Álvaro Calvente, un joven discapacitado de 15 años, séptimo de diez hermanos en una familia del Camino Neocatecumenal llegó cargado de ilusión el 13 de julio a Santiago de Compostela, tuiteando el momento con un escueta gratitud al Señor.
Francisco escribió al joven, cuya iniciativa ha alcanzado una gran repercusión mediática y en las redes, unas palabras de agradecimiento: "Gracias por animarte a caminar e invitar a muchos a caminar contigo. En medio de la pandemia que nos toca vivir, con tu sencillez, alegría y simplicidad fuiste capaz de poner en movimiento la esperanza de muchas de las personas que te cruzaste en el camino o por las redes sociales".
"Peregrinaste vos e hiciste peregrinar a muchos", continúa el Papa, "alentándolos a no tener miedo y a recuperar la alegría porque en el camino nunca vamos solos. El Señor camina siempre a nuestro lado. Gracias por vuestro testimonio y oraciones".
Esa alegría es clave en la vida de Álvaro, y la razón que ha dado fuerza a su peregrinación. A pesar de sus dificultades intelectuales, él es habitualmente muy participativo y movilizador en la vida de su parroquia, y si vivencia de la fe es testimonio para todos los que le conocen.
La misiva del Papa compensa el disgusto que aguardaba a los peregrinos al llegar a su destino: "Debido a las medidas por la pandemia, el aforo de la catedral estaba limitado y no hemos podido entrar. Mañana partimos sin haber podido rezar ante la tumba del apóstol. No obstante, el sentido de la peregrinación no cambia".
De vuelta en Málaga, los peregrinos acudieron a agradecer a la Virgen del Carmen su protección en el Camino.
Un sentido que, como señala Francisco porque así se lo explicó Ildefonso, era sobre todo orante: "En sus mochilas no cargaban sólo vuestras intenciones y preocupaciones, sino que también muchas personas 'se les sumaron' a la peregrinación pidiéndoles oraciones", dice el Papa, quien les encomienda a la Virgen del Carmen.
"Le agradecemos al Santo Padre esta carta que acogemos con verdadero amor", tuitearon tras conocerla: "Hoy estamos de peregrinación en el lugar de nacimiento de Santo Domingo de Guzmán. Aquí hemos leído la carta y hemos rezado por Su Santidad como hace Álvaro todos los días y a todas horas. ¡Dios lo bendiga!"