Joseph Aloisius Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn (Alemania). Estudió filosofía y teología en la Escuela superior de filosofía y teología de Frisinga y en la universidad de Munich, en Baviera. El 29 de junio de 1951, en la Fiesta de San Pedro y Pablo, fue ordenado sacerdote junto a su hermano Georg por el Cardenal Faulhaber en la catedral de Frisinga.
Un año después, inició su actividad como profesor en la Escuela superior de Filosofía y Teología en Frisinga hasta 1959. En 1953 recibió su doctorado en teología por la Universidad de Munich y comenzó su actividad docente. En 1969, se convirtió en catedrático de Dogma e Historia del Dogma en la Universidad de Ratisbona, donde ocupó también el cargo de vicerrector de la Universidad.
Benedicto XVI participó como experto en las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II de 1962 a 1965. En marzo de 1977 es nombrado Arzobispo de Múnich y Frisinga. De 1981 a 2005, fue el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cargo que desempeñó hasta ser elegido Papa. A su vez, de 2002 a 2005 ha sido el Decano del Colegio Cardenalicio.
Durante su pontificado, el Papa ha realizado 23 viajes apostólicos fuera de Italia, entre los que se encuentran 3 viajes a España, y cinco Sínodos de los Obispos. Además, ha convocado la XIII Asamblea General Ordinaria del 7 al 28 de octubre de 2012 sobre el tema: ´La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana´. ´
En esta etapa, el Pontífice ha creado 84 nuevos cardenales en un total de cuatro consistorios. Entre las obras publicadas, destacan sus tres encíclicas:´Deus caritas est´, ´Spe Salvi´ y ´Caritas in Veritate´, donde aplica las enseñanzas de las dos primeras y trata los temas sociales del mundo actual.
Uno de los biógrafos del Papa Benedicto XVI, el sacerdote español Pablo Blanco Sarto, describe a Joseph Ratzinger como "un intelectual, un hombre sencillo y un pastor". En este sentido, señala que, aunque a veces parecen dimensiones contradictorias, "el Papa actual es capaz de unir la profundidad, la claridad y la cordialidad. "Basta verlo y oírlo", señala.
A juicio de este experto, el Pontífice ha sido siempre el mismo, aunque si antes era el "guardián de la fe", ahora es también "el Papa del amor y la esperanza", a juzgar por sus primeras encíclicas. Por ello, resume el contenido de sus publicaciones como: "razón, corazón, creación, adoración, Jesucristo, Iglesia y belleza".
Igualmente, señala que uno de los rasgos del Pontificado de Benedicto XVI es la "tolerencia cero" ante los casos de abuso sexual, uno de los ejes de su pontificado. "Su sentido de la justicia y su amor a la verdad han llevado a que pudiera empezar en la Iglesia lo que ha sido llamado la Operación Limpieza", añade.
Además, señala que el Benedicto XVI ha promovido el diálogo con otras religiones y promueve la nueva evangelización, idea iniciada por su predecesor Juan Pablo II y destaca que "Ratzinger, como buen alemán, lleva el ecumenismo en la sangre". "Su pontificado no ha hecho más que confirmar esta actitud, y ha habido pequeños pasos en todos los frentes: ortodoxos, anglicanos y protestantes", explica.
Por otra parte, Diego Contreras, periodista y profesor de la facultad de comunicación de la Universidad de la Santa Cruz, en Roma, y autor del libro ´La Iglesia católica en la prensa´, ha subrayado que una de las características más sorprendentes del pontificado de Benedicto XVI es que "entra hasta el fondo de los problemas, los aborda, no los deja pasar aunque sean incómodos".
En este sentido, resalta algunos de los conflictos de este pontificado como el caso Maciel, los seguidores de Lefebvre, los abusos, las relaciones con el islam, los anglicanos, la trasparencia económica e incluso -la semana pasada- con los sacerdotes austriacos. El experto vaticanista considera que "el Papa toma el toro por los cuernos y se expone en primera persona".
Por otro lado, señala el tono de su pontificado como "positivo", es decir. "Para el Papa el catolicismo no es un cúmulo de prohibiciones, sino una opción radicalmente positiva. El mismo afirma que toda su vida de sacerdote, de teólogo, de obispo y ahora de Papa ha tenido como único objetivo difundir la alegría cristiana", explica.