El Arzobispo de Nueva York, Cardenal Timothy M. Dolan, afirmó que está muy agradecido "por ser un Cardenal… pero yo en realidad quiero ser un santo".
En declaraciones a la prensa el 18 de febrero, el Arzobispo uno de los nuevos 22 cardenales creados por el Papa Benedicto XVI el sábado, indicó que "tengo un largo camino por recorrer, pero todo se trata de la santidad, de la amistad con Jesús y ser un santo. Y eso es lo que quiero ser".
El Cardenal Dolan también manifestó que se sintió particularmente conmovido por el anuncio, hecho al final del consistorio, de que se proclamarán dos nuevos santos estadounidenses el próximo 21 de octubre: Marianne Cope y Catalina Tekakwitha, la primera piel roja en ser declarada santa.
En total, el Papa elevará a siete beatos a los altares en el marco de la Jornada Mundial de las Misiones.
El Arzobispo de Nueva York dijo que él reconoció, esta semana, que su nombramiento como Cardenal significa tener que resistir la tentación del poder y el prestigio.
"Yo dije, ´Dolan, tienes tentaciones’. Siempre las he tenido, pero ahora tengo una que podría ir a la cabeza, literalmente" dijo el Cardenal, señalando a su nueva birreta roja.
"No se puede (dejar que eso suceda), ya que esto se trata de humildad, servicio, amor y estar cerca de Dios y su pueblo. De eso se trata esto, no de poder y prestigio", subrayó.
El Cardenal Timothy M. Dolan remarcó que la vida cristiana "se trata de la eternidad, no de todas estas cosas que pasan".
El Cardenal estadounidense, de 62 años, hizo titulares en la prensa italiana tras su ponencia ante sus pares, en una jornada previa al consistorio. Algunos medios de comunicación lo etiquetaron como una "estrella de rock" por su estilo afable y por la gorra de béisbol que usaba.
"Bueno, cuando usas ‘rock’ en el Vaticano tienes otra cosa en mente, a San Pedro. Es lo que su nombre significa, ‘rock’ (roca). Así que si puedo ser una roca como él, no está mal", señaló.
El Cardenal Dolan indicó a la prensa, con respecto a su ponencia del 17 de febrero sobre nueva evangelización, que "el Evangelio siempre ha sido bien recibido, en la gente que lo lee dice ‘eso es bonito’, pero es la puesta en práctica lo que nos desafía".
En medio de la solemnidad del consistorio, el Cardenal estadounidense mantuvo su alegría habitual. De hecho, fue el único que subió los escalones del altar mayor de la Basílica de San Pedro para recibir la birreta roja y el anillo cardenalicio de manos del Papa.
"Tienes que ser tú mismo. ¿Por qué fingir ser alguien diferente?", explicó a los periodistas. "Los italianos dicen que hacen los ñoquis con la pasta que tienes, y Dios sabe que tengo un montón de pasta", bromeó señalando a su estómago.
Para el Cardenal Dolan "es un gran día para todo Nueva York".
Sosteniendo su nueva birreta roja en el aire, indicó que "este es el sombrero que quiero poner sobre la punta del edificio Empire State, en el estado de los Yankees y sobre la Estatua de la Libertad. Esto es para todo Nueva York, no para mí", concluyó.