En 1998 el grupo de música metal Korn alcanzó el éxito, y en los siguientes años venderían más de 35 millones de discos. En 1999, un concierto con 200.000 fans los aclamaba como superestrellas. Pero Brian Welch, uno de sus fundadores e integrantes, veía su vida desmantelarse entre las drogas, el alcohol, el porno y la ruptura matrimonial. Fue en 2004 cuando Dios lo tocó con una experiencia mística que le transformó para siempre.
Ahora, el documental Loud Krazy Love, explica como él y su hija adolescente Jeannea Marie superaron años muy duros de desilusión y heridas emocionales, con la ayuda de la fe, en un entorno especialmente complicado. ReL le ha entrevistado por Skype para hablar de su fe.
- Tu vida cambió con una impactante experiencia mística, que cuentas en el documental Loud Krazy Love. Algunos dirán que podía ser un efecto de las drogas...
- Pero es que yo había tenido muchas experiencias con drogas y esta no se parecía nada a eso. Era la experiencia más hermosa, la sensación más poderosa que he vivido nunca. Fue tan poderosa y real que desde entonces, durante 15 años ya, nunca he vuelto a la droga. Eso es un milagro. Y además, luego, con el tiempo, he tenido otras experiencias místicas, sin ninguna relación con drogas.
- ¿Puedes contarnos más sobre esas otras experiencias?
- Han sido muchas y distintas. Me gusta leer a los místicos españoles, a Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, los leí mucho y los sigo leyendo. He leído unas diez veces Fire Within, del padre Thomas Dubay [popular marista norteamericano que falleció en 2010], sobre estos dos místicos. Ellos tuvieron fuertes encuentros con Jesús. Yo no tengo visiones claras, no veo a Jesús, por ejemplo. ¡Me encantaría ver a Jesús, claro! Pero mis experiencias se parecen más a una unión espiritual, puedo sentir como si la mente de Cristo y la mía se entrelazaran. Es alucinante, porque la vida de Cristo es perfecta y la mía puede ser bastante desastrosa, sin duda. He hecho cosas malas. Pero es así. Y a veces tengo sueños, o visiones peculiares.
- ¿Por ejemplo?
- Una vez, en 2007, yo estaba en casa, meditando sobre Jesús. Y tuve como una visión, de un gran océano. Entendí que era el océano de mi espíritu. Acabó la visión, y al cabo de un rato llegó mi hija del colegio con un osito de peluche que había ganado. Y la niña me dijo que el osito se llamaba "Océano". A veces me pasan cosas así.
- Un colega de Korn dice en la película que se alegra de que no seas "preachy", es decir, sermoneador o pelmazo... ¿Cuál es el límite para no ser "preachy"?
- Yo diría que "preachy" es el que se hace molesto o pesado hablando de Dios. Suele ser alguien que no tiene una relación real con las personas. Mis amigos saben cuál es mi postura sobre la fe. No hay que ser pesado. Intento mantener un equilibrio, pero también dejarme guiar por el Espíritu Santo. Por ejemplo, en Internet, en las redes sociales, me gusta compartir cosas que aprendo de Jesús, pero las mezclo con otras cosas que me pasan en la vida. Hablo de música, de cosas... No hay que dedicarse a hablar sólo de Dios "non stop". Quiero mostrar que puedes tener fe y ser una persona normal. Pero, como digo, también quiero dejarme llevar por lo que me indique el Espíritu Santo.
- ¿Quién está más abierto a hablar de Dios contigo, o a rezar contigo?
- Creo que las personas que están viviendo cosas duras. Yo me abrí a Jesús cuando atravesaba una época muy dura. Cuando a la gente le va bien, no quiere pensar ni hablar sobre Dios. Para muchos, hablar de Dios les da vergüenza, quizá porque están metidos en cosas malas. O piensan que es algo tonto. La gente más abierta es la que sabe que está en problemas.
Brian Welch con una promesa de Cristo: "Venid a mí los cansados y agobiados y Yo os aliviaré" (Mateo 11,28)
- ¿Qué piensas de la fe en comunidad? En el documental parece que vives la fe un poco "por libre", sin comunidad...
- Tengo una banda de amigos, gente cristiana en la que confío. Y en la carretera, cuando vamos de giras, hacemos estudios de Biblia, o rezamos. A veces nos llaman el Holy Rollers Bus. Nuestro bajista es creyente, y otros en las giras, mucha gente que cree a su manera. Es gente divertida, nos divertimos juntos y hablamos de Dios.
- En España y otros países de Europa se empieza a hablar de la necesidad de limitar mucho la pornografía...
- El porno destruye matrimonios. Ayudó a destruir el mío. Estropea nuestra mirada sobre el sexo. La gente se engancha a fantasías que no sirven para la vida real. Conozco gente que estaba en la industria del porno en los años 90 y casi todos venían de un pasado con traumas graves. Habían sido abusados física o sexualmente. La gente a veces les mira como si fueran estrellas de rock, pero la mayoría, con los años, se arrepienten mucho de sus decisiones. ¡Las personas no hemos sido creados para eso! Dios nos da libertad, pero esas decisiones malas nos dañan. El mundo se hace cada vez más oscuro y hay más tentaciones. Hemos de tener claro y elegir el tipo de personas que queremos ser.
El concierto de 2012 en que Brian Welch volvió a tocar con Korn después de 7 años fuera del grupo... pero ahora ya transformado por su fe
- Hay jóvenes que dicen que Dios es aburrido...
- Quizá esos jóvenes no han intentado una relación personal diaria con Dios. Eso no es aburrido. Dejar que la vida de Dios llene tu alma no es aburrido. A lo mejor es que las iglesias a las que van estos chicos son aburridas, pero la relación con Dios no aburre, es algo emocionante. Nunca sabes lo que te va a pasar, Dios te sorprende. Yo les animaría a probar a orar cada día durante un año, a leer su Palabra y hablar con Él, y dejar que Dios te revele quién eres.
- ¿Qué piensas de la música cristiana, en sus distintos géneros, desde el rap o el metal al Praise & Worship?
- En Estados Unidos hay muchas cadenas de radio de música cristiana, pero yo creo que suenan siempre igual. Respeto esa música, pero repite siempre los mismos sonidos y ritmos. A mí me gusta más lo que hace Bethel Music, por ejemplo. En otros géneros, como modern metal, me encanta la nueva generación que prueba cosas nuevas. Los elementos hip hop, me encantan.
» Por un lado, es importante que como músico compartas la fe con coraje y valentía. Por otro, los cristianos hemos de pedir un estándar de excelencia, ayudar a desarrollar el talento. Para el arte, no basta con ser cristiano si no hay talento. Me gusta ver que en todos los géneros el arte cristiano va mejorando.
Desde el 24 de abril se puede ver en LoudKrazyLove.es el documental sobre el reto de fe y familia de Brian Welch y su hija; una reseña detallada aquí