por el mero deseo, escondiendo los daños de salud y los daños sociales que pueda causar.
Los peligros del wokismo
El activismo woke busca hundir a los occidentales "en un conjunto igualitario de agravios, redistribución y retribución”. El wokismo busca además erosionar a familia, y concentrar el máximo de poder en el Estado. Con el wokismo, aseguró, "los rasgos que definen a una comunidad decente, como el perdón, la humildad y el acuerdo, no serán posibles, y quienes los sugieran serán acusados de racismo".
El wokismo juzga a los colectivos en masa y por su supuesta herencia, no se preocupa por la integridad personal. Además, combate la libertad intelectual, porque filtra cualquier debate mediante "un conjunto de censores que castigarían o bendecirían nuestras palabras según sus criterios ideológicos y, por tanto, nuestra forma de pensar y hablar giraría en torno a numerosos testimonios sobre la opresión”.Contra la historia: el pasado, ¿todo es horror?
En Estados Unidos, como en Europa, las estatuas se derriban, las tumbas se profanan, hay ataques contra la historia, se usa la historia del pasado como arma contra grupos del presente, ciertos crímenes se blanquean y ciertos criminales se presentan como si fueran luchadores por la democracia. Se evita el debate argumentado de ideas y se destruyen monumentos, "prácticas compartidas por talibanes y soviéticos por igual".
Estados Unidos, un país orgulloso de haber nacido como una rebelión contra un poder absolutista buscando más libertades, se encuentra ahora con que se le acusa de haber iniciado la guerra de independencia ¡para poder mantener la esclavitud! Reinsch insiste en que la acusación no tiene base histórica, pero es un ejemplo de la voluntad de desmantelar cualquier orgullo nacional. Recuerda que hubo estados esclavistas, pero también estados abolicionistas, algunos desde su primer momento de independencia, y ambas cosas forman parte de la historia del país. También la prohibición de la esclavitud tras la Guerra Civil se construyó sobre los valores constitucionales previos, no contra ellos. Tras el wokismo, está el pensamiento marxista, y la idea de que para crear la "nueva sociedad, que será mejor" hay que destruir y demoler la anterior. Este objetivo es tan justo, que para los woke -como antes para los comunistas- casi cualquier medio está justificado, y en cualquier caso la moral no tiene valor alguno. El método es "paralizar las instituciones, minar la credibilidad moral del Gobierno y las instituciones", y pasar toda la credibilidad solo a los revolucionarios. En EEUU, denuncia, en muchos ámbitos "los conservadores no pueden hablar en instituciones y medios; los padres ven que los tribunales les separan de sus hijos, grupos de profesores toman decisiones sobre los niños ignorando a los padres". Como inspiradores están figuras del pensamiento como Derrida, Michel Foucault, Gramsci... El objetivo es que Occidente ya no entienda su propia tradición y filosofía y piense que todo en el pasado fue horror."Los conservadores, cuando llegan al poder, deberían emplearlo, no dejar las cosas como están", dijo Reinsch.
La respuesta cristiana: la verdad y la razón
Frente a esto, el cristianismo defiende la verdad y la razón, junto con Dios. Reinsch pone el ejemplo del Prólogo de San Juan: "En el principio estaba el Verbo, y nada se hizo sin Él". Recordó a Benedicto XVI, quien señaló que Dios "es capaz de comunicarse precisamente como razón". Cuando Cristo dijo a Pilatos que "mi reino no es de este mundo", en parte se refería a que su Reino implica la verdad, pero Pilato respondió: "¿Y qué es la verdad?"
Reinsch considera una falsa humildad decir que los hombres no tenemos capacidad para la verdad y evitar el tema. "La verdad es la conformidad del intelecto con la realidad, dicen los clásicos. Tomás dice que la verdad, propiamente, está en la mente de Dios. Pero Cristo da testimonio de la verdad a los hombres. Y el hombre, por su naturaleza, busca la verdad". Al final, señala, proponer y defender la verdad es el mejor y único antídoto contra el wokismo y otras ideologías engañosas.Resistir a las presiones y responder
Una de las riquezas del Católicos y Vida Pública es la libertad de los congresistas para hacer preguntas. Así, Javier Fernández-Cid, presidente de Acción Social Empresarial, preguntó si de verdad en EEUU el poder woke consigue bloquear empleos y currículos laborales en el mundo de la empresa. Reinsch señaló que sí, especialmente porque hay unas "élites formadas todas en las mismas universidades, que se apoyan y refuerzan unos a otros", usando el wokismo como instrumento. Señaló que ya se advierte una clara emigración de personas conservadoras a estados más conservadores donde no vayan a ser acosados por activistas y normas woke.
Allí donde las ideologías dañinas tienen poder, los cristianos deberían, dijo, "aprender de Soltzhenitsyn, de su famoso discurso 'Vivir sin mentiras', de comprometerse a nunca participar en la mentira, y cuando puedas decir la verdad. Él pensaba que cuando suficientes personas dijeran 'viviré sin mentiras' la URSS caería".
Por otra parte, dijo "los conservadores, cuando llegan al poder, deberían emplearlo, no dejar las cosas como están. Deben usar el poder creativamente y sin miedo, en defensa del país, la ley y la cultura". También su presentador, Ignacio Ibáñez, animó a usar el humor, "ser proactivos y no esperar de manera pasiva a ser mártires, sino salir y actuar. Este Congreso llama a la acción: ocupemos los espacios de poder, tengamos la valentía de estar en instituciones que quizá nos parecen dominadas por grupos ideologizados. Y tengamos la valentía de crear espacios de entendimiento, espacios para tender la mano. Hemos de perdonar y buscar el diálogo, aunque sabemos que pedir perdón a ciertas ideologías no funciona. Creemos espacios culturales, medios de comunicación. Seamos proactivos", insistió Ibáñez.Un taller: la Iglesia y la ciencia en el siglo XXI
El Congreso Católicos y Vida Pública cuenta con 7 talleres, sobre distintos temas: familia, escuela, historia, arte, derecho, economía y ciencia.
ReL ha acudido al taller de ciencia, con el catedrático de Química Javier Pérez Castells y el astrobiólogo Enrique Solano, presidente de la Asociación de Científicos Católicos. Entre los asistentes había jóvenes estudiantes de medicina, profesoras de antropología, algún sacerdote, el diputado y profesor Francisco José Contreras y el catedrático de Física Fernando Sols. En total, unos 20 asistentes, que es bastante menos que en otros talleres pero permitía más participación.Enrique Solano, de la Sociedad de Científicos Católicos, participó en el taller sobre Ciencia e Iglesia (para contactar con la Sociedad en España, clic aquí). Solano defendió que la estrategia de algunos cristianos de presentar un "Dios tapa-agujeros es un error". En la Sociedad de Científicos Católicos prefieren "alabar a Dios por lo que sabemos de la Creación, que es asombroso, no por lo que no sabemos". Explicó que "la ciencia sigue el método científico, no reinventa la rueda, trabaja sobre lo que ya se sabe, es un buen método... pero no se puede diseñar un experimento que demuestre o refute la existencia de Dios. La ciencia no es el instrumento para eso". Aún así, lo que muestra puede llevarnos a sospechar que la existencia de Dios es más que razonable. Quiso romper el bulo que dice que la Iglesia ve con malos ojos el estudio de la naturaleza. "El capítulo 13 del libro de la Sabiduría dice: "a partir de la grandeza y hermosura de las cosas, se llega, por analogía, a contemplar a su Autor. Y Romanos 20: "el poder de Dios se hace visible a los ojos de la inteligencia, por medio de sus obras". El beato y científico Nicolás Steno pedía examinar la majestad de Dios en su naturaleza y creación. "Lo cierto es que no hay ningún momento en que un científico, investigando, de repente se detenga y diga: 'con lo que estoy descubriendo, en esta encrucijada, debería hacerme ateo, ya no puedo optar por la fe'. Eso no se da, y lo contrario, agnósticos que pasan a creer asombrados por la Creación, sí sucede con cierta frecuencia", señaló Solano. Esto sigue pasando hoy. Anton Zeilinger, el Nobel de física de 2022, declaró que "las cosas que descubrimos son tan impresionantes que he decidido creer". Solano afirmó que "ciencia y religión católica no sólo coexisten, sino que se ayudan mutuamente en la búsqueda de la verdad" Y puso como ejemplo la historia del Observatorio vaticano, que aún hoy, desde su sede astronómica en el desierto de Arizona, en el Monte Graham, realiza tareas de divulgación científica y de investigación. Como ejemplo, el catálogo de meteoritos del Observatorio, "1.100 ejemplos de 500 caídas de meteoritos, un catálogo que sirve para identificar tipos de asteroides. Y muchos otros temas, como trabajo con equipos que investigan los asteroides troyanos, los que siguen la órbita de Júpiter". Solano animó a los científicos a conocer la Sociedad de Científicos Católicos, que nació en 2016 con 5 miembros y tiene ya 1700 socios en más de 50 países. Su web internacional es CatholicScientists.org. En España es CientificosCatolicos.com . "En España llevamos 3 meses y ya contamos con 70 miembros de disciplinas variadas, por ahora".
El científico cristiano ha de dar testimonio
También recordó Solano que "es necesario que el científico católico salga y dé testimonio. Es un mandato de Cristo: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio". También lo enseña la parábola de los talentos".
Como ejemplo, puso a un científico posando con la primera foto de un agujero negro, de 2019. "Se trata de Heino Falcke... que además de astrónomo es pastor protestante y nunca lo oculta. Entre los católicos está Jerome Lejeune, descubridor de la trisomía 21, Premio Kennedy en el 62, Premio William de Genética en EEUU en 1969... pero desde que habló contra el aborto, ya no recibió premios científicos ni financiación del estado. Pero desde 2021 es Venerable para la Iglesia Católica. Y este año murió César Nombela, científico de gran nivel, ejemplar por su voto particular en el Comité de Bioética en 2009, votando contra la ley del aborto". Otros se sumaron al recuerdo de César Nombela y propusieron su nombre para algún premio, sala relevante o iniciativa.La bioética, campo de frontera
En el debate entre los asistentes, el tema más común fue el de la bioética, la capacidad de explicar la postura católica provida desde la ciencia y la buena ética médica. Pero todos los científicos en la sala insistieron que ahí no hay debate científico, que la ciencia tiene claro que el embrión humano es un individuo humano desde la concepción.
Respecto a la exigencia de algunos de "demostrar" científicamente a Dios, Fernando Sols planteó una idea de alcance: "Hasta las matemáticas, que es el gran refugio de la ciencia y la lógica, tiene axiomas ciertos... ¡pero que no se pueden demostrar, no hoy, sino que son indemostrables! Tampoco tiene sentido pedir demostraciones irrefutables sobre Dios". Pero el tema epistemológico, siendo apasionante, no interesaba tanto a los jóvenes como los retos ligados a la bioética.