En rueda de prensa, el P. Lombardi explicó que fue el mismo Lee Ho-Jin quien en el estadio de Daejeon, el viernes 15 de agosto antes del inicio de la Misa por la Asunción de la Virgen, le solicitó al Santo Padre que lo bautizara "tal vez inspirado por el Espíritu Santo". La solicitud de Lee Ho-Jin, prosiguió el P. Lombardi, "sorprendió al Papa quien reaccionó positivamente y de manera inmediata, preguntando a los presentes si el hombre podía recibir el bautismo", recibiendo una respuesta afirmativa.
Lee Ho-Jin tenía dos hijos y una hija. Uno de los hijos fue quien falleció en el ferry y, esta mañana en la capilla los otros dos lo acompañaron en el Bautismo. El padrino de este padre de familia fue uno de los trabajadores de la Nunciatura.
El rito del bautismo duró aproximadamente 20 minutos y fue celebrado por el P. John Chong Che-chon, el sacerdote jesuita que acompaña al Santo Padre en estos días como su intérprete, aunque fue el propio Papa Francisco quien realizó el Bautismo en sí, es decir la fórmula bautismal "yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", y la unción con el crisma.
Al preguntarle por su nombre cristiano, que en Corea se adquiere cuando la persona (por lo generales adultas) recibe este sacramento, el hombre respondió "Francisco" en honor al Santo Padre.
El Papa, dijo el P. Lombardi, "ha estado muy contento por este bautizo que no estaba en el programa y ha estado muy feliz de participar en este ministerio fundamental en Corea en donde unas 100 mil personas reciben el sacramento cada año".
Preguntado por la agencia Asia News, Lee Ho-Jin explicó que acude a la Iglesia Católica desde hace dos años y que llevó la cruz durante la última peregrinación en honor de las víctimas de ferry, para la cual recorrió 900 kilómetros a pie.