Ninno Moretti, el director de cine y ateo confeso, que ha abierto el sábado la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) con una película sobre el proceso de elección de un papa, ha admitido que siente envidia de las personas creyentes porque "la fe puede ser muy reconfortante". "Estoy cabreado" de ser ateo, revela.
Al ser preguntado en una entrevista concedida al ABC, sobre qué lleva a un "ateo confeso" a realizar una película sobre el proceso de elección de un papa, el director respondió que "hay muchos momentos en la vida en los que envidio a la gente que cree, porque pienso que la fe puede ser muy reconfortante".
"No suscribo la frase de Buñuel: ´Gracias a Dios, soy ateo´. Es cierto que lo soy, pero me disgusta y estoy cabreado por serlo", admitió el cineasta italiano.
El ateo "envidioso" Moretti se ha mostrado, sin embargo muy crtíco de la Iglesia católica. En declaraciones a los medios de prensa ha acusado le ha acusado de "falta de humildad, transparencia y curiosidad hacia las demás religiones" y ha asegurado que "no ha lavado sus trapos sucios ni siquiera en casa".
Asimismo ha señalado que los principales pecados de la Iglesia de hoy en día son "casi todos los posibles en una vida", y que se ha comportado a nivel informativo "como un partido estalinista cualquiera".
Su undécima película, la satírica Habemus Papam, fue rodada en Roma y en ella participa Moretti como director y protagonista.
Moretti, quien también es productor y guionista, dirigió en 1993 "Caro diario" (Querido diario) por el que obtuvo el premio al Mejor Director en Cannes y con el que se inauguró, fuera de concurso, la 39 edición de la Seminci.
Al año siguiente, el festival le dedicó una retrospectiva que mostró sus trabajos realizados hasta ese momento. En 2001 logró la Palma de Oro, por "La stanza del figlio" (La habitación del hijo).