Casi siete millones de personas han visitado la exposición sobre santa Teresita de Lisieux en la catedral Notre Dame de Paris.
Esta exposición, ideada por la asociación “Amigos de Teresa y del Carmelo de Lisieux”, consta de 36 paneles en los que se muestra la vida de esta santa carmelita descalza y doctora de la Iglesia. Refleja, a lo largo de su recorrido, cómo consiguió superar el sufrimiento y la enfermedad y muestra también cuáles eran sus “amores”.
Así, se habla de sus amores familiares: su padre, y su madre, que murió cuando ella era niña, y sus cuatro hermanas.
También de su amor a la Virgen María, con imágenes de la Virgen que marcaron su vida.
Se recuerda su amor por los santos que más la impactaron: San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila, la Magdalena, San Francisco de Asís, Santa Cecilia y Santa Juana de Arco, patrona de Francia.
Esta exposición, ya clausurada, viajará por cárceles y hospitales, y dentro de unos meses, probablemente también podrá verse durante el Encuentro Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en 2013.
Según explica la comisaria de la muestra, Élisabeth de Balanda, Teresa de Lisieux, que murió siendo muy joven, a los 24 años, “era puro fuego, lo amaba todo, lo quería todo. Dentro de la Iglesia quería ser ‘el amor’. Y este ardor inefable que ella sentía lo hemos usado para titular la exposición: Una llama de amor. La exposición lleva también un mensaje de alegría, Teresa era una mujer muy alegre, y un mensaje de serenidad, de confianza absoluta en Dios. Este abandono se ve en las imágenes de la exposición, un abandono silencioso y alegre en Jesús”.
Pierre Fortin, vicepresidente de la asociación “Amigos de Teresa y del Carmelo de Lisieux” opina que “Teresa trae consuelo a las personas. Les da gracias, conversiones y curaciones. Da la salud a quienes sufren, porque también ella sufrió. Pero sobre todo trae algo más fuerte, que es lo que intentamos llevar con esta exposición: un mensaje de esperanza y también de coraje”.
Por otra parte, Laurent Prades, de la Catedral de Notre Dame, ha manifestado que están sorprendidos por la reacción del público. “Teníamos clarísima la repercusión mundial de Teresa de Lisieux, pero no podíamos imaginar que acudirían visitantes de lugares tan diferentes”.