María Caterina Kasper será canonizada este domingo junto a, entre otros, el Papa Pablo VI, el mismo que la beatificó en abril de 1978. Además, junto a esta religiosa alemana y al Pontífice que clausuró el Concilio Vaticano II serán declarados santos los beatos Óscar Romero, Nunzio Sulprizio, Francesco Spinelli, Vincenzo Romano y Nazaria Ignacia.
Esta religiosa alemana nació en 1820 y se convertirá en la primera santa de la Diócesis de Limburgo. Desde muy joven, María Caterina se puso a trabajar como campesina y tejedora para ayudar a su familia. Así fue como nació en ella la vocación de servir a los pobres, creando junto con algunos compañeros en 1848 un hogar para los pobres de Alemania.
Esta obra se acabaría convirtiendo en las Esclavas Pobres de Jesucristo, que fue logrando nuevas religiosas que fueron formadas por la futura santa que abrieron nuevas casas que atendían a los alemanes pobres, también en el extranjero.
El milagro para la canonización
Precisamente ha sido de fuera de Alemania de donde ha llegado el milagro que ha reconocido la Santa Sede para la canonización de la madre Kasper. Concretamente se ha producido en India, donde también están presentes las Esclavas Pobres de Jesucristo.
El suceso se remonta a noviembre de 2011 cuando un religioso indio de nombre Leo sufrió un gravísimo accidente de tráfico en la carretera que une Bombay y Agra. Las religiosas se enteraron al día siguiente de lo que había ocurrido, pues además vivían muy cerca del lugar de los hechos.
Estas monjas conocían al sacerdote y trabajaron para que pudiera ser trasladado a un hospital mejor. Finalmente, lo consiguieron y pudo ser ingresado en el Centro de Investigación Choithram en Indore.
Allí fue conectado a un ventilador mecánico y su estado era crítico. El religioso sufría un politraumatismo con múltiples lesiones en la cabeza, una hemorragia interna, lesiones en la columna vertebral y otras heridas abdominales.
Estaba muerto... o eso creían
Ante el estado de salud crítico del hermano Leo, las hermanas Siervas Pobres de Jesucristo comenzaron una novena para pedir la intercesión de la fundadora María Caterina Kasper, tal y como recuerda Aciprensa.
Sin embargo, dos días después el equipo médico declaró la muerte del religioso, por lo que la comunidad religiosa empezó a realizar los preparativos para el funeral.
Durante el entierro, las religiosas se fueron despidiendo de él, y una de las Siervas Pobres de Jesucristo le tomó la mano y le llamó por su nombre. Entonces notó que el cuerpo se movía al igual que los ojos.
Después del lógico revuelo y de la enorme sorpresa que experimentaron los presentes, inmediatamente fue trasladado al hospital y al día siguiente comenzó a hablar. A pesar de la gravedad de sus heridas no tuvo que someterse a intervenciones quirúrgicas y el 4 de enero de 2012 fue dado de alta.
Los zapatos de la futura santa son ya una reliquia
De campesina y tejedora, a fundadora
María Caterina Kasper nació en Dernbach (Alemania) en 1820. Asistió poco a la escuela debido a su débil salud. Su padre falleció cuando ella tenía 21 años, por lo que tuvo que trabajar como campesina y tejedora para ayudar a su familia. Desde pequeña fue sensible a las necesidades de su pueblo y de joven empezó a ayudar a los pobres, abandonados y enfermos.
Animada por su director espiritual, el padre Heimann, y con el apoyo del Obispo de Limburgo, Monseñor Peter Josef Blum; María Catalina comenzó en 1847 la construcción de la “Pequeña Casa de Nazareth” para desarrollar su obra de caridad.
Al año siguiente, tras la muerte de su madre, se mudó al hogar para dedicarse por completo a su labor junto un grupo de jóvenes.
El 15 de agosto de 1851, día de la Asunción de la Virgen María, se conformó la congregación Siervas Pobres de Jesucristo. Con el tiempo la Madre María Caterina comenzó la formación de novicias y la apertura de nuevas casas, incluso en el extranjero, para ayudar a los inmigrantes alemanes. La Madre María Caterina Kasper falleció el 2 de febrero de 1898, días después de sufrir un ataque al corazón.