Kenneth Orom tiene 27 años y es un seminarista de Uganda, concretamente de la diócesis de Jinja, que desde 2018 estudia Teología en el Seminario Internacional Bidasoa de Pamplona gracias a una beca del CARF. Estos años en España le han permitido tener una visión clara de las diferencias y similitudes que existen en estos momentos entre el catolicismo en África, donde la Iglesia crece, y Europa, donde el catolicismo languidece.
“En Uganda, por ejemplo, no tenemos problemas con la libertad religiosa, todo el mundo tiene derecho a su propia creencia y gracias a Dios, no tenemos choques entre nosotros por la religión”, afirma este seminarista.
De este modo, explica que la juventud en su país “está muy abierta a lo religioso y los jóvenes manifiestan una búsqueda constante para encontrarse con Dios. Eso se nota en las actividades juveniles que organizamos en mi diócesis y el gran número de chicos y chicas que se acercan a la Iglesia”.
Por otro lado, Kenneth considera que en África se encuentra el futuro de la Iglesia. “Creo sinceramente que el mensaje de Jesús puede llegar a ellos a través de la cercanía de los pastores y el interés que muestran por el Evangelio. Por eso creo que actualmente, África es la reserva católica del mundo actual”.
De hecho, este seminarista de Uganda confirma que en África “se desarrolla mucha labor pastoral, cada día se levantan nuevas parroquias a las que acuden muchas personas y se celebran un gran número de bautismos y confirmaciones”.
Sobre su acogida en España, Kenneth asegura que se sintió “muy bien recibido y acogido por los formadores y alumnos de Bidasoa. La amabilidad de la gente es muy gratificante. Este país es muy bonito, además de ofrecer una rica gastronomía, sobre todo, las gambas, los caracoles…”.
Como joven y futuro sacerdote, este seminarista recalca que “la sociedad ha cambiado mucho en los últimos años, sobre todo por la gran influencia de las redes sociales. Por esta razón, es necesario que los católicos evangelicemos en este nuevo campo apostólico. La Iglesia debe dar la mejor respuesta en todas las redes sociales”.
“No obstante, considero que la mejor forma de evangelizar es con la amistad, cara a cara, pero como ahora todo el mundo se conecta a través de las redes, la iglesia también debe predicar en este continente digital”, agrega.
Una vocación inspirada por un sacerdote
Kenneth proviene de una familia católica. Cuenta que es el “pequeño de cinco hermanos: dos hermanos y tres hermanas. Mis padres siempre me llevaban a la iglesia y allí me llamaba la atención las predicaciones del párroco, porque tenía un gran don de atraer la gente por su sencillez. Este sacerdote me inspiraba mucho porque además de sus homilías de los domingos, durante las clases de catecismo siempre nos hablaba sobre la vocación al sacerdocio y a la vida religiosa. También sobre el camino que Dios pedía a cada uno”.
De este modo, añade que “en algunas de esas clases de catecismo, recuerdo que el sacerdote preguntaba quién quería ser sacerdote, y alguno levantábamos la mano. Desde pequeño he sentido un gran amor por la Santa Misa y los sacerdotes. Ellos han inspirado mi vocación al sacerdocio”.