Hace 60 años falleció el sacerdote Emil Kapaun, capellán del ejército que murió durante la Guerra de Corea en 1951.
Actualmente, el Congreso de EE.UU. está estudiando si otorgarle la máxima condecoración de las Fuerzas Armadas: la Medalla de Honor. A la vez, entre los católicos, crece su fama de santidad.
Ya están preparando un documental sobre su vida: “The Miracle of Father Kapaun” (“El Milagro del Padre Kapaun”). En él, muchos soldados que le conocieron hablan de cómo les influyó su ejemplo. Durante su última batalla se quedó con los heridos y fue capturado, y tras sufrir torturas, murió en prisión seis meses después.
Escribió muchas veces a su familia desde el frente. En sus cartas cuenta cómo atendía a los enfermos y administraba sacramentos a los moribundos. En la última de ellas escribe que “a pesar de los males de la guerra, podemos sonreír un poco”.
Quizá por motivos parecidos mientras el Pentágono podría otorgarle la Medalla de Honor, también la Iglesia católica estudia declarar beato al sacerdote Emil Kapaun.