En verano de 1979, la ciudad vietnamita de Saigón fue devastada por un agresivo brote de dengue. Un niño de nueve años, Bao Thai, vio como gran parte de sus amigos fallecían en cuestión de días y cuando contrajo la enfermedad, los médicos y especialistas le auguraron el mismo futuro. Thai no aguantaría mucho y solo un milagro podía evitar el próximo desenlace.
Como recientemente relató el portal Orange County Catholic, ningún miembro de su familia estaba bautizado y todos estaban lejos de considerarse cercanos a la Iglesia. Sin embargo, a la madre del joven, Kim-Anh Nguyen, se le agotaban todos los recursos. Ni el dinero ni la medicina podían hacer nada por su hijo.
Angustiada, solo pensó en rezar a la Virgen y prometió que si curaba a su hijo, ella y sus hijos pasarían a formar parte de la Iglesia.
Siete bautismos a cambio de un milagro
Los médicos y especialistas constataron una mejoría inmediata y en cuestión de días, el niño estaba en casa, completamente recuperado. Su madre no tardó en cumplir su promesa, y el 15 de agosto del mismo año recibió el bautismo junto a sus cinco hijos.
La familia, ya bautizada, se trasladó a un barrio católico a las afueras de Saigón. "Podíamos escuchar a nuestros vecinos rezando las avemarías de sus rosarios", recuerda Thai en OCRegister.
Mientras, el país afrontaba la dura posguerra que durante 20 años asoló Vietnam y al concluir el conflicto, su padre, soldado paracaidista, fue encarcelado en un "campo de reeducación" comunista al ser apresado dos días antes de que concluyese la guerra, el 30 de abril de 1975.
La curación milagrosa de su hijo, sus nuevos vecinos y el acercamiento a la fe operado en su familia provocó que, tras su puesta en libertad seis años después, también el recibiese el bautismo.
"Llamado" a seguir los pasos de los santos
Bao, que terminó de acercarse por sí mismo a la Iglesia a los 18 años comenzó sus estudios en informática en la Universidad de Saigón y después ejerció como profesor de matemáticas en la escuela secundaria durante un año.
Fue entonces, en 1988, cuando sintió "la llamada" para convertirse en sacerdote, tras la canonización por Juan Pablo II de 117 vietnamitas asesinados por su fe entre 1773 y 1862, 11 de ellos españoles, todos dominicos y seis obispos. "Quería seguir sus pasos", expresó.
Cinco años después su familia pudo ser reubicada en Estados Unidos y se asentaron en el condado de Orange (California) en 1993. "Nos instalamos en Westminster, y mis padres y tres de mis hermanos nunca se fueron", relata.
Pronto, Bao pudo cumplir su sueño e ingresó en el seminario, donde se licenció en filosofía y poco después amplió su formación con posgrados en Filosofía y en Divinidad. Fue entonces cuando conoció al sacerdote Cristopher Smith, párroco de la Iglesia de San José, a quien recuerda como un elemento clave en su formación sacerdotal.
Thai fue ordenado el 7 de junio de 2003, y durante los siguientes años se desempeñó como párroco en multitud de templos de la diócesis, entrando en contacto con el obispo de la diócesis de Orange en California, Kevin Vann. “Mi tiempo allí me ayudó no solo a conocer a Bao, sino ver su amor por sus feligreses como su pastor”, relató el obispo, especialmente con los de origen vietnamita, hispano, filipino y coreano, muy presentes en la diócesis.
La catedral de Cristo, una megaiglesia antiterremotos
Mientras, la Catedral de Cristal, famosa por ser el "edificio de vidrio más grande del mundo" comenzaba a atraer la admiración y curiosidad de todo el mundo. La megaiglesia edificada en 1980 albergó el culto protestante durante 33 años, fue diseñada para resistir devastadores terremotos de 8 grados, puede albergar más de 2.200 personas y los más de 10.000 paneles rectangulares vítreos que lo componen no tienen más ensamblaje que un pegamento similar a la silicona.
Perteneciente originariamente al culto protestante bajo Crystal Cathedral Ministries, la compañía se declaró en banca rota en 2010 y la diócesis adquirió el edificio por 57 millones y medio de dólares, a lo que hubo que añadir 72 millones más para su rehabilitación y adaptación sísmica. Tras su reasignación en 2019, la catedral pasó a denominarse Catedral de Cristo.
Así fue la inauguración de la Catedral de Cristo en la diócesis de Orange (California).
Ante la inminente jubilación del rector de la Catedral, el obispo de la diócesis necesitaba un perfil muy concreto para sustituirle: el nuevo rector no solo debería tener facilidades para relacionarse con otras culturas, sino también para hablar y celebrar misa en multitud de idiomas y encontró en Bao el candidato perfecto.
Especialmente por encontrarse en la misma catedral el Santuario de Nuestra Señora de La Vang, dedicado a las apariciones de esta advocación que tuvieron lugar en Vietnam en 1798. El santuario mariano, al aire libre, dispone de una estatua de más de 4 metros de altura, representada con vestimentas vietnamitas en recuerdo a las apariciones a los católicos perseguidos en la selva vietnamita.
El santuario erigido a la Virgen en Orange (California) recuerda las apariciones sucedidas en 1798 para socorrer a un grupo de católicos perseguidos. En la estatua de más de 4 metros, la Virgen María lleva un vestido tradicional áo dài y sostiene al niño Jesús.
Nuevo rector de la catedral de Cristo
Por ello, el sacerdote nunca olvidará el 14 de enero de 2022, cuando el obispo le invitó a una comida en la que le propondría un "gran favor", en referencia a su nuevo puesto al frente del templo. "Me quedé sin palabras, sabía que iba a suceder algo pero no esperaba esto", recuerda.
Al aceptar su nombramiento, Bao es el cuarto rector vietnamita en una catedral de Estados Unidos y el segundo en California.
“Utilizaré humildemente mis dones para llevar a cabo la visión del obispo Vann para la Catedral de Cristo con la ayuda de Dios. No veo mi nuevo rol como un honor para mí, sino para toda la comunidad vietnamita que reside en los Estados Unidos y en todo el mundo”, añade.
El sacerdote vietnamita Bao Thai, tras su nombramiento como rector de la catedral de Cristo en Orange (California).