Attilio Fontana es un artista polifacético. Participante en varias telenovelas, músico, compositor, participante en realities y también actor de cine, televisión y teatro ahora se ha embarcado en uno de sus mayores retos profesionales por la enorme categoría de su personaje.
Este italiano de 44 años interpreta al Padre Pío en el musical “Actor Dei”, centrado en el santo de Pieltrecina, y que se está representando estos meses en los teatros italianos. Fontana es además uno de los autores de la obra, para lo que se tuvo que empapar de verdad de la vida, obra y espiritualidad del gran santo de los estigmas.
Una gran devoción a raíz del musical
Esta profundización ha cambiado la vida y perspectiva de Attilio Fontana, hasta entonces un católico algo tibio, y el santo es ahora parte importante tanto de su vida como la de su familia. Incluso atribuye al Padre Pío que su hijo haya podido nacer sano y salvo tras un grave accidente que sufrió su mujer estando embarazada de ocho meses.
En una entrevista para el semanario Credere explica cómo preparó este musical y qué ha supuesto en su vida el haberlo llevado a término. Lo primero que explica Attilio Fontana es que al documentarse le embargó la angustia de no estar a la altura del personaje, no lograba ver en toda su dimensión la figura del Padre Pío.
Sin embargo, logró comprender todo en el momento que decidió viajar a Pieltrecina y empaparse directamente de su vida, hablar con personas que le conocieron, los lugares donde vivió e hizo tanto bien…
Los jóvenes "están olvidando a este santo"
Para Fontana, el Padre Pío es un “hombre que interpreta la cruz con su propia vida. Es una figura llena de conflictos: padeció una enfermedad grave, se dijo que tuvo encuentros con el diablo, recibió los estigmas. Desafortunadamente, los muchachos están olvidando un poco a este santo”.
Por esta razón, explica el artista italiano, “decidimos apostar por un musical: queremos llegar a los jóvenes. Hoy más que nunca tenemos que volver a los sentimientos más profundos de la vida”.
En su opinión hay dos enseñanzas muy claras que la vida del Padre Pío puede ofrecer a las nuevas generaciones: “Primero, el cumplimiento de las reglas. El Padre Pío fue investigado, castigado e incluso encerrado por la Iglesia a la que él consideraba Madre. Sin embargo, siempre aceptó todo, incluso cuando esta madre parecía severa e injusta con él”.
La otra enseñanza decisiva es para Fontana la “humanidad” del santo. “El Padre Pío construyó un hospital llamado Casa Alivio del Sufrimiento que estaba dirigido a los últimos, a los que sufrían. Era un hombre que también confesaba 200 personas al día, a pesar de que sabía que estaría completamente agotado por la noche. Mi impresión es que hoy, en cambio, hemos perdido esta mirada hacia la humanidad del otro”.
La acogida y el perdón
Attilio Fontana admite que no va a la Iglesia todo lo que le gustaría, en parte por su trabajo, aunque reconoce que “hay un aspecto que todavía hoy me fascina de la fe, y que encuentro en figuras como Jesús, el Padre Pío o San Francisco, y es su naturaleza acogedora a pesar de todo. Saben amar y perdonar al ver la miseria humana”.
El artista afirma que el Padre Pío ya era muy querido en su familia, especialmente por su madre. Sin embargo, a raíz de preparar el musical “siento al Padre Pío muy presente en mi vida, casi como un ángel de la guarda. Prefiero no entrar en detalles, porque se trata de aspectos privados, pero a menudo me he confiado a él en tiempos difíciles”.
La intervención del Padre Pío con su hijo
Pero sí cuenta uno de estos casos. El santo, añade, “estaba cerca cuando mi pareja y yo nos vimos involucrados en un grave accidente de coche: ella estaba embarazada de ocho meses y estábamos aterrorizados al estar aplastados en el coche. En ese momento, no sé cómo, me encontré junto a la foto del Padre Pío, que seguramente se me habría salido de la billetera. En ese momento, al verlo, pensé: ‘Todo irá bien’”.
Efectivamente, todo fue bien y el niño nació completamente sano. Fue llamado Blu Francesco Pío. “Nos gustaba el nombre de Blu, pero también queríamos que nuestro hijo llevara esa idea de humanidad y acogida, de ahí el nombre de Pío. Francisco, por otro lado, es un tributo a San Francisco de Asís y a nuestro Papa, que sabe cómo hablarle a la gente”.