Sor Elvira, tiene una atención particular por los jóvenes. «Hasta la edad de 24 años no había entrado ni una vez en una Iglesia –dijo–, era cantante lírica, me exhibí en los teatros más importantes de Berlín y Amsterdam. Después encontré a Jesús y lo he seguido; cambió todo. Entré al convento el 8 de septiembre de 1998; mi último concierto fue dos días antes».
Cambió todo, pero siguió siendo un poco artista. «Tengo que decir que la autodisciplina de la cantante lírica me fui muy útil para soportar el “estrés” del convento y los contactos con el público. Estoy contenta de que mis talentos puedan ayudar a las jóvenes vocaciones...». Sor Elvira recibe algo así como 300 mails a la semana, sobre todo de muchachas y muchachos que están interesados en la vida religiosa. «Pero también están los que me preguntan sobre la religión católica, muchachos desesperados, jóvenes ateos, jóvenes que me preguntan cómo se reza, muchachas embarazadas y abandonadas». Ella les responde a todos. Trata de ayudarles a todos con alegría.