Obras Misionales Pontificias está de enhorabuena esta semana puesto que este próximo domingo 22 de mayo será beatificada Paulina Jaricot (1799-1862) fundadora hace dos siglos de la Obra de Propagación de la Fe, el germen del Domund.
Será beatificada en Lyon, su ciudad natal. Se le atribuye la curación milagrosa de una niña de 3 años, que quedó en estado vegetal tras atragantarse. Su beatificación será presidida por el cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Jaricot era una mujer laica, empresaria, y además gran impulsora de las misiones, del rezo del Rosario y de la justicia social. Contaba tan solo con 23 años cuando recurrió a las obreras de la fábrica de su padre para poner en marcha la Obra de la Propagación de la Fe, una red de ayuda a las misiones basada en la oración y en los donativos, que pronto revolucionaría la historia de la Iglesia.
Tal y como informa OMP, una vez al año, todos los directores nacionales de Obras Misionales Pontificias del mundo se dan cita en una Asamblea General, en la que, entre otras cosas, deciden el destino de las ayudas recaudadas en el Domund en todos los países. Este año, de forma excepcional, esta Asamblea no se celebra en Roma, sino en Lyon. ¿Por qué? Porque el domingo, tendrá lugar allí la beatificación de Paulina Jaricot.
En este marco, el Papa Francisco ha enviado un mensaje, en el que animó a los directores a seguir “las huellas trazadas por esta gran mujer misionera, dejándoos inspirar por su fe concreta, su valentía audaz, su creatividad generosa”. El Papa reivindicó la figura de esta mujer, a la que “le gustaba decir que la Iglesia es misionera por naturaleza y que, por tanto, todo bautizado tiene una misión; de hecho, es una misión. Ayudar a vivir esta conciencia es el primer servicio de las Obras Misionales Pontificias, un servicio que realizan con el Papa y en nombre del Papa.”, explica.
“Paulina Jaricot es especialmente importante para el siglo XXI porque fue una mujer laica”, explica Tadeusz Nowak, “heredero” de su Obra en la actualidad. “Puede ser un impulso para el vigor y el espíritu misionero. Va a ser presentada como un ejemplo de santidad para toda la Iglesia la Iglesia universal y por lo tanto, se convierte en un modelo. Y como modelo puede ser una gran ayuda especialmente para los laicos a lo largo del mundo, para que se impliquen en la misión, y promover la misión de la Iglesia” explica Nowak.
“Al mismo tiempo, y no podemos dejarlo como algo secundario, se convierte ahora en una importante intercesora en el cielo, para el trabajo de todos aquellos que colaboramos por el bien de la Iglesia, y por el bien de la misión”, afirma el secretario de la Obra de la Propagación de la Fe, que, junto con el resto de las Obras Misionales Pontificias, sostiene la actividad misionera de la Iglesia en los 1.117 territorios de misión.
¿Quién era Paulina Jaricot?
-Nació en 1799, en una familia cristiana de ricos industriales. Tenía una vida acomodada y superficial hasta que decidió dejarlo todo, sin dejar de ser laica. A los 17 años, en privado, hizo voto de castidad y se entregó por completo a la misión de la Iglesia. Empezó a vestir como las obreras de la fábrica de sus padres.
-Su hermano Philéas era seminarista y se preparaba para ser misionero en China, y le contaba la situación crítica de las misiones. Con 18 años comenzó a organizar colectas de carácter misionero entre las obreras.
-Con 23 años concibió la primera red social misionera basada en el binomio oración-donación: grupos de 10 personas que rezaban y colaboraban con las misiones. Fue el germen de la Asociación de la Propagación de la Fe, que se fundó hace 200 años, el 3 de mayo de 1822. Esta iniciativa creció exponencialmente y se extendió por Francia y todo el mundo.
-Movida por su celo apostólico, Paulina multiplicó las iniciativas: creó el Rosario Viviente, fundó las Hijas de María, apoyó nuevas fundaciones misioneras como los maristas y los viatores, etc.
-Se interesó por la difícil condición de los obreros en Francia. Compró en 1845 una fábrica, para ofrecer dignidad a los trabajadores. Sin embargo, fue estafada y arruinada. Abandonada por todos, incluso se negó que ella fuera la iniciadora de la Propagación de la Fe. Finalmente, Paulina tuvo que inscribirse en el registro de indigentes de Lyon.
-Despojada de sus bienes y de la iniciativa misionera que había impulsado, Paulina permaneció fiel a la voluntad de Dios y a la Iglesia, en adhesión total al Papa. Murió el 9 de enero de 1862. El 25 de febrero de 1963, San Juan XXIII la proclamó venerable.
-Hace 100 años la Obra de Propagación de la Fe fue asumida por el Papa como Pontificia.
-La Obra Pontificia de la Propagación de la Fe continúa el legado de Paulina Jaricot. Esta Obra forma una red de oración y colecta, con el fin de facilitar que todos los fieles puedan participar activamente en la misión de la Iglesia. Se concreta en la ofrenda del Domund. Gracias a ella el Papa sostiene el funcionamiento ordinario de 1.117 territorios de misión.