Cathy Zimmermann, presentadora de la televisión austríaca, ha anunciado a sus treinta y un años que se retira del mundo del espectáculo y que pasará los próximos meses atendiendo a los enfermos terminales como voluntaria de cuidados paliativos en la residencia de Caritas Socialis en Viena.
Según las declaraciones de la propia Zimmermann al magazine online austriaco News.at la decisión la tomó ya el año pasado cuando su madre falleció a los 64 por una obstrucción intestinal y tuvo que acompañarla durante su hospitalización.
«Entonces algo cambió en mi interior, podría decir que ha sido una vocación. Decidí que quería acompañar a los enfermos terminales. No puedo decir que crea en Dios, pero sí elevo oraciones, algunas veces, por si llegan a algún sitio... Creo que hay algo más allá. Las cosas, de algún modo, están dirigidas, y el espíritu continúa, la vida no termina cuando morimos», explica la presentadora, que este año ha trabajado en varios programas de los canales austriacos ATV y ORF y ha participado como invitada en la versión local de «Mira quién baila».
Zimmerman lleva ya un tiempo trabajando para Caritas Socialis en Austria, una institución fundada en 1919 por la judía conversa Hildergard Burjan, actualmente en proceso de beatificación. Ahora está trabajando como voluntaria con enfermos en el Hospiz de Renwegg, en Viena.
Un trabajador de esta institución ha revelado: «Como asistente de cuidados paliativos, Cathy se sienta junto a los enfermos en sus últimos días de vida. Les ofrece su ayuda y escucha sus últimas voluntades. A veces les sujeta las manos o solo se limita a escucharlos y a hablar con ellos», explica.
«Ahora intento separarme de cualquier cosa que me haga sentir mal. Permaneceré lejos de todo aquello en lo que creo que me he equivocado: amigos, relaciones, trabajo. No quiero que nada me detenga, sería desperdiciar mi vida», concluye Zimmermann, que pasará los próximos meses alejada de los platós y dedicada a servir a los demás.