Montserrat Caballé es una de las artistas españolas más respetadas y admiradas dentro y fuera de España, y es considerada por la crítica musical como una de las mejores sopranos del mundo. A sus 80 años, ha actuado en los más afamados teatros y auditorios de los cinco continentes, ante millones de personas e incluso ante los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Sin embargo, y aunque bien podría haber caído en la altivez y en la soberbia que han sufrido otras ilustres divas del bel canto, la soprano catalana se ha caracterizado siempre por su naturalidad y su sencillez, nada impostada. Quizá porque nació en el seno de una familia humilde; o porque sus padres le inculcaron la fe en Dios que ella vive íntimamente y que ha querido transmitir a sus dos hijos; o porque a través de la música se ha acercado muchísimas veces al Creador, y ante Él, «no hay sitio para adulaciones».

Ahora, la Conferencia Episcopal Española le ha concedido el Premio Bravo de Música 2013, y aunque no podrá recoger el galardón en persona, a causa de un pequeño percance doméstico, ya ha mostrado su agradecimiento a la organización.


- Con el amor y la fuerza que me da la fe en Dios, y, por tanto, la fe hacia todo ser humano.


- La fe se lleva dentro. Así que, viviéndola así, no es difícil mantenerla ante cualquier situación o adversidad.

- El saber que has cumplido con tu misión, el saber que has servido con la verdad al genio Creador, que en este caso se presenta a través del genio creador del compositor, te llena el espíritu de tanta felicidad que, en realidad, no deja sitio para alabanzas ni para adulaciones.


- En aquellas dos ocasiones, delante de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, sentí una emoción muy grande al cantar. Así que, lógicamente, si pudiera, también me gustaría poder cantar para el Papa Francisco.

- Quizá. Pero es que yo creo que el hecho de estar al lado de Dios no necesita caminos.


- La influencia y el ejemplo de mis padres en mi vida y en mi fe ha sido total. Por eso, yo también he intentado combinar los viajes profesionales con mi vida familiar, sin descuidarla.



- Sí, sobre todo con el oratorio La Vierge, de Jules Massenet. Ésa es la pieza que más me emociona y conmueve, la que más me ayuda a sentir a Dios.

[Vea y oiga a Montserrat Caballé cantando esta emocionante pieza en el vídeo bajo esta entrevista]


- Mi relación personal con Cristo es muy íntima. Por eso, rezo en silencio.

- Bueno, yo considero que el legado cultural más importante y relevante del cristianismo es, ante todo, la fe. El arte que nace de la fe es el mayor arte que existe, y también es el mejor para que la Iglesia siga conduciendo a sus rebaños al encuentro de Dios.

[Conozca también la experiencia mística que tuvo Montserrrat Caballé rezando en una iglesia ortodoxa]