Manuel Santos es un joven andaluz miembro de la Hermandad de la Virgen de la Esperanza de Córdoba. Su pertenencia cofrade perfila su personalidad y su manera de estar en el mundo. En la actualidad, la Iglesia en España cuenta con más de 1.000.000 de miembros cofrades inscritos en el Registro de Entidades Religiosas, -sin contar muchas más que existen- y cuya actividad se circunscribe a un ámbito más reducido o parroquial.

Los cofrades, a través de su cofradía o hermandad, desarrollan su misión en el seno de la Iglesia diocesana. Celebran la fe y dan testimonio de ella con sus procesiones y actos religiosos, participan en encuentros de formación y realizan una importante labor asistencial.

-Manuel, ¿Cómo empezó tu historia cofrade?

-Mi historia con el Señor empieza desde muy pequeñito, porque mi familia es católica y con mi abuela empecé a contar con Él como a un amigo y un compañero de vida. También con mi abuela rezaba a la Virgen María como a una madre. Y así poco a poco, conforme iba creciendo, con las catequesis de comunión y posteriormente la confirmación, supe que yo quería ser un buen cristiano y quería caminar con Él a lo largo de la vida. Todo ello después me llevó a la vida cofrade. Desde chiquitito ya había experimentado ese gusto especial por el mundo de las cofradías, por ese universo de imágenes tan especial.

-¿Y qué hace un joven como tú en este mundo de las hermandades?

-Tengo 25 años, soy profesor de Secundaria y con mis alumnos, con mis amigos y en todos mis ambientes se tiene que notar que soy cristiano. Ya sabéis lo importante que son las hermandades aquí en Andalucía. Me gustaba este mundo. Ingresé como hermano en mi actual cofradía, que es la de la Virgen de la Esperanza de Córdoba, y allí he llegado a coordinar al grupo joven durante una serie de años. Actualmente soy diputado de culto y evangelización en la misma. Mi misión es ser un joven cofrade en la sociedad. Hoy en día es un reto porque hay que intentar vivir de manera cristiana en el entorno que nos rodea. Es ir a contracorriente. Y veo que, desde mi experiencia como cofrade, esto es un gran compromiso.

-Hablas de lo importante que son las imágenes, el culto a la Virgen, como dan sentido en tu camino de fe. ¿Qué significa tu devoción a la Virgen de la Esperanza?

-La imagen a la que tenemos devoción los cofrades es siempre una presencia del Señor en nuestra vida. Tanto las imágenes del Señor como de su Madre, la Virgen, nos hacen que experimentemos confianza en ellos. Cada uno de ellos, con su mirada,  nos ofrecen cercanía, en los momentos de tristeza, en los momentos de alegría, en los de petición, en los de agradecimiento… La Virgen, en nuestra Hermandad, se nos presenta con una vocación tan sugerente como la esperanza para un cristiano.

-¿Cómo transmites tu fe a otros jóvenes?

-Llevando a otros jóvenes a diferentes actos hemos aprendido mucho juntos. Se vive un ambiente fraterno. También hemos llevado a cabo bastante labor social. Hemos ido a comedores sociales a ayudar a residencias de ancianos, hemos realizado recogida de alimentos, porque también la fe se tiene que expresar a través de la caridad.

 Publicado en la web de la Conferencia Episcopal Española