“Es una historia increíble,” dice Thomas, de 61 años. “No puedo deciros cuántas cosas han ocurrido a causa de esta iglesia".
Esta historia incluye una iglesia de cien años de antigüedad que abre sus puertas de nuevo por primera vez en 70 años, una comunidad que se une gracias a su reapertura, la llegada de un equipo de rodaje de Hollywood y un inesperado foco de luz sobre un ex conductor de camión de propano que intentaba sólo hacer el bien.
Hasta 2009, Thomas vivía una vida normal y rutinaria. Nativo de Bloomington, trabajaba como conductor de camiones, albañil, instalador de aislamiento térmico y otros tipos de empleo. Es un hombretón de 96 kilos de peso al que le encantan la caza, la pesca y la tranquila belleza del paisaje agrícola de Minnesota. Divorciado, tiene un hijo y un nieto.
La capilla con su cementerio
Pero en mayo de ese año, Thomas recibió el golpe de ser diagnosticado de un cáncer de cuello y cabeza en estadio IV. De repente se encontró con un tubo de alimentación en el estómago, sin dientes y recibiendo cuarenta ciclos de radioterapia y quimioterapia que casi acaban con él.
Volvió a su casa en Montgomery, a unos 96 km al sur de las Twin Cities, sin saber si viviría o moriría. Dice que oyó por casualidad a los médicos decir a su familia que tal vez deberían planificar el funeral y él sintió "terror".
Sus paseos solitarios por los caminos rurales cerca de su casa aliviaban su alma. Un día Thomas descubrió una iglesia abandonada cerca de un pequeño cementerio. Lleno de curiosidad, agarró la manilla de la puerta, pero estaba cerrada. Se sentó en las escaleras y rezó, algo que poco a poco se convirtió en un ritual diario.
Una mañana, una repentina inspiración le vino en esas escaleras e improvisadamente al errante paciente con cáncer se le ocurrió un plan. Thomas caminó hasta una granja cercana y preguntó quién tenía las llaves de la iglesia. Ese alguien era Don Rynda, un miembro de 82 años de la asociación del cementerio de la iglesia.
Thomas llamó a Rynda y le contó su idea que básicamente era pintar la encantadora vieja iglesia. Si la asociación pudiera ayudar con dinero para la compra del material, él haría el trabajo.
“Yo pensé, ‘¿Estoy soñando?’ ” recuerda Rynda que pensó en ese momento. “Esa iglesia ha estado siempre cerrada”.
La iglesia católica de San Juan se alza donde los primeros colonos checos pensaron que Montgomery crecería, explicó. Mucha gente de la ciudad sigue teniendo a miembros de su familia enterrados en su cementerio.
La asociación dijo que sí.
En un cálido día de agosto Thomas abrió la iglesia con expectación y entró; inmediatamente cayó entre las tablas de madera podridas del suelo.
Resuelto, miró este lugar congelado por el tiempo. “Parecía que la gente acababa de salir después de la última misa", dice.
“Todas las pinturas seguían en las paredes. La vieja Biblia católica seguía en el altar. Las estatuas de Jesús y María estaban cerca del altar. Las velas estaban en sus candelabros. Dentro del tabernáculo, en el altar, había un paño azul doblado que usaban para la sagrada comunión".
Al salir del agujero en el que había caído Thomas oyó el crujido que hacía al pisar los escarabajos muertos debajo de sus zapatos y se dio cuenta de las telarañas que había por doquier.
“¡No podía esperar a empezar el trabajo!”, dice.
Thomas empezó lentamente a sustituir las tejas del tejado, trabajando hasta que su energía se lo permitía. Llenó cubos de agua y eliminó las telarañas y los escarabajos. Empezó a rascar la pintura exterior.
"Sucedió algo divertido", cuenta. Cuanto más trabajaba, mejor se sentía.
“Era como si Dios me reconstruyera a mí mientras yo reconstruía la iglesia", afirma.
El verano siguiente, el hombre al que le había rondado la muerte estaba en un andamio fuera de la iglesia rascando la pintura.
Un día llegaron dos camionetas de las que salieron unas diez personas. “Me preguntaron si podían echar un vistazo al cementerio", recuerda Thomas.
El grupo explicó que era una equipo de rodaje que estaba buscando una iglesia antigua de estilo europeo para una escena de su película. ¿Podían rodar allí?
Resultó que la película estaba protagonizada por el actor James Cromwell, nominado a un Oscar [en 1996, por Babe], que actuaba en el papel de un veterano de la Segunda Guerra Mundial. El guión era obra de Jeff Traxler, cuya familia era natural de Le Center. Thomas fue contratado para un papel de "extra" como soldado alemán.
“Fueron mis tres segundos de gloria", se ríe.
La película, Memorial Day no lanzó a Thomas a una carrera de actor, pero sí una serie de coincidencias que apoyaron una restauración que no tenía presupuesto y sólo el trabajo de un voluntario.
Un ejemplo: las ruinosas escaleras de la iglesia pudieron renovarse gracia a la inesperada ayuda del equipo de rodaje.
El techo estaba hecho un desastre y después de que Thomas contactara a Springer Construction Services de Prior Lake en el intento de que le ofrecieran ayuda, se encontró con tejas gratis provenientes de un proveedor de Kansas, DaVinci Roofscapes y mano de obra a bajo precio por parte de Springer.
Los representantes de pinturas Dutch Boy vinieron en su ayuda el año pasado, cuando la pintura blanca de la recién pintada iglesia empezó a desprenderse por problemas de humedad. Sus voluntarios rascaron la pintura que Thomas había puesto en dos años de trabajo y volvieron en verano para repintar.
Hubo un momento en su enfermedad en que Thomas no podía ni comer; hoy, mejorado, da gracias en oración por los alimentos y su salud
A medida que la historia de Thomas se difundía, los vecinos iban a la iglesia para ofrecerle su apoyo. Los granjeros de las cercanías ayudaron a erigir una enorme cruz, que había sido donada, en el patio de la iglesia. La American Legion de Montgomery hizo una recaudación de fondos. Frandsen Bank & Trust de Montgomery abrió una cuenta para que se depositaran las donaciones para el nuevo fondo a favor de la St. John’s Chapel.
Mientras tanto, Thomas se sentía más fuerte. El año pasado le quitaron el tubo de alimentación de su estómago, lo que le permitió volver a la comida sólida por primera vez en cuatro años. Sabe que ha recibido muy buenos cuidados médicos, pero no está convencido de que esta sea la única causa de mejoría de su salud.
“No creo que mi curación esté causada por haber estado en un hospital", dice. "Hay demasiadas cosas que han sucedido en mi vida".
Una fría noche de diciembre del año pasado, Thomas colocó luminarias en el camino de gravilla que lleva a la iglesia para dar la bienvenida a la comunidad en la apertura oficial de la iglesia. Una nueva chimenea daba algo de calor y las lámparas de keroseno en las paredes y los cirios en el altar proporcionaban una cálida luz.
Connie White Tupy, presidente del CornerStone Bank de Montgomery, era una de las 120 personas que estaban presentes. No estaba preparada para la oleada de emociones que sintió cuando entró en el lugar. Dice: “Era como retroceder en el tiempo. Había serenidad".
Thomas cerró la iglesia después de la fiesta para el invierno y la volvió a abrir en abril de este año, lanzándose a la siguiente fase de su trabajo: instalar el aislamiento térmico y reparar las paredes blancas del interior.
No se celebró nada durante la Semana Santa, pero Thomas no minimiza el significado de esta fiesta.
“La Pascua tiene que ver con renacer", dice. "Y esto es lo que me ha sucedido a mí».
Artículo original publicado en Star Tribune.
Traducción de Helena Faccia Serrano.