Su familia ha dado a conocer algunas circunstancias de su vida, de sus gustos y de su muerte. Caterina Maria, la menor de los diez hijos de Francesco y Rosaria, nació el 1 de junio de 2006 y fue bautizada por el padre Stefano Manelli, uno de los fundadores de los Franciscanos de la Inmaculada, congregación a la que pertenecen como religiosas tres hermanas de la niña.
Cuando tenía sólo cuatro años, ella misma pidió espontáneamente confesarse, y en la Navidad de 2011, a la temprana edad de cinco años y medio y una vez largamente comprobado su discernimiento del sacramento, recibió la Primera Comunión en una misa celebrada según el rito tradicional o de San Pío V. El pasado 9 de marzo, con una dispensa especial, recibió también la Confirmación.
La vida de piedad de Caterina Maria fue muy intensa, y todos los días hacia lo que fuese para no faltar, a las 7.20 de la mañana, a la bendición eucarística en el Santuario del Buen Consejo.
Cuando le diagnosticaron la enfermedad, supo que no se curaría y ofreció sus padecimientos por el padre Manelli y los Franciscanos de la Inmaculada. "No se quejó nunca (y digo nunca)", afirma su familia, "de su enfermedad. Cuando le preguntabas cómo estaba decía ´bien´ con una sonrisa".
Su película favorita era Marcelino Pan y Vino, y su canción preferida, el Prefiero el Paraíso que entonan los niños en un momento crucial de la vida de San Felipe Neri en la serie televisiva del mismo nombre ().
Desde que empezó a hablar repetía que Jesús había venido a traer la alegría, y que sin amor es muy cansado crecer. Como señala el blog que ofrece estos detalles, "las flores nacen de la tierra y vuelven a la tierra, pero su perfume sube hasta el cielo". Ella lo hizo en la festividad de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María.