Ricardo Pareja es un joven de Barcelona de tan sólo 21 años y que está viviendo la mayor prueba de su vida en medio de la pandemia de coronavirus. Se trata de un cáncer que detectaron entre los pulmones y que le mantiene hospitalizado. Perteneciente al Camino Neocatecumenal es el quinto de nueve hermanos de una familia que sabe lo que es tener intensos encuentros con Dios, pues su padre vivió una impresionante experiencia de conversión que le llevó de “punky” y drogadicto a católico y padre de familia numerosa. De hecho, esta historia fue la más leída en ReL en el año 2019.
En todo momento este joven se ha agarrado a la fe y a su alrededor se ha creado una enorme cadena de oración que ha traspasado fronteras e incluso religiones. Ha llegado también al obispo auxiliar de Barcelona, Antoni Vadell, que quedó muy impresionado con su testimonio de fortaleza, habló con él y de la impresión que le causó centró su homilía en la catedral de Barcelona en Ricardo y la lucha que desde la fe está haciendo contra el cáncer desde su cama del hospital.
"Bombardear el cielo con oraciones"
“Bien vale un tumor maligno para la hermosura de lo que estoy viviendo”, dijo Ricardo a su padre, que lo recoge en las redes sociales y que además añade que “mi hijo está espiritualmente a tope, el Señor lo está haciendo pequeño para que sea Cristo quien se manifieste a través suyo”.
A continuación, el padre de este joven pedía “bombardear el cielo a oraciones”, especialmente el Rosario en este mes de mayo, por lo que a través de las redes se está expandiendo esta campaña para rezar diariamente este Rosario y se ofrezca por este joven deportista.
Ricardo, en el centro con una camiseta blanca y azul, junto a sus padres y sus ocho hermanos
La historia del joven Ricardo la ha dado a conocer su novia Mónica, lo que ha permitido viralizar esta historia y conseguir esta auténtica “ola de oración y comunión”, como la define el obispo Vadell.
Una enfermedad en medio de la pandemia
Todo comenzó hace algo más de tres meses cuando Ricardo empezó a tener una sensación de malestar, flojera y fiebre. Fue al médico en varias ocasiones pero tras varias pruebas y análisis le decían que no había nada anormal.
“Cuando empezó el confinamiento la situación era la misma y su salud empeoraba. Ahora estamos en medio de una pandemia mundial y quiso esperar pensando que lo suyo no era tan urgente como lo de los contagiados por el coronavirus”, cuenta Mónica.
Al final se pasaba todo el día recostado en la cama sin fuerzas, y tras una nueva prueba quedó ingresado en el hospital. Cuatro días después de haber sido hospitalizado le hicieron un TAC y le detectaron un tumor maligno entre los pulmones.
Ricardo habla de de Dios a tiempo y a destiempo
“Desde ese preciso instante comenzamos a combatir orando intensa y masivamente toda su familia, su comunidad, su parroquia, el grupo del rosario, seminarios enteros, congregaciones, etc. La historia de Ricardo está llegando a muchas partes de España y del mundo. Hermanos y hermanas de Italia, Latinoamérica, África, Francia, etc. Amigos y hasta conocidos musulmanes que rezan ahora en el Ramadán. Incluso hay gente alejada de Dios que ahora está rezando por él”, explica su novia.
Mónica asegura que en el hospital le acompaña por las noches: “Puedo ver cada día que paso a su lado cómo Dios está con Ricardo y él con Dios. A cada enfermera, médico o paciente que pasa por su habitación le da una palabra de parte de Dios y le muestra la alegría que lleva dentro por todo lo que Dios le está regalando a través de esta enfermedad, la unión con su familia, la oración y la intimidad tan profunda que tiene con el Señor. Todo el que cruza una palabra con él no se queda indiferente, se va contento y más cerca de Dios”.
El obispo Vadell, impresionado con el testimonio de Ricardo
De la misma opinión que Mónica es ahora el obispo Vadell tras haber hablado con este joven. Tanto que decidió centrar su homilía en la catedral en el testimonio de Ricardo.
“Ayer pude hablar con él y al final me quedé con este agradecimiento en el corazón diciendo: pero, ¿cuál es el secreto de este chico? ¿Cómo está viviendo esta situación de dolor que está pasando? Porque él es muy consciente de lo que está pasando”, explicaba el obispo auxiliar de Barcelona.
Y se repetía, “¿cómo es posible que lo viva con esta esperanza, con esta sencillez en el corazón, con esa alegría? ¿Cuál es el secreto de Ricardo? ¿Es una persona superdotada, con cualidades excepcionales? No, él me decía: ‘sólo soy un pobre de 21 años, un pecador’”.
Para el obispo, Ricardo Pareja lo que tiene es “una gran intimidad con el Señor, este es su secreto”. En su opinión, “este secreto” no es que sea un “superhéroe” y pueda “afrontar la enfermedad con mucha fortaleza”. Y entonces, ¿de dónde le viene esta fuerza? “De la intimidad con el Señor, de ser discípulo”, señala.
El secreto de Ricardo
Monseñor Vadell recordaba su conversación con el joven, y esto le decía Ricardo: “El Señor me quiere mucho, el Señor me cuida mucho y la Virgen me sostiene”. Y todo esto a sus 21 años, en el hospital y con su vida en juego..
Según el prelado “este es el secreto de Ricardo y de tantas personas que en la oscuridad de la vida son capaces de vivir mirando esta luz”. Y es que recordó que Jesús sabe que las personas no son perfectas. Él quiere que “vivamos en comunión, y el secreto para la comunión es tener al Señor en el centro”.
Para ello puso de nuevo el ejemplo de Ricardo, donde “el Señor ha generado a su alrededor a través de su enfermedad una ola de comunión y oración impresionante, de muchas personas… Él me decía que hay personas alejadas de la fe que han vuelto a rezar y se han vuelto a encontrar con Jesús sirviéndose de este frágil joven”.
"Pon un Ricardo en tu vida"
“¿Te gustaría vivir con esta clave que Ricardo ha descubierto en esta situación de cruz y dolor? Pídele al Señor que quieres ser su discípulo”, indicó el obispo Vadell en su homilía.
Quien haga esto –añadió- “encontrará un Ricardo en su vida y se preguntará ‘por qué él vive así” produciéndose esa “atracción” hacia Jesús que provocan estas personas. Por ello animó a todos: ¡Pon un Ricardo en tu vida, a alguien que esté tan cerca del Señor!”.