En octubre de 2010 se abrió el centenario de la Beata Carmen Sallés (18481911), y no ha podido terminar de mejor manera. El pasado 6 de diciembre se reunió en Roma la comisión de cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos, cuyo prefecto es el cardenal Angelo Amato, y decidieron por unanimidad dar por concluido el proceso de canonización de la religiosa catalana, que fundó en 1892 la congregación religiosa Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza y fue beatificada por Juan Pablo II en 1998.
Ahora esta comisión redactará el decreto de canonización, que será firmado por Benedicto XVI en un próximo consistorio -presumiblemente en febrero-, momento en el que el Papa hará pública la fecha de la ceremonia de canonización.
Aunque catalana de nacimiento (era natural de Vic, en la provincia de Barcelona), el primer colegio lo fundó en Burgos. Llegó a crear en vida hasta trece Casas de María Inmaculada, y su obra está hoy extendida por todo el mundo.
En España hay catorce colegios, y la progresión de centros llega hasta Italia, Japón, Corea del Sur, India, Filipinas, México, Venezuela, República Dominicana, Brasil, Estados Unidos, Congo, Camerún y Guinea Ecuatorial.
Era la segunda de diez hermanos y creció desde pequeña en una intensa devoción a la Virgen María. Aunque había sido prometida en matrimonio por sus padres, siguió la llamada de Dios e ingresó en las Adoratrices en 1871.
En el convento acogían chicas jóvenes marginadas o abocadas al mundo de la prostitución o la delincuencia, pero ella quiso consagrar su vida a prevenir, más que a curar, y siguiendo el consejo de su director espiritual entró en las Dominicas de la enseñanza.
Tras unos años entregada a esa tarea, el discernimiento de la voluntad de Dios para ella la llevó a fundar en 1892, junto con otras tres compañeras y ampadadas por el arzobispo de Burgos, las Concepcionistas de la Enseñanza, para formar mujeres con cultura y desenvolvimiento en la vida y empapadas de una espiritualidad ajena a sensiblerías y sentimentalismos, y siempre intensamente mariana.
En el año 2000 la congregación publicó una selección de sus pensamientos, extraídos por la Madre Carmen Bernal principalmente de su epistolario y de las instrucciones a sus religiosas, bajo el título Ecos del pensamiento de Carmen Sallés. Sintetiza en 583 puntos el sentido de su vocación y del carisma peculiar de su obra.
Baste una muestra de ocho para comprenderlo y para destacar el carácter práctico que caracterizó la obra de Madre Carmen Sallés:
Amor de Dios - "El respeto humano nunca debe poner freno a nuestras decisiones. El cumplimiento de la voluntad de Dios está por encima de la opinión de los hombres."
Jesucristo - "La vocación a seguir definitivamente a Cristo no es una renuncia por heroísmo, sino fruto del encuentro con la fuente del amor y haber experimentado la gracia de la elección por parte del Señor."
Providencia de Dios - "Haz lo que haces. Ocúpate de hacer bien lo que ahora estás haciendo. Deja en manos de Dios lo que ya pasó. Confía a su Providencia lo que aún no ha llegado."
María Inmaculada - "El esfuerzo por inculcar el amor a María Inmaculada es como savia que vivifica nuestro trabajo apostólico."
Oración - "Seamos diligentes en cumplir el tiempo que nos hemos señalado para la oración. Busquemos el fervor en ella, aunque si no lo sentimos, debemos aceptar con tranquilidad lo que Dios nos concede."
Amor al hermano - "La diversidad de caracteres da lugar, con frecuencia, a diferentes opiniones. No te empeñes en discutirlas porque, generalmente, el amor resulta dañado."
Ser santos - "La base de nuestra confianza es el conocimiento de nuestra propia incapacidad, que nos impulsa a esperarlo todo de Dios."
Educación - "Tratemos de formar el corazón de los niños según el modelo santo de la criatura más perfecta que salió de las manos del Creador: María Inmaculada. Es situar sobre bases sólidas la verdadera felicidad del hombre, de las familias y de los pueblos. Y también llenar el cielo de felices moradores."