"Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos". En estas palabras de Jesucristo se inscribe la trayectoria de Maria Ta Phong Tan, católica conversa que ha llegado a Estados Unidos tras pasar 3 añose n la cárcel en Vietnam.
"En la prisión comunista me las arreglé para mantener viva mi fe. Oré y Dios me ha dado muchas bendiciones. En la prisión me trataron en forma tan cruel, pero nunca lloré delante de ellos", declaró ante la prensa californiana con un rosario al cuello.
Esas fueron las primeras palabras de la disidente y bloguera Maria Ta Phong Tan, vietnamita y católica conversa, al llegar a Estados Unidos tras haber pasado 3 años encarcelada por el régimen comunista de su país.
Lo peor en este periodo fue enterarse que su madre, que no era cristiana, se suicidó prendiéndose fuego para llamar la atención sobre el caso de su hija y reivindicar su libertad.
"Se me rompió el corazón por el dolor y la tristeza, cuando me enteré de que mi madre se había sacrificado por mi condena", declaró la disidente desde Los Ángeles, donde llegó el 20 de septiembre.
Maria Ta Phong Tan como bloguera... y con su uniforme de Policía; fue expulsada del cuerpo y del Partido Comunista en 2006 por sus críticas al régimen y a los abusos contra los derechos humanos; "just released" significa "acabada de liberar"
De 47 años de edad, Tan ha cumplido en prisión tres de los 10 años a los que fue condenada por "propaganda contra el Estado" (artículo 88 del Código Penal), en referencia a su blog sobre libertades y derechos humanos llamado Cong Ly v Su That (Justicia y Verdad).
Ella, que había sido miembro del Partido Comunista y oficial de policía muchos años, denunciaba especialmente los abusos contra los derechos humanos y la corrupción entre los funcionarios de la Policía y el sistema de justicia".
Ta Phong Tan empezó a publicar denuncias en un blog de Internet siendo aún oficial de policía y miembro del Partido Comunista. En 2004 se consideró ya una periodista freelance centrada en la denuncia de injusticias.
En 2006 creó un blog especializado, Cong Ly va Su That ("Justicia y Verdad") que se hizo famoso, sobre todo, porque difundía lo que pasaba dentro de las comisarías y en los pasillos de la Policía: abusos, corrupción y malos tratos, rompiendo la opacidad del régimen. También criticaba la política del Partido Comunista.
Ese mismo año, Tan fue expulsada del Partido y del cuerpo policial.
En esta época de compromiso con la justicia y la verdad conoció a un abogado y activista de derechos humanos que era católico y que la inspiró.
Con el tiempo, explorando la fe, decidió que quería ser bautizada y seguir a Jesucristo. Tomó el nombre cristiano de María. Como otros disidentes católicos, encontró apoyo y fortaleza en los padres redentoristas de la antigua Saigón.
Cinco años después de su expulsión de la Policía y del Partido, en septiembre de 2011, llegó su detención, junto a la de Nguyen Van Hai (también conocido como Dieu Cay), fundador de la Asociación de Periodistas Independientes de Vietnam (Ijavn), a la que ella se había afiliado.
Era acusada de escribir propaganda antiestatal y en un primer momento se pedía para ella 20 años de cárcel. Al final fue sentenciada a 10 años. Diversas entidades internacionales protestaron por el juicio contra ella y otros blogueros y periodistas y su caso adquirió más notoriedad con el suicidio de su madre que se prendió fuego y murió junto a un edificio gubernamental.
Su familia denunció que María sufría amenazas y acoso psicológico por parte de otros presos y compañeros de celda. Ella dice ahora que fue su fe cristiana lo que la ayudó.
Su liberación después de tres años de cárcel parece ser el resultado de la presión diplomática ejercida por Washington contra Hanoi. Dieu Cay fui liberado un año antes y también se refugió en EEUU.
Ella señala que no es una liberación real, sino más bien una "suspensión temporal" de la sentencia, que el 19 de septiembre permitió a la mujer salir de la prisión de Thanh Hoa (en el norte).
"No se trata de una expulsión", matiza la activista católica. Ella promete "seguir luchando por la democracia y los derechos humanos" en el país.
En estos primeros días como una mujer libre, ha dado gracias a quienes han trabajado por su liberación: la Embajada de Estados Unidos en Hanoi, el Consulado en Ciudad Ho Chi Minh, todas las ONG, Reporteros sin Fronteras, (RSF) y los Padres Redentoristas."Todas estas personas me han sido de gran ayuda mientras estaba en la cárcel comunista", afirma.
"Voy a seguir luchando por la justicia, la verdad y la democracia en Vietnam", promete la blogger católica, esperando que el gobierno de Hanoi "ayudará a que la gente tenga libertad de pensamiento, democracia real" porque "hace demasiado tiempo que viven en el miedo", recuerda, refiriéndose a los 70 años de dictadura comunista. "Si el régimen comunista no hace los cambios marcados por una verdadera democracia, un día el pueblo se rebelará para derrocar al régimen".
Desde hace tiempo en Vietnam hay una dura campaña contra los disidentes del gobierno, los bloggers, los líderes religiosos (incluyendo budistas), activistas católicos y comunidades enteras, como ocurrió en 2013 en la diócesis de Vinh, en donde los medios de comunicación y el gobierno han promovido una campaña difamatoria y ataques dirigidos contra obispos y fieles. La represión también afecta a las personas, culpables de reclamar el derecho a la libertad religiosa y el respeto de los derechos civiles de los ciudadanos.
Los activistas y grupos pro derechos humanos informan que, en la actualidad, hay entre 150 y 200 bloggers y activistas detenidos en las cárceles vietnamitas, con la única culpa de haber querido ejercer (y defender) los derechos humanos básicos.