Su caso es similar al de otros hombres casados ordenados como sacerdotes católicos: cuando se casaron y fundaron su familia aún no eran católicos. La Iglesia les ordena después de su conversión al catolicismo, por una dispensa especial que se examina caso a caso.
Jerry nació y se crió en Massachussets en una familia protestante que acudía a la Primera Iglesia Congregacional de Holden, su ciudad. Allí se forjó su fe cristiana y su amor por la Palabra de Dios.
Después del instituto, al entrar en la vida adulta, Jerry ingresó en la Iglesia Episcopaliana, la rama estadounidense de la Comunión Anglicana.
Y se volcó tanto en la vida de fe que en el año 2000 tenía ya su propia pequeña parroquia anglicana en Texas. Sirvió allí durante 6 años.
En 2005 entró en el ejército como capellán militar, con 35 años. No es normal entrar en la vida militar a esa edad, pero sí es una edad frecuente para los capellanes del ejército.
Jerry, como capellán anglicano (con estola, a la
izquierda), en el bautizo de un soldado en Afganistán
En una sociedad y un ejército tan diverso como el estadounidense, hay capellanes de distintas religiones y denominaciones cristianas, y tienden a coincidir en destinos y misiones. Eso permitió a Jerry conocer a varios capellanes católicos, sacerdotes que le parecieron “fuera de serie”. Con ellos, dice, se sentía “espiritualmente en casa”.
Pero había distancias doctrinales. Y la principal de ellas se resolvió estando en la cantina de una base en Afganistán en 2011, donde pasó un año.
Él y otro capellán anglicano plantearon al capellán católico (el "páter" le suelen llamar los militares españoles), mientras comían, de dónde salía la peculiar creencia “no bíblica” de los católicos de que la Virgen María no tenía pecado alguno desde su concepción.
- Oh, pero sí que es una creencia bíblica. Está ahí, en el Evangelio, lo dice el Ángel al saludarla: “Salve, María, llena de gracia” –respondió el capellán católico.
Y es que católicos y ortodoxos se han tomado siempre en serio ese saludo, que en griego utiliza la palabra “Kejaritomene”… La traducción correcta es “completamente rebosante, llena del todo, de Gracia [Jaris]”. Tan llena de Gracia de Dios, de la acción y el poder gratuito de Dios, que nada hay en ella que no sea Gracia… no hay, por lo tanto, nada en ella de pecado. Y así lo han enseñado las Iglesias apostólicas, católicas u orientales.
Fue una conversación breve, pero a Jerry le sirvió para sospechar que las “creencias católicas” tenían una base bíblica y que valía la pena investigarlas. Y dedicó unos meses a estudiarlo.
¿Cómo entendían los católicos la comunión de los santos, y su papel como intercesores? Y, sobre todo, ¿cuál era el papel del Papa? ¿De verdad era el Papa heredero de Pedro, de las Llaves –símbolo de poder y autoridad en el Reino de David- que Jesús había entregado a Pedro? ¿No había recibido Pedro un mandato especial que Jesús no dio a otros? Tres veces le pidió “alimenta a mis corderos, a mis ovejas”.
Y, en el fondo... ¿por qué hay tantas denominaciones cristianas que creen cosas distintas y contradictorias sobre la salvación, el bautismo, la autoridad de la Iglesia, lo que es y no es pecado, la sexualidad o la forma de leer las Escrituras? ¿Acaso Jesús no fundó una sola Iglesia, con una misma enseñanza para todos, pidió "que sean uno", y encomendó a Pedro apacentarla?
Un capellán militar también ha de mantenerse en forma
En diciembre de 2011, estando aún en la base de Afganistán, consultó a su esposa esperando que ella no estuviese muy interesada en el asunto:
- Heather, ¿qué piensas de la posibilidad de convertirnos al catolicismo?
En vez de desdeñarlo o reírse, su esposa fue contundente:
- Bien, Jerry, cuando tú estés listo, yo lo estoy.
“Ahí fue cuando supe que tenía que dar el paso y entrar en la Iglesia Católica”, recuerda Jerry. Precisamente esa conversación tuvo lugar un 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, la misma enseñanza que había puesto en marcha la investigación espiritual del capellán.
Jerry quería ser católico. Pero, si fuera posible, también quería seguir siendo un pastor de almas y ser sacerdote. Así que solicitó la dispensa especial para poder ser ordenado después de su entrada en la Iglesia Católica: escribió su biografía espiritual, su esposa Heather escribió también dando su permiso y haciendo su propia evaluación, y supieron que se les pediría educar a sus hijos –dos de ellos a punto de salir de casa- como católicos.
Pese a sus numerosos años como pastor anglicano, Jerry y Heather se apuntaron al típico curso norteamericano católico de “iniciación cristiana para adultos”. Y finalmente fueron confirmados como católicos.
La dispensa llegó bastante rápido: le avisaron en octubre de 2012 de que la recibiría y el 8 de diciembre de 2013 era ordenado sacerdote en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington por el arzobispo castrense de EEUU, Timothy Broglio.
El momento de la ordenación como
sacerdote católico en Washington
Fue un año intenso, porque al mismo tiempo el Ejército le promovía al grado de mayor y se sacaba su doctorado teológico con un estudio sobre la conexión entre poesía y espiritualidad.
Hoy es capellán en Fort Bragg, una base militar en Carolina del Norte y también está incardinado en el Ordinariato de la Cátedra de Pedro, de ex-clérigos anglicanos que mantienen elementos de su liturgia y tradiciones. Sigue aprendiendo a equilibrar –después de tantos años- la vida familiar con el apostolado. Ahora, como sacerdote católico.
Si quiere leer otra historia de clérigos casados conversos, le recomendamos: De católicos a pentecostales, luego anglocarismáticos y después católicos de nuevo...¡con toda su parroquia!