Este domingo, Christian Pinon inició una peregrinación de 2300 kilómetros hasta Santigo de Compostela. Le llevará aproximadamente tres meses y será un Camino de santiago muy especial: lo hará descalzo.
Christian, francés de Saint Étienne, empezó la marcha a la una de la tarde en la iglesia de Cours-Saint-Étienne (Brabante Valón), localidad belga donde reside, invitando a todo aquel que quisieses animarle en sus primeros pasos a recorrer juntos los diez primeros kilómetros, hasta las ruinas de la antigua abadía cisterciense de Villers-la-Ville.
El objetivo de la peregrinación es claro: recaudar 1 euro por cada kilómetro recorrido, y poder entregar 2300 euros a Handicap International, una organización de ayuda a personas discapacitadas para facilitar su inclusión social.
Christian, este domingo al dar comienzo el desafío. Foto: L'Avenir.
Christian se ha lanzado a la aventura con el apoyo de su esposa Sophie y de sus cuatro hijos. Y ¿por qué descalzo? Lleva cuatro años corriendo con los pies desnudos y afirma que eso le ha permitido resolver un problema de dolor de rodillas que arrastraba: "De esta forma quisiera igualmente resaltar y apoyar el trabajo de Handicap International", que focaliza muchos de sus esfuerzos en ayudar a niños con mutilaciones por causa de guerra o por enfermedades genéticas o malformaciones.
"Ese trabajo es importante porque rechaza el fatalismo y ofrece esperanza allí donde hace más falta", explica Christian a CathoBel: "Me parecía lógico mostrar esas paradojas oponiendo la fragilidad de nuestro cuerpo y su capacidad de adaptación. El Camino de Santiago son 2300 km desde mi casa. Un desafío importante".