En el listado de obispos españoles, que puede consultarse en la página web de la Conferencia Episcopal Española, podemos encontrarnos con un buen grupo de obispos al que se denomina eméritos. Los obispos eméritos pasan a serlo cuando al alcanzar la edad de 75 años (o por motivos graves de salud) presentan su renuncia ante el Santo Padre, según prescribe el Código de Derecho Canónico. Así pues, el episcopado español cuenta con 4 cardenales eméritos (Francisco Álvarez Martínez, arzobispo de emérito de Toledo; Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla; Ricardo María Carles Gordó, arzobispo emérito de Barcelona y José Manuel Estepa Llaurens, arzobispo emérito de Castrense); 5 arzobispos; 26 obispos titulares y 3 obispos auxiliares: en total 38 obispos eméritos.
El que sin duda lleva más años en esta situación es monseñor Ireneo García Alonso, obispo emérito de Albacete, cuya renuncia le fue aceptada el 6 de agosto de 1980, no por motivos de edad sino por motivos de salud. Lleva pues ¡31 años y medio de enfermedad! que le han ido limitando sus funciones.
El párroco de San Julián de Toledo, monseñor Jesús Martín Gómez, acaba de publicar un libro-homenaje para recordar el testimonio profundo que el obispo Ireneo ofrece desde su enfermedad. No se trata de una biografía al uso, sino más bien de poder contemplar en cada una de las páginas a un “servidor fiel, profundamente enamorado de Jesucristo y de su Iglesia, a la que sirvió con denuedo antes, durante y después de su ministerio episcopal activo; y al que sigue sirviendo -sin duda mucho más de lo que ninguno de nosotros puede calibrar- hasta la extenuación de su “invalidez”.
Además el autor ha conseguido reunir 23 valiosos testimonios de aquellos que, de una manera u otra, trataron a monseñor García. Por ejemplo, el de monseñor Francisco Cases, obispo de Canarias, y que antes fue obispo de Albacete en 1996 y que resume muy bien su situación actual: “…conforme se fueron cerrando día a día tus labios a las palabras sonoras, se fue haciendo más profunda tu mirada…”. Mirada expresiva y elocuente.
Monseñor Ireneo García nació el 25 de marzo de 1923 en Quintanilla Vivar (Burgos). Realizó sus estudios eclesiásticos en el Seminario de Burgos entre 1934 y 1940 y en Toledo de 1941 a 1942. Se doctoró en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca en 1948 y se licenció en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma en 1957. Fue Párroco de Helechosa de los Montes (Badajoz) de 19481949. Profesor de Humanidades en el Seminario de Toledo de 1949 a 1955. Además fue Canónigo Penitenciario de la Catedral de Toledo entre 1958 y 1968 y Delegado diocesano de Liturgia (19601968). Canciller Secretario del Arzobispo de Toledo (19601968).
El 7 de diciembre de 1968 fue nombrado segundo obispo de la diócesis de Albacete erigida en 1950. Labor que desempeñó hasta que la Santa Sede admitió su renuncia por motivos de salud el 6 de agosto de 1980. En la CEE fue miembro de la Comisión Episcopal de Liturgia desde 1969 a 1981. Actualmente y desde hace 32 años reside en Toledo junto a sus hermanas.
El libro ha sido publicado por el Instituto Superior de Estudios Teológicos de San Ildefonso de Toledo (925. 226 029).