El pasado 22 de diciembre falleció a los 81 años de edad el padre Ángel María Rojas, fundador de los Apóstoles de los Corazones de Jesús y María (ACIM), cuya sede se encuentra en el municipio diocesano de Villaviciosa de Odón.
El padre Rojas nació en Burgos el 15 de septiembre de 1940. Hijo único, fue educado en una familia muy católica y desde pequeño perteneció a asociaciones eucarísticas y marianas de los maristas y jesuitas, como ‘Los Tarsicios’, ‘Los Kostkas’ o ‘los Luises’...
Tal y como recoge la Diócesis de Getafe, a los 16 años Ángel María tuvo muy clara su vocación como jesuita, a pesar de las expectativas de su padre, abogado de profesión, que había soñado con que su sucesor seguiría sus pasos.
El día que cumplió 17 años fue admitido en la Compañía de Jesús, con la satisfacción de sus padres de "haberle dado a Dios lo que más querían". Permaneció dos años en el noviciado en Orduña, donde empezó una amistad con el P. Ignacio Iparraguirre que le movería desde ese momento a estudiar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, la tarea a la que dedicaría toda su vida.
Estuvo dos años de juniorado en Villagarcía de Campos estudiando humanidades y trabajando en el acondicionamiento de la casa para recibir a los novicios de Orduña (que habían sido expulsados en tiempos de Carlos III). Estudió Filosofía en Loyola, Magisterio en Logroño y Teología en Comillas, primero en Santander y después en Madrid y Granada, a pesar de una salud débil y de padecer insomnio y migrañas.
Fue ordenado sacerdote el 2 de julio de 1969 en Burgos y el curso siguiente estudió en la Universidad Gregoriana de Roma. Profesó de modo definitivo como jesuita el 24 de septiembre de 1977 en Villagarcía y fue destinado a Palencia, Burgos y Salamanca.
Incansable apóstol del Corazón de Jesús, fundó los Grupos de Oración del Corazón de Jesús en 1975, con el objetivo de ayudar a vivir con ilusión los propósitos de los Ejercicios a jóvenes y después a familias completas.
Su lema era ‘Amar y hacer amar al Corazón de Jesús desde el Corazón Inmaculado de María’.
Desarrolló una fructífera obra apostólica, en la que surgieron más de 100 vocaciones a la vida religiosa, consagrada y sacerdotal.
De los Ejercicios surgieron Grupos en Valladolid, Burgos, Murcia, Madrid, Las Palmas, Almería, Lérida, Pamplona, Málaga... etc.
De los Grupos de Oración surgió en el año 2003 la rama consagrada de las ACIM (Apóstoles de los Corazones de Jesús y María), que tienen su sede en la Diócesis de Getafe, en Villaviciosa de Odón.
Este Instituto, aparte de los tres votos de castidad, pobreza y obediencia, profesa otros tres: ‘amar y hacer amar a la Eucaristía, corazón vivo de Jesús que se entrega por nosotros’, ‘amar y hacer amar al corazón inmaculado de María, Madre de la Eucaristía’ y ‘amar y defender a la Iglesia y al Papa, siendo fieles a su doctrina’.
El padre Rojas fue un infatigable luchador bajo la consigna “siempre más y mejor, por el Reino de Cristo”. Este celo lo ha transmitido a sus discípulos, en quienes ha sembrado su pasión por vivir el Evangelio profundamente y su amor loco por el corazón de Jesús y nuestra Madre.