Tres hombres han logrado este jueves salvar la vida de un individuo que pretendía lanzarse al vacío desde el viaducto de Segovia, situado en la calle Bailén de Madrid. El sujeto saltó las mamparas de protección instaladas por el Ayuntamiento en 1998 para evitar los suicidios.

Sobre las 14.00 horas un sacerdote intentó disuadir al hombre. El religioso se acercó por el otro lado de la mampara de cristal, intentó conversar con él e incluso llegó a rezar para darle la extremaunción en el caso de que llevara a cabo sus intenciones suicidas, según relató el presbítero a Terra.

Fue el primero en darse cuenta de lo que sucedía, ya que en el ´rescate´ también participó un seminarista y un repartidor de publicidad de la zona.

El reportero de Terra que vivió el intento de suicidio cuenta su experiencia: "El momento más tenso se vivió cuando el hombre se dispuso a hacer realidad sus intenciones y saltó la valla que le separaba del salto al vacío. El seminarista y el repartidor atravesaron la valla de protección para sujetar al hombre. En ese instante, un vehículo policial se personó en el lugar de los hechos y procedió a asistir al individuo".

Finalmente el Samur trasladó al hombre a un centro hospitalario.

El religioso que ha ayudado a evitar el suicidio no era precisamente un veterano. Llevaba ejerciendo su labor tan sólo diez días.

Otro de los héroes, el repartidor, cuenta que el hombre les dijo que "estaba harto, que había petado".

Las lunetas transparentes "disuasorias" fueron colocadas en el viaducto por el Ayuntamiento de Madrid para evitar los suicidios y tienen una altura de 1,90 metros y casi tres de longitud.