Ha muerto de leucemia, con 13 años, Jorge Pablo Valverde Watson, el hijo del popular cantante y evangelizador Martín Valverde, un niño que tenía parálisis cerebral de nacimiento. El muchacho era muy conocido y amado por muchos otros músicos católicos de España e Hispanoamérica, amigos de la familia, que le llamaban Pablito o Pablete. Dos semanas antes celebró su cumpleaños, sabiendo todos que se acercaba el final.
Martín Valverde a menudo hablaba de él y del don de los "niños especiales" en sus conciertos.
"Mi toma de tierra para que no se me suba la fama a la cabeza es mi familia, incluyendo a mi hijo, con parálisis cerebral. Él es un regalo de Dios para recordarnos la vida real", explicaba el popular cantante entrevistado en una de sus giras en España. En otros conciertos presentaba a su hijo como una conexión "sin hilos, wi-fi" con el Cielo y su sabiduría.
Ahora, al reflexionar en redes sociales sobre la muerte del niño, retoma una de las frases de San Pablo que musicó en ese disco: "He peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe. Y ya está preparada para mí la corona de justicia, que el Señor, como justo Juez, me dará en ese Día, y no solamente a mí, sino a todos los que aman su venida" (2 Timoteo 4,7-8).
Una pena en observación, compartida en redes
En redes sociales, donde le siguen muchas personas, ha anunciado el fallecimiento y los funerales.
Su primer mensaje daba la noticia: "Con la mezcla de sentimientos que causan estos momentos en nuestra vida, les compartimos que nuestro hijo Pablo hoy ha vivido su Pascua y ya está con Jesús en la casa del Padre. El dolor está presente, pero lo envuelve a la esperanza, de corazón gracias totales a los que oraron estuvieron e hicieron todo por apoyarnos. Dios los bendiga, este soldado finalmente descansa".
Después, comentó aspectos del funeral en la parroquia de la Virgen de Bugambilias en Zapopán, México. "Tuvimos la bendición de poder tener a pastores con olor a oveja en la celebración por Pablo ayer. El Padre Juan Solana de Encounter Magdala, el Padre Padre Ricardo López Díaz de la Comunidad del Salto. De maravilloso y generoso anfitrión al Padre Javier de Nuestra Sra. de Bugambilias Parroquia y al Padre Ángel Hernández Ayllón".
Funeral de Pablito, con sus padres, Martín Valverde y Lizzy Watson, en Zapopán.
"Celebramos ayer con amigos presentes y con muchos amigos que quisieron estar presentes, la Misa de cuerpo presente de Pablito. Fue una celebración Pascual donde a todas luces la Esperanza nos hacía envolver el dolor que es inevitable. Agradecimos al Padre por la Vida, y en honor y memoria de los que ya partieron decidimos VIVIR. Una vez más y las que sean necesarias a nombre de toda mi familia, gracias de corazón, paz y bien para todos".
Lo que Martín predicó, hoy le sirve
Martín Valverde es una figura pública. Desde 1981 evangeliza con la música y sus canciones y meditaciones ha ayudado a muchas personas en sus duelos y tristezas. Es natural que ahora muchos se pregunten cómo afronta él la pérdida.
Lo que muestra es que lo que predicó a otros, a él le está sirviendo de consuelo.
"Siempre es una buena noticia que alguna medicina que Dios te permitió compartir y dar hecha música, ahora te la puedas auto-recetar. No somos ni los primeros, ni los últimos, ni los únicos que pasan por esto, pero con alegre esperanza compartimos este pensamiento para aquellos que están pasando por la pérdida de un ser que aman, pido que sea medicina para sus almas, como lo es para las nuestras".
Así recupera una meditación musicada sobre el duelo y la muerte, con el título ¡Vive! que publicó en YouTube hace 5 años:
"Que quede claro: no es el final. ¿No te has fijado cómo los árboles sin hojas pacientemente esperan a que la primavera los vuelva a llenar de fuerza? ¿Has visto cómo la tierra seca se vuelve verde y llena de vida, cuando el agua que cae del cielo la besa en cada gota, has visto el pequeño capullo que guarda dentro de sí un gusano y al final nos regaló una mariposa que compite con el arco iris en su belleza?"
"Si eso lo hace la naturaleza por orden de su Creador, ¿qué no se puede esperar de Dios para con nosotros que somos más que las flores del campo, que el vestido que las criaturas? ¿Qué podemos imaginar de lo que le espera en la eternidad a los que en esta corta vida lo han amado? Pues está escrito: Dios ha preparado para los que le aman cosas que nadie ha visto. Queda en manos de Dios entonces, con toda tu tristeza. No temas olvidarlos. No los vas a olvidar. Dejar de llorarlos no es olvidarlos".
También recupera su canción y videoclip "A qué esperar", que anima a aprovechar bien la vida, que es breve, reflexionando sobre la muerte: "Este es el mejor momento, no hay mejor momento el presente para decidirte a amar".
Las últimas instrucciones de Pablito
El cantante también difunde "las instrucciones" que le dejó su hijo. "Es una conversación que tuvimos muchas veces, aunque esta la grabé sabiendo que iba a ser de las últimas".
- Vas a cantar que Nadie te ama como Jesús -le pide el niño.
- ¿Y qué más?
- Y No te rindas -insiste el muchacho, mencionando el título de la gira actual y de una de sus canciones más populares.
- ¿Y qué más?
- Y que la muerte no tiene la última palabra, papi.
- ¿La tiene quién?
- Jesús.
- Sí, señor.
Así imaginaba Pablito, hijo de Martín Valverde, lo que haría en su Casa del Cielo con Jesús: "Yo cuido a mi mamá y a mi papá".
Personalidades hispanoamericanas del mundo de la evangelización itinerante han querido expresar su cercanía a la familia.
Así, José H. Prado Flores, fundador de las Escuelas de Evangelización San Andrés, dirige este mensaje a los padres, mencionando dos de las canciones más famosas del músico: "Lizzy y Martin: ¿saben que está haciendo Pablito en el cielo? Está cantando: "Gloria, al cordero de Dios, al nombre sobre todo nombre". Y Jesús le responde también cantando: "Pablito, nadie te ama como yo".
El también músico y cantante Migueli Marín publica una foto en la que él jugaba con el niño. "Eres especial y especialmente te quiero, / eres diferente, un regalo un reto un sueño, / eres singular, tan original que muero, / mi debilidad, para mí siempre el primero. Conocer a un Ángel, a un Enviado, es un regalo y un privilegio. Alguien conectado a lo Más Alto que nos enseña, nos ayuda, nos hace sonreír, nos hace crecer, nos da luz, nos alienta, nos salva, nos cuida. Te quiero, Jorge Pablo, Pablete querido, cometa con cola de bendiciones que llenas nuestras vidas".
En infinidad de conciertos, Martín Valverde cantó su canción Mi Niño Especial, explicando la sabiduría que estos niños enseñan:
Tú siempre vienes a enseñarme
que cosas pequeñas son las que bastan.
Que aún quedan ojos transparentes
donde Dios se atreve a mirarnos.
Que la vida de por sí es muy frágil,
que por tonterías no me alarme.
Me haces recordar cuán humano yo soy.
No sabes cómo te agradezco.
Me has enseñado a soñar,
con mis pies en el suelo bien puestos.
Dios te ha usado, sacando de mí la vergüenza,
Pues contigo no hay apariencias que guardar.
Al contrario, le has puesto a nuestras vidas sal.
No me da pena decirlo,
es un grito de júbilo:
tengo un niño especial,
tengo un niño especial.
Y en otros conciertos avisaba: "Con los niños especiales descubres que la que está discapacitada es la sociedad".