Rafael (nombre ficticio) tiene 32 años, es maestro y también psicopedagogo. Desde hace casi siete años recibe en Alcalá acompañamiento debido a la proyección hacia las personas del mismo sexo (PMS). La campaña mediática, política y probablemente judicial que se dé próximamente ha puesto su mira en el COF de Alcalá y en personas que han ayudado a gente como este joven con heridas interiores de distinto tipo. Les acusan de “homófobos” y de realizar “terapias” para curar una “enfermedad”.

Al igual que muchos otros como él, Rafa niega estas acusaciones y es uno de los más de 100 testimonios que han publicado para explicar este acompañamiento que eligieron voluntaria y libremente, y el bien que les está haciendo en sus vidas.

Como en otros casos similares, este joven empezó en su infancia con estas heridas. “A medida que fui creciendo desarrollé un complejo de inferioridad tremendo con respecto a mis hermanos varones”, recuerda. A la vez, afirma que creció percibiendo a su padre como alguien al que quería pero al que también temía, y acabó refugiándose en su madre.

A los 16 años habló con sus padres sobre lo que sentía sobre su identidad. “Experimentaba una fuerte excitación frente al cuerpo y la seguridad de otros varones, y no sentía atracción hacia las mujeres. Ellos me transmitieron mucha tranquilidad. Experimenté un amor incondicional”, explica.

 

Vídeo en el que el padre Santiago explica qué es Es posible la esperanza, que agrupa a muchos de los jóvenes que reciben acompañamiento

Pero no fue hasta mucho más adelante, cuando ya tenía 25 años, cuando solicitó este acompañamiento. “Comencé un camino de descendimiento a lo más profundo de mi ser y pude poner nombre a mis deseos y frustraciones”, confiesa. Además, empezó a comprender a sus padres, todo lo que le amaban y pudo perdonarlos.

“Podría empezar a nombrar a tantos y tantos psicólogos, psiquíatras, filósofos, teólogos, médicos, biólogos, pedagogos, antropólogos… y de tantas otras ciencias que sin hablar directamente de la PMS (proyección a personas del mismo sexo) exponen teorías acerca de las conductas del ser humano, y de los porqués existenciales, planteamientos vitales y que, sin embargo, estando lejos de pretender dejar de experimentar PMS, al hacer vida esos planteamientos, la PMS se reduce y se puede acabar con las fantasías que reducía la sexualidad a lo genital, sensitivo corporalmente, excitación fisiológica dejando de lado la dimensión psicológica y espiritual de la sexualidad”, agrega.

Para saber más sobre este acompañamiento que lleva años recibiendo así como sobre la polémica desatada contra el obispo de Alcalá, monseñor Reig Pla, por este itinerario, ReL se ha puesto en contacto con él para conocer la que es una experiencia de primera mano:

- ¿Cómo conociste este grupo de acompañamiento que se lleva a cabo en Alcalá? ¿Qué edad tenías y cuáles eran tus circunstancias entonces?

-Tenía 25 años, lo conocí a través de una amiga que me habló de ello. Estaba conociendo a una chica que me gustaba pero seguía teniendo dudas con mi sexualidad. Leí un artículo en Religión en Libertad, el testimonio de un chico que había realizado un proceso de maduración y que pasó de vivir dominado por la PMS a vivir experimentando atracción por las mujeres. Este chico decía como su PMS tenía mucho que ver con la mala relación con su padre. Me sorprendió aquello del padre y me sentí muy reflejado porque yo he tenido mucha dificultad en la relación con mi padre. Y pensé, ‘si quiero amar bien a esta chica tengo que resolver los problemas con mi padre’.

- Por lo que parece decidiste libremente acudir a esta ayuda. Una vez allí, ¿te han obligado a pensar, hacer o dejar de hacer algo o te has sentido presionado?

- Jamás me han obligado a nada, me han recomendado, orientado o me han propuesto cosas para hacer. De hecho, soy muy rebelde, y me costaba acoger los consejos, pues siempre pongo en duda y analizo aquello que me dicen me va a ayudar. Es verdad que los lazos de amistad se van estrechando y cada vez nos fiamos más unos de otros. Nos ayudamos mutuamente y yo a mi orientadora más de una vez le he dicho que creía que se equivocaba en un planteamiento u otro. Ella con mucha humildad ha acogido la corrección o el consejo. Nos respetan muchísimo.

- Las informaciones publicadas hablan de terapias y pacientes. En todos estos años, ¿te has sentido tratado como un "enfermo" o te han dicho que la PMS es una enfermedad?

- Me he sentido siempre tratado con mucha dignidad y respeto. Nunca me han dicho que la PMS sea una enfermedad. Es el síntoma de falta de madurez en mi masculinidad. En mi caso la falta de madurez es en forma de PMS, en el caso de otros hombres su falta de madurez masculina es vivida a través de la promiscuidad siendo adictos al sexo de múltiples maneras, o con la dificultad para el compromiso, o siendo varones muy violentos, etc.

- Entonces, ¿en qué crees que se basan para decir esto?

- Sinceramente, no se basan en nada. Yo he observado y vivido la realidad y no es como la describen estos medios. Creo que se basan en que durante muchos años este tema ha sido tabú, y tratados como enfermos. En la cultura en que vivimos. Es normal que se sientan ofendidos porque muchas veces a las personas que llevan vida Gay se les ha tratado muy mal. Yo mismo he sido víctima de insultos por vivir esto. Cuestiones históricas como “la ley de vagos y maleantes” que durante la dictadura de Franco se reprimía a personas que querían llevar vida gay. Tengo un amigo, mayor que yo, que vivió esa época y fue víctima de muchas palizas por dicha ley. Hoy no lleva vida gay y se casó con una mujer.

Sin embargo, me he sentido acompañado por una falta de madurez en mi masculinidad, es decir, me ayudan a madurar y voy experimentando muchos cambios. Todos y cuando digo todos, me refiero a “todo hijo de vecina”, estamos heridos por una herida de desamor. Con términos teológicos diríamos que estamos dañados por el pecado original.

Jesús de Nazaret dijo: “no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”. Y también: “los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos”.  El experimentar PMS no es pecado, el pecado es la envidia que he sentido hacia otros varones queriendo ser “ellos”, el pecado ha sido menospreciarme, porque mis cualidades son igual de masculinas que las del resto de varones.

- En todo momento habláis de acompañamiento, ¿qué es exactamente esto?

- Consiste en acompañarnos en nuestra vida, los orientadores comparten su vida con nosotros, no se presentan como nuestros salvadores de nada, sino que desde sus heridas de desamor nos acompañan. Con el tiempo vamos cogiendo mucha confianza y compartimos la vida, nuestros amigos y familias.

- ¿Cómo son las sesiones a las que acudes y con qué periodicidad se dan?

- Nos reunimos cada quince días en estos grupos de maduración. Compartimos el trabajo realizado en esas dos semanas, documentos de psicología, pedagogía, psiquiatría (porque, aunque no tengo un trastorno específico muchas personas padecen alguna patología). Podemos ser más neuróticos, otros menos, más ansiosos o menos. En mi caso yo en el itinerario he aprendido a reducir la neurosis (darle muchas vueltas a las cosas) gracias a cosas que he aprendido de autores….

Con el orientador el diálogo suele ser muy mayéutico. Se establece un diálogo mayéutico como el que estableció Jesús con los discípulos de Emaús.

- Llevas varios años en este grupo, ¿qué balance haces? 

- Muy positivo, no voy a decir que no haya tenido momentos muy duros, pero como todo en la vida se puede afrontar y enfrentar para conseguir lo que se quiere, o por el contrario ser un blandito y no afrontar  las cosas. Por ejemplo, en mi caso el complejo de inferioridad con otros hombres lo he afrontado y enfrentado con asertividad (consejo que cualquier varón o mujer tímida o acomplejada podría acoger). En mi caso confundí la asertividad con expresar mi opinión de modo violento y la asertividad no es violenta ni visceral.

La campaña tiene como objetivo Reig Pla, que ha logrado vencer ya hasta cinco querellas presentadas contra él por lobbies LGTB

- ¿Cómo ha cambiado tu vida desde que empezaste hasta ahora?

- Me he quitado complejos, he crecido en seguridad y en estima propia, he encontrado muchos motivos para vivir.

- Cuando en estas informaciones lees todo el tiempo la palabra “homofobia” tanto para las llamadas “terapias” como para referirse al obispo, ¿qué es lo que piensas tú que conoces todo esto desde dentro?

- Me da rabia que pretendan pintarlo como algo oscuro y de antaño. No es para nada así. Es cierto que queda mucho que aprender.

-Para acabar, ¿cuál es tu opinión de monseñor Reig Pla, en cuyo obispado se encuentra este centro actualmente perseguido?

- Qué es un padre, es un pastor que huele a oveja. Me ha acogido en su casa, me ha escuchado, no me ha juzgado (“quién soy yo para juzgar”).  Debemos abrir la mente ya prender a dialogar por esta sociedad no quiere que haya diálogos abiertos, cara a cara, solo buscan enfrentamientos y los publican en sus medios de comunicación tergiversando la realidad y sin dejar a todos que se expresen libremente.

Lea aquí todos los testimonios íntegros de personas ayudadas en Alcalá