La diócesis de Syracuse en Nueva York anunció que Marianne Cope está tan sólo a un paso de ser declarada santa.
En torno a 1860, la religiosa franciscana trabajó en Syracuse, Nueva York, antes de trasladarse a Hawai. En la isla, se encargó del cuidado de leprosos.
El milagro que le abre el camino a la canonización es la curación de una mujer que estaba en el lecho de muerte. La Congregación para Causas de Santos aprobó este milagro después de que un grupo de médicos, teólogos y cardenales haya examinado el caso.
Además de ser profesora y superiora en Nueva York, Cope ayudó a fundar el Hospital St. Elizabeth en Utica y el Hospital St. Joseph en Syracuse. Ambos estuvieron entre los primeros hospitales abiertos en el centro de Nueva York. Durante sus años en Hawai, abrió un centro que cuidaba a hijos de enfermos de lepra.