El funeral tendrá lugar a la una de la tarde del 26 de diciembre en la parroquia del Sagrado Corazón de la ciudad.
Nacido en Barcelona en 1921, Jorge Loring tenía muy vivas sus dos líneas genealógicas, la catalana y la andaluza, pero ejerció la mayor parte de su ministerio sacerdotal en Andalucía, especialmente como predicador en los astilleros y otras industrias de Cádiz, Puerto de Santa María y la costa andaluza.
El Ayuntamiento de Cádiz ha declarado, en honor a su figura, que el consistorio mantenga a media asta las banderas durante 3 días. El Ayuntamiento recuerda que "el padre Loring era muy conocido y querido en la ciudad y en 2006 fue nombrado Hijo Adoptivo de Cádiz".
Se ordenó sacerdote en 1954, a los 33 años. Durante un cuarto de siglo fue el encargado espiritual de cinco grandes fábricas de Cádiz, pero su fama le vino por sus libros y conferencias sobre la Sábana Santa de Turín, del que era una autoridad mundial. Era un tema sobre el que impartió charlas por América y Europa hasta casi el final de su vida.
El adjetivo que más se aplicaba en los últimos 20 años a este jesuita era "incansable", "infatigable" e "incombustible". Parecía que iba a vivir para siempre, y sin dejar de trabajar. En este mismo año 2013 publicó una reedición en Editorial Buenas Letras de su divertido libro "Anécdotas de una vida apostólica", donde cuenta numerosas "batallitas" de evangelización en las situaciones más extrañas: con masones en México, obreros de la construcción y aviadores, perdido en aeropuertos, en misiones callejeras por Barcelona, descubriendo Internet, etc...
Otra de sus obras más recientes es "Más de 200 respuestas a preguntas que usted se ha hecho sobre la fe, la moral y la doctrina católica" (febrero de 2010, LibrosLibres), en su particular estudio sencillo y contundente.
Era bisnieto de la familia industrial de Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia Livermore, y su padre fue el ingeniero malagueño Jorge Loring Martínez, que patentó diversos avances en navegación aérea y fundó una línea de zepelines entre Sevilla y Buenos Aires.
Por eso, Loring siempre usó su capacidad divulgativa y su lenguaje extremadamente sencillo y directo para refutar el supuesto conflicto entre ciencia y religión.
Como muchos otros jesuitas de la historia y de la actualidad, era un enamorado de la astronomía (aunque sólo a nivel aficionado).
Como el también jesuita Jorge Bergoglio (Papa Francisco), a Loring le gustaba hablar del demonio y del infierno, sin ninguna concesión a la postmodernidad. Solía citar en entornos industriales sus visitas a altos hornos, el material fundido a altísimas temperaturas, para ayudarse con imágenes infernales, pero sin que faltase nunca el buen humor.
Con más de 63 ediciones, su libro "Para Salvarte" era una especie de enciclopedia en lenguaje divulgativo de la fe católica, siempre centrado en "lo que importa, que es salvarse". Sólo en España circulan más de 1 millón de ejemplares. Además publicó ediciones en México, Ecuador, Perú, Chile, EE.UU., Egipto, Israel, Rusia, etc.
Toda su vida recibió y contestó un flujo inacabable de correo, pero con la llegada de Internet se multiplicó y se convirtió en un "ciberapóstol" que intentaba responder a todo el mundo, incluso preguntas comprometidas sobre sexo o moral, aunque fuese remitiéndose a textos que ya había escrito, o con respuestas personalizadas.
En diciembre de 2009, cuando tenía 88 años, empezó a escribir en su blog de ReligionEnLibertad (llamado, cómo no, "Para salvarte") y se mantuvo fijo como blogero 4 años.
El pasado 9 de diciembre de 2013 aún publicaba este texto sobre la verdad, una declaración de intenciones (quizá un testamento) sobre una vida dedicada a hablar con firmeza y certeza sobre las cosas de Dios, sin dejarse nunca cortejar por relativismos ni tibiezas. Refleja a la perfección sus pasiones, su estilo y su ministerio de toda una vida. Publicamos aquí ese último texto en ReL.
(Jorge Loring, sj, 9 de diciembre de 2013)
Leí en IDEAS CLARAS del 23 de marzo, un artículo de J. R. Ayllón que me ha sugerido este escrito sobre LA VERDAD.
Podríamos definir la verdad como la concordancia de nuestras ideas intelectuales a la realidad.
Ante la verdad podemos adoptar tres posturas: la duda, la opinión y la certeza.
La duda: cuando no tenemos razones para optar por una cosa o por otra. Si en el campo me encuentro un manantial de agua dudo si es potable o no.
Puede ser potable porque es agua de la sierra; pero puede estar contaminada de sales tóxicas.
Hay que analizarla para salir de la duda.
La opinión se da cuando tengo razones para optar en un sentido, pero no son suficientes para la certeza: ¿hay seres inteligentes en otros astros?
Ni la ciencia ni la religión me impiden creerlo. Dado el número de miles de millones de astros del cosmos, parece probable que los haya.
Pero en el Observatorio de Arecibo (Puerto Rico) han mandado un mensaje binario que ha llegado a los límites de nuestra galaxia y no hemos recibido respuesta.
No estamos seguros de que los haya.
Se da certeza cuando puedo optar con seguridad. Esta seguridad puede venir:
1.- Por evidencia racional: el todo es mayor que su parte.
2.- Por comprobación experimental: el café me quita el sueño.
3.- Por testimonio ajeno:
Éste puede ser:
a) humano: La fórmula de Einstein, e=mc2. La energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado.
b) divino: palabras de Cristo-Dios: su presencia real en la Eucaristía.
Para garantizar la confianza del testimonio me tiene que constar de que “sabe lo que dice y dice lo que sabe”.
Es decir, no es ignorante del tema y no me engaña.
Y yo me digo: ¿hay alguien más listo que Dios, y que yo pueda saber que no me engaña?
Por eso:
SÉ DE QUIÉN ME HE FIADO: DEL AMIGO QUE NUNCA FALLA, JESUCRISTO
JORGE LORING, S.I.
jorgeloring@gmail.com
www.arconet.es/loring