Goleador del Manchester United y seleccionado inglés, prepara su participación para el próximo mundial de futbol en Brasil. Ya con 27 años y un palmarés personal nutrido de reconocimientos, el jugador de origen irlandés mantiene una cercanía con la fe católica desde su infancia y por la cual ha sido en diversas ocasiones atacado.
Conocido por tener un carácter impulsivo dentro y fuera de la cancha, ha vivido todo un proceso de madurez desde que se inició en el futbol, en 2002. Con más de 350 partidos oficiales con el Everton y el Manchester, Wayne reconoció que la experiencia de fe lo ha transformado; y aunque le han censurado por hablar de esto, en entrevista concedida al periódico Daily Mail señaló: “Rezo por mi familia antes de cada partido, pues soy creyente” y agrega: “No le ruego (a Dios) para que me ayude a marcar goles, sino que lo hago para que interceda por mi salud y la de quienes estamos en el campo de juego”.
Esta muestra de fe lo ha acompañado desde pequeño, cuando asistía a la escuela básica católica y romana Our Lady and St. Swithin’s en Liverpool, donde su asignatura favorita, señala, fue religión. “Hacía dibujos de Dios en la escuela y se lo contaba a mis padres la mayoría de las noches”. Incluso en The Sunday Times, el jugador reveló que “podría haber sido sacerdote” porque disfrutó mucho de su educación religiosa.
Rooney mantuvo un largo romance con Coleen McLoughlin, con quien recibió el sacramento del matrimonio en 2008. Dice que la familia así constituida ha sido determinante “y la oración para ofrecer por la salud de mis 2 hijos y de todos a quienes amo”. Realiza esta muestra de amor en los entrenamientos: “Cuando estoy en la sala de fisioterapia. Allí me dedico a orar algunos minutos”. Sin embargo, reconoce que expresar su fe de esta manera ha traído consecuencias poco agradables para él.
Durante el año 2010, cuando con su selección inglesa estaba participando en el mundial de futbol de Sudáfrica, fue fotografiado luciendo un rosario durante los entrenamientos. Esto despertó la inmediata curiosidad de los medios de comunicación. Consultado al respecto del rosario durante la rueda de prensa, el futbolista sorprendió a todos con su respuesta: “Lo llevo puesto desde hace cuatro años y ustedes no ven los entrenamientos. Obviamente no lo puedo usar durante los partidos. Es mi religión”.
Las declaraciones del jugador, sin embargo, no cayeron bien en el jefe de prensa de la selección inglesa, Mark Whittle, quien interrumpió a Rooney diciendo a los medios “no hablamos sobre religión”.
Pero Rooney como en la cancha al jugar, tiene una fortaleza de espíritu tal que es impermeable a cualquier ataque a su fe. Se complementa en ello con su esposa quien como él es devota del rezo del rosario y la Virgen de Lourdes. En septiembre de 2013 Coleen viajó al Santuario para orar por la salud de su hermana Rossie quien padece una enfermedad incurable, síndrome Rett.